El año que viene se conmemora el Quinto Centenario del avistamiento del Pacífico El extremeño Vasco Núñez de Balboa (Jerez de los Caballeros, 1475-Acla, Panamá, 1519) no sólo situó en los mapas mundiales el Océano Pacífico, que hasta 1513 sólo era conocido por los nativos americanos. Con su lucha por llega al Mar del Sur del que le hablaban los indígenas, Núñez de Balboa señaló la ruta que luego seguirían los constructores del Canal del Panamá, una infraestructura que revolucionó el transporte de mercancías a nivel mundial y ha influido poderosamente en la vida política del país. Balboa también dejó establecido el trazado al que se ajustan todavía carreteras y líneas de ferrocarril en el país centroamericano y su viaje es considerado factor básico de la apertura de aquellos territorios panameños a la modernidad actual. Panamá es uno de los países que más crecimiento económico anual experimenta en América Latina.
El 25 de septiembre de 2013, el año próximo, se cumplirán quinientos años del día en que Balboa y sus hombres divisaron desde una loma una extensión inabarcable de agua de la que no había noticia en Europa y la encontraron tan tranquila que acabaría adquiriendo el nombre de Océano Pacífico. Cuando Balboa se sumergió en ella llevando en sus brazos el pendón de Castilla, no tenía conciencia exacta de la importancia geográfica y estratégica que su descubrimiento alcanzaría con el paso de los siglos.
Crió cerdos con dátiles Por alguna razón que quizá sea atribuible a su personalidad abierta o al hecho de que, a su llegada a América, Balboa no dudó en arraigarse a aquella nueva tierra como un personaje trabajador haciéndose ganadero de cerdos a los que engordaba con dátiles, el caso es que su figura no despierta en Panamá las generalizadas reticencias que muchos de los conquistadores extremeños han cosechado en aquellos países latinoamericanos. Feliciano Correa Gamero, cronista oficial de Jerez de los Caballeros, que ha estudiado en profundidad la figura de Balboa, cree que es una consecuencia de que el jerezano, todavía joven, fue mandado matar por su propio suegro, Pedrarias Dávila. Eso le ahorró una vejez de luchas intestinas con otros españoles y descrédito personal y hace que hoy en día sea una figura indiscutida en la nación panameña y goce de prestigio, hasta el punto, relata Correa Gamero, de que aún hay niños a los que se impone el nombre de Vasco Núñez. Más datos sobre la influencia del extremeño en Panamá: la moneda panameña es el balboa, nombre que también tienen el puerto más importante del país y la cinta marítima costera y que, con éxito comercial, luce igualmente una cerveza nacional.
Dice Feliciano Correa que esta realidad histórica hace que los panameños se hayan entregado con entusiasmo a la celebración del descubrimiento del Pacífico. El país lleva algún tiempo preparando actos para conmemorar los cinco siglos pasados desde aquel momento, como ha podido comprobar el cronista de Jerez de los Caballeros que ha visitado Panamá recientemente, invitado por la Comisión Nacional del Quinto Centenario del Descubrimiento que preside la primera dama de la nación, Marta Linares de Martinelli. En Panamá, Feliciano Correa dio una larga serie de conferencias sobre la significación de la figura
del extremeño vista desde nuestro país. La dedicación de los panameños a este aniversario va por delante del esfuerzo extremeño por recordar la figura del descubridor del Pacífico, ya que su ministra de Cultura visitó Jerez el pasado año y estableció los primeros contactos para la colaboración extremeño-panameña en el aniversario. En cualquier caso, el pasado 7 de junio publicó el DOE la orden de creación de la Comisión Extremeña para esta conmemoración y en Jerez de los Caballeros también se ha creado, con el mismo objetivo, una Comisión Local que preside la alcaldesa de la ciudad. Aunque en el texto de creación de la comisión regional ya se advierte que «la constitución y funcionamiento de la Comisión no supondrá incremento
alguno del gasto público y será atendida con los medios materiales y personales existentes en las áreas de la Junta de Extremadura representadas en la Comisión».
Jerez y Panamá ya han alcanzado de hecho los primeros acuerdos de colaboración para realzar la figura de Balboa. Marta Linares de Martinelli, que vendrá a Cádiz en otoño a los encuentros del Bicentenario que tendrán lugar en la capital gaditana, tiene la intención de visitar Jerez para concretar un proyecto financiado por Panamá que creará un centro de interpretación de Balboa en la Iglesia de San Bartolomé, donde fue bautizado el conquistador. Este acuerdo permitirá restaurar la pila bautismal donde se le administró el sacramento y realizar una réplica de la misma que en Panamá City será instalada en un museo religioso.
Recuerdos
Tanto su villa natal como la capital panameña ostentan estatuas que recuerdan la figura del extremeño, de cuyo cuerpo nada más se supo tras la decapitación a la que fue condenado por supuesta infidelidad al rey español. Había sido casado con una hija del hombre que le condenó a muerte, Pedrarias, pero el matrimonio nunca llegó a consumarse porque él estaba en América y ella residía en un monasterio en España.
En su juventud, fue un hidalgo que se buscó la vida en Huelva entrando al servicio de Pedro Portocarrero, señor de Moguer. Viviendo en esa costa, su embarque a la búsqueda del sueño americano se antoja como inevitable. Feliciano Correa dice que su descubrimiento del Océano Pacífico supone «la apertura de una nueva era» y la fijación de «la última frontera del mundo». «Eso hace que se defina el mapa del mundo. Y, desde nuestro punto de vista, supone el comienzo de lo que se ha dado en llamar la globalización». Ese rasgo global del descubrimiento de Balboa es, a juicio de Correa Gamero, lo que hace que Panamá afronte el aniversario como un acontecimiento universal «y con una mentalidad no bananera». Según el cronista, los hechos históricos del país han hecho a los panameños «asumir con naturalidad la democracia capitalista, a imagen del modelo desarrollado en Europa y EE.UU.» y les permite «hacer una interpretación no canibalista del tema de Balboa». Feliciano Correa asegura que la figura de Balboa se encuentra «en ese puente ideológico por el que se pasa de la penumbra del románico a la
luz del gótico», lo que le confiere una mentalidad abierta que no oculta el interés religioso que inspiró las conquistas del Nuevo
Mundo. Como otros contemporáneos, Balboa también se lanzó de lleno y a veces con violencia a la búsqueda de las riquezas que ansiaban los españoles, aprovechando su habilidad para manejar la espada que le valió el sobrenombre de 'El esgrimidor'.