El pasado día 7, Leonor Borrallo (Plasencia, 1959) añadió una línea especial al guión de su vida. Por primera vez acudió a una exposición en la que ella era la protagonista principal. Un acto comprometido para una tímida, sí, pero, sobre todo, un motivo de orgullo para alguien que ha dedicado al aprendizaje artístico la mayor parte de los ratos libres de sus últimos diez años de vida. A la escultura en general y al barro en particular. «Es una materia muy plástica, casi que solo trabajo con ella, me gusta mucho», explica la artista placentina que el día siguiente a la visita de los Reyes Magos, viajó a Mérida para presentar su primera exposición individual, titulada 'Inquietud matérica'.
EN SU CONTEXTO
uTítulo: 'Inquietud Matérica'.
uAutora: Leonor Borrallo (Plasencia, 1959).
uDónde: En el patio de la Asamblea de Extremadura (Mérida).
uHasta cuándo: Hasta el día 31.
uContenido: Noventa piezas de cerámica contemporánea elaboradas desde el año 2005 hasta hoy.
Son noventa obras que pueden verse hasta el próximo día 31 en la Asamblea de Extremadura, «un sitio precioso, porque el patio es muy bonito y la iluminación es perfecta», precisa Borrallo, alumna de la Escuela de Bellas Artes Rodrigo Alemán, en Plasencia. Ahí, en esas aulas que gestiona la Diputación Provincial de Cáceres, empezó y en ellas ha aprendido casi todo lo que sabe sobre esta disciplina artística. «Siempre me había gustado mucho la escultura y había pensado en intentar entrar en la Escuela, pero la verdad es que no tenía tiempo», recuerda ahora la artista. Las circunstancias cambiaron hace una década y ella pudo dar el paso. Hizo el examen, la aceptaron, y así empezó su vida artística, que acaba de firmar su episodio más importante con esta muestra en la sede del Parlamento regional.
En él se pueden ver jarrones de distintos tamaños y colores, piedras, jarras, recipientes de formas originales, adornos, botellas... Esculturas, en definitiva, concebidas desde una sencillez solo aparente y ejecutadas con limpieza. A base de barro. Siempre el barro. «Te permite hacer muchísimas cosas, no solo jarrones, sino también murales, y pintar, y grabar...», comenta Borrallo, un buen ejemplo de lo que es posible conseguir con empeño y formación bien encauzada.
Leonor Borrallo Escultora
«El barro ha estado siempre presente en el devenir de la Humanidad»
Oteiza, Chilla, Enric Mestre...
El día que fue inaugurada su exposición, ella misma explicó que el barro le atrae por las posibilidades que plantea y por la importancia que ha tenido a lo largo de los siglos. «El barro -explicó Leonor Borrallo el pasado día 7 en Mérida- ha estado siempre presente en el devenir de la Humanidad, tanto en su forma más práctica como en su aspecto más estético y artístico».
Luego están las influencias, los nombres conocidos que sirven de espejo en el que mirarse. En el caso de quien en estos días decora con sus obras el patio de la Asamblea, los referentes están claros. Son Jorge de Oteiza, Chillida y fundamentalmente, Enric Mestre, «por el que siente una especial predilección, por lo que predominan en sus obras los motivos geométricos y el empleo de líneas rectas», explica la Asamblea de Extremadura. A partir de esa base que es la materia prima que a ella más le gusta, Borrallo ha levantado un mundo artístico propio, en el que hay sitio para técnicas como el rakú, originario de Japón. «Es una técnica que llama la atención porque resulta espectacular -explica la artista-, y una de sus principales características es que la pieza se saca del horno a 950 grados, lo que genera un choque térmico grande, que te obliga a trabajar con mucho cuidado».
También recurre a las mezclas de esmaltes, a los que trata de diferente modos para lograr una variedad de texturas y acabados. Maneras que ha ido perfeccionando con el paso del tiempo, a base de pasar horas manchándose las manos. «Me gustaría vivir de la escultura, claro que sí, pero a día de hoy lo veo como algo imposible», dice Leonor Borrallo, que tiene su casa -y la de algunos familiares también, admite ella misma- llena de figuras con su firma, la misma que ahora decora el patio de la Asamblea de Extremadura, en una exposición que quizás, hace diez años ella no se atrevía a imaginar.
Fuente: HOY
