Esta noticia pertenece a la edición en papel de El Periódico Extremadura.
A. M. ROMASANTA 24/02/2012
Hasta ahora habían sido sacerdotes que daban clases en el Seminario Diocesano de San Atón en Badajoz los que se hacían cargo de la biblioteca que más títulos clásicos alberga de Extremadura, el más antiguo de 1495, casi coetáneo de la imprenta. Por primera vez una mujer, doctora en Biblioteconomía y Documentación por la Universidad de Extremadura, dirige su funcionamiento. Guadalupe Pérez Ortiz (Badajoz, 1979) reconoce que este puesto "es un privilegio".
Su primer contacto con esta institución fue cuando realizó la tesina sobre la documentación de Almendralejo (de donde procede su familia) en el Archivo Diocesano. Después hizo la tesis sobre conventos. Antes de estas experiencias, nunca se había acercado a esta biblioteca. En noviembre del 2006, su antecesor, Francisco Tejada Vizuete, la llamó para que catalogar los fondos, una labor rutinaria para la que no había nadie dedicado y ahora acaba de ocupar el puesto de Vizuete.
Esta biblioteca está destinada directamente a los seminaristas y a los alumnos del Instituto Superior de Ciencias Religiosas, que son los que pueden llevarse los libros en préstamo. Pero además está orientada a todo aquel que se dedique a la investigación, no es un lugar cerrado. "El sentido de una biblioteca es el uso y la difusión, porque si no sería un almacén de libros", defiende.
Entre estas paredes no solo hay un gran fondo teológico --"como es lógico"--, de Biblias, dogmática, moral, espiritualidad y pastoral desde el siglo XV hasta lo más actual: también ciencias (sobre todo de farmacia y parafarmacia, con volúmenes procedentes de cuando Carlos III expulsó a los jesuitas de España y los seminarios se quedaron con los libros de sus colegios), filosofía, psicología, psicopedagogía, ética, arte, los grandes clásicos, literatura en varios idiomas, derecho civil además del canónico, sociología y una sección específica de historia de Extremadura, así como enciclopedias generalistas y diccionarios. "Tenemos de todo, porque los seminaristas se tienen que formar no solo en el aspecto teológico".
En estos momentos, la biblioteca del seminario cuenta con más de 42.000 volúmenes. "Hemos crecido muchísimo en los últimos años", gracias, según la directora, a los "contactos" de Vizuete, "que ha sabido moverse muy bien en el tema de donaciones". Entre los tesoros que alberga está El Fisiólogo de San Epifanio, de 1587, el único ejemplar existente en España, el Catecismo de Bartolomé de Carranza, de los pocos que hay en el mundo y la Gramática latina de Nebrija, de 1558. En la actualidad, Guadalupe Pérez trabaja en la automatización de todos los fondos, que según su directora, "con los medios con los
que contamos, están en un estado de conservación bastante bueno".