Hay en el teatro muchas declaraciones de intenciones implícitas. Una puesta en escena no se queda en la mera reproducción de un texto teatral, sino que guarda, ya desde su elección, la necesidad de comunicar, de gritar, de lanzar un mensaje o contar secretos entre líneas. Las actrices Asunción Mieres y Elizabeth Ruiz parecen querer expresar muchas cosas por el mero hecho de haber creado la compañía ‘Emulsión Teatro’, que esta noche pone sobre las tablas de la plaza de las Veletas ‘Juegos de Damas’, que inaugura la sección oficial del Festival de Teatro Clásico de Cáceres. Ligadas al teatro amateur desde hace años, estas mujeres decidieron hace dos dar un salto y acercarse al mundo del teatro profesional. Así que se pusieron en marcha y con esta obra van demostrando hasta donde se puede llegar con sus grandes dosis de «ilusión». Llamaron al dramaturgo y director Isidro Timón y empezó a cuajarse un proyecto que habla de libertad femenina, de mujeres que se sobreponen a su previsible destino y que dan «la campanada», a lo grande, dedicándose, en este caso, a la delincuencia y la prostitución. «Es una obra muy divertida y muy rápida», ilustró Asunción Mieres, que atesora más de 70 premios de teatro.
Sección oficial
Isidro Timón explicó que se trata de la adaptación de la novela ‘La hija de Celestina o la ingeniosa Elena’, de Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, un autor perteneciente al Siglo de Oro. En la época es difícil encontrar novelas en las que se encontraran personajes de mujeres aguerridas y libres de convencionalismos. Esta obra sí dibuja estos perfiles, aunque al final ambas mujeres, terminen mal, ajusticiadas. «Pero no es un drama, antes de que llegue la hora ellas recuerdan su vida, se ríen, beben vino», recrea Timón. La escena se desarrolla durante un ensayo de estas dos actrices, como una especie de teatro dentro del teatro. La obra ha sido representada en Plasencia y Ávila, y este año llegará también al Corral de Comedias de la localidad burgalesa de Lerma.
Escuela de Teatro
El privilegiado patio del restaurante Torre de Sande, en pleno corazón de la parte antigua, vuelve a ser el espacio en el que se dan a conocer todos los espectáculos de este festival. Ayer, se presentaron las obras de teatro que exhibe la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) y que podrán verse a lo largo de todo el festival, que se clausura el 21 de junio. Ayer en el Gran Teatro se puso sobre las tablas ‘El chico de la última fila’, el exitoso texto de Juan Mayorga en el que se basó la película ‘En la casa’. En ese caso dirige la Olga Rodríguez Estecha. El próximo martes tiene lugar ‘Esperando a Godot’, de Samuel Beckett y el siguiente ‘15 movimientos’, de Rubén González Rodríguez, sobre las luces y las sombras del 15-M. El espectáculo de clausura también corre a cargo de los alumnos de esta escuela. El domingo 21 de junio ofrecerán ‘La fiera, el rayo y la piedra’, de Calderón de la Barca, en versión de Charles Delgadillo y dirigida por Carmen Galarza, ambos profesores de la ESAD. Galarza recordó ayer el trabajo hecho por todos estos alumnos que finalizan su formación después de cuatro años. Sara Jiménez es una de las alumnas que formará parte de estos montajes. Ayer explicaba que el proceso «está siendo muy interesante» por la interacción entre los actores y también por la ayuda recibida para poner en marcha un texto. Cinco meses de ensayo y, en la mayor parte de los casos, solamente una función representada. Ésa es la magia y la dureza del teatro.
Además de estos montajes, la ESAD está también en el ‘Off teatro’, la sección amateur de esta cita, que se aloja en la Plaza de San Jorge. Este fin de semana podrá verse a las 21,00 horas ‘El juez de los divorcios’, de Cambaluz, el jueves. El viernes la misma compañía muestra ‘Ligazón’ y el sábado los alumnos de la ESAD exhiben ‘El duelo’. Es el contenido de un primer fin de semana teatral que concluye con el concierto de la Banda del Conservatorio en el Paseo de Cánovas a las 13,00 horas del domingo.
Fuente: HOY
