Fondo Logo

Cuarta entrega de la colección de Helga de Alvear en su fundación de Cáceres.

Cuarto capítulo de la colección Helga de Alvear, que, ya saben –y si no se lo recordamos a los más olvidadizos– es la más  relevante del panorama nacional y una de las mejores del europeo. Y, según pasan los años y observamos cómo crece en obras e intenciones, no nos queda otra que repetirlo una y otra vez; una y otra vez que nos lleva a su seno y nos da lecciones de cómo se deben hacer las cosas cuando se puede o se tienen los medios para ello. Esta es la tercera vez que escribo sobre la coleción Helga de Alvear, y repito mi argumentación laudatoria, pero no me queda otra que disfrutar sin que surjan peros. Tres capítulos imprescindibles
Si recapitulamos, antes vinieron el apartado que escribió JoséMaría Viñuela (Márgenes del silencio) en la presentación de la Fundación en Cáceres (año 2011) que atesora todo este conjunto, donde daba un repaso más o menos general; siguió Historias de la vida material, por Delfín Sardo (la única que no he visto, ni he escrito sobre ella); luego, el que trazó Rafael Doctor (Aproximaciones I), centrado en los artistas españoles, con el objetivo cumplido de reconciliarnos con nosotros mismos, con nuestro pasado y nuestro presente, y un afán por certificar lo poco que tenemos que envidiar, y sí analizar: por qué nuestro arte no ha encontrado el hueco que se merece en el panorama internacional más allá de los nombres ya sabidos de memoria hasta por los desmemoriados del arte contemporáneo. Todo un lujo encerrarse en los almacenes y mover fichas hasta construir el discurso perfecto Ahora llega José Jiménez con Juegos de lenguaje para «rescatar» ciento treinta y nueve obras y construir un discurso afín a lo que ha sido toda su investigación artística a lo largo de su dilatada carrera. Pero, lo increíble de todo esto no es que llevemos cuatro capítulos –a cual más distinto–, sino que la abundancia y riqueza de lo que atesora esta colección, en cuanto al arte nacional e internacional de las últimas décadas del siglo XX y del XXI, da para para construir una historia interminable de miles de páginas profusamante ilustradas y, por poco que se haga con intención y buen tino, brillantísimas. Afortunados son y serán quienes, como comisarios, acaben siendo invitados a participar en el proyecto, porque tienen todos los medios a su alcance para disfrutar y hacernos disfrutar a quienes nos acerquemos hasta aquí.

Discursos perfectos
Sin duda, supone todo un lujo poder encerrarse en los almacenes donde se guardan los fondos de esta colección y mover fichas hasta construir el discurso perfecto. Si sumamos el número de piezas que han reunido las cuatro exposiciones inauguradas hasta la fecha, no llegamos a las quinientas, y no debemos olvidar que la colección debe rondar ya las tres mil obras (y sigue sumando). Aunque solo sea por una cuestión matemática, imaginemos la cantidad de variaciones y fórmulas que podemos dibujar en la pizarra. Vayamos con esta última que ha trazado José Jiménez bajo el ya citado título de Juegos de lenguaje. Primero, conviene reseñar que es la más copiosa de cuantas hemos visto.

La abundancia de lo que atesora la colección da para construir una historia de mil páginas El total de trabajos seleccionados asciende a 139, y esto, de primeras –conociendo los espacios y la densa base argumental que ha manejado José Jiménez–, nos habría inducido a pensar que se le había ido la mano; pero, he aquí el primer mérito del comisario: nada pesa, nada
abruma, la conjunción resulta tan armónica que no pierde en ningún momento el compás, ni nosotros nos perdemos, y recovecos hay: solo basta con leer el texto del catálogo para certificar que son muchos los prismas y algunas más las aristas. En resumen, se difruta con la sucinta y mínimal belleza de las piezas elegidas –cada una en su realidad– y con las relaciones y diálogos que se entablan entre todas ellas. Incluso, se tolera lo que sobre el papel pudiera parecer una tentación del comisario a la que no se habría podido resistir. Ni siquiera desde el minuto uno en el que arranca la partitura, o el prólogo, con una obra –grabado de la serie de los Caprichos– de Goya para sorpresa de propios y extraños. Esta pieza, la única que no es propiedad de la coleccionista, ha sido prestada por la Calcografía Nacional y, en palabras de Jiménez, sienta las bases de la teoría sobre los juegos del lenguaje aquí argumentada: «El primer paso lo dio Goya, con la publicación el 6 de febrero de 1799 de los  Caprichos, donde unía la representación visual y la leyenda». Este prólogo se remata con una pieza de Duchamp y un retrato de Helga firmado por Kazuo Katase. Ojos y palabras
El resto de la exposición se articula en cinco secciones de fina palabra y mejor escritura. «El mundo es un texto», con obras supremas de Ignasi Aballí, Josep Beuys, Eduardo Chillida, Max Ernst, Mompó, Kandinsky, Karin Sander, Antonio Saura... Pero se lleva la palma la pieza seleccionada de Marcel Broodthaers (Pirámide, cilindro, esfera, cubo, museo, academia), de 1971. «Las letras son una imagen», de nuevo con Aballí (uno de los artistas más repetidos porque resulta obvia su vinculación con la causa), Pep Agut, Doug Aitken, Sylvie Fleury, Alicia Framis, Carlos Garaicoa con una obra (Incluir, nunca excluir) recientemente adquirida por la coleccionista, Alberto Greco, Juan Hidalgo, Mark Wallinger, Lawrence Weiner, Jason Rohades, Juliao Sarmento... Y la que se lleva la palma de Phillipe Parreno (El escritor. ¿En qué crees, en tus ojos o en tus palabras?). «Los idiomas de los colores», con Pedro Cabrita Reis, Ceal Floyer, Iran do Espiritu Santo, Katharina Grosse, José Guerrero, Mitsuo Miura, Nam June Paik, dos gerhard richter de los años 70 y 80, respectivamente, que certifican que Helga de Alvear compra, y bien, desde hace mucho tiempo, incluso cuando los artistas todavía no han llegado a su cúlmen... Nada pesa, nada abruma, la conjunción resulta tan armónica que no pierde el compás «La traición de las imágenes», con Araki, José Damasceno, Thomas Demand, Roland Fischer, Luis Gordillo, Mona Hatoum, Jürgen Klauke, Man Ray, Sigmar Polke, Franz West... Y se cierra el ciclo en «Espejos de papel», donde Juan Muñoz, una vez más, centrifuga a su alrededor todas las energías vertidas por Helena Almeida, Isaac Julien, Carlos León, Frank Thiel, Matt Mullican, Montserrat Soto, Luc Tuymans, Erwin Wurm... Como escribió Wittgenstein, a quien reproduce José Jiménez en el catálogo: «Algo rojo puede ser destruido, pero el rojo no puede ser destruido y es por eso por lo que el significado de la palabra rojo no depende de la existencia de una cosa roja». Los juegos del lenguaje, y del arte.

«Juegos de lenguaje. una introducción al arte de nuestro tiempo»
COLECTIVA
Fundación Helga de Alvear. Cáceres. C/ Pizarro, 8. Comisario: José Jiménez. Http://fundacionhelgadealvear.es/. Hasta el 5 de mayo de 2013

Fuente: ABC

cartelcongresonebrija

Circular Informativa (PDF)

Programa definitivo (PDF)

Formulario de Inscripción Comunicantes

 El plazo de presentación de propuestas de comunicaciones finaliza el 30 de octubre de 2023

Formulario de Inscripción Asistentes

Últimas Noticias


Con el patrocinio de la
JUNTA DE EXTREMADURA
Consejería de Cultura, Turismo y Deporte


 

Agenda

More in Agenda  

Últimas Publicaciones

  • Inventario de Publicaciones
    MEMORIAS (Trabajos de investigación de historia y arte de Extremadura)   Memorias de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes I. -- Trujillo: Real Academia de...
More in Publicaciones  

Boletines

More in Boletín