Acomienzo de los años sesenta del siglo pasado, un grupo de habitantes del Estado de la Florida llegaron a Bancarrota por razones de hermanamiento. Ahí fueron agasajados los norteamericanos y desde entonces van y vienen. La anécdota social y turística no tendría mayor importancia si ese hecho y sus sucesivas celebraciones no hubieran servido de confusión para engordar el engaño de que Hernando de Soto nació en tal villa.
En 1992 desde la Vicepresidencia de la Junta se celebró el congreso sobre 'Hernando de Soto y su tiempo', deslizándose por el mismo camino de la equivocación al ignorar la naturaleza jerezana del Adelantado.
Esa manía de prohijar a notable no es nueva. En 1903 Vicente Paredes sostenía que Cristóbal Colón era de Plasencia y en los años cuarenta, el pintoresco párroco de Oliva de la Frontera, Adrián Sánchez Serrano, se esforzaba en convencer de que Colón era olivero. El latiguillo se repite en la villa cada vez que llegan los de Bradenton, repitiendo a los incautos disfrazados que el Adelantado nació en Barcarrota. En 2012 se ha realizado una publicación en inglés y otra en español con el título de 'Barcarrota-Bradenton. Cincuenta años de amistad', y otra de Estéban Mira Ceballos, que llama barcarroteño al de la Florida y con ello dan pábulo al engaño con el apoyo económico oficial.
Pero pocas figuras en la historia están tan documentadas para asegurar con rotundidad que Hernando de Soto nació en Jerez de los Caballeros, tesis ratificada por unanimidad en el IX Congreso Internacional de Historia de América celebrado en septiembre de 2000 y dirigido por el americanista Fernando Serrano Mangas, (Vid. HOY de 27.IX.2000. Pág 8). Tuve de catedrático de Historia Moderna en la Universidad de Deusto al prestigioso profesor Carmelo Sáenz de Santa María, que en el tomo CXXII de la Colección Biblioteca de Autores Españoles dedicada páginas a un personaje en el que el profesor era especialista, el Inca Garcilaso de la Vega, causa del engaño, al que descalifica por escribir su historia de oídas sin citar fuentes. Él Inca es el origen del error sobre Soto, pues en el capítulo primero afirma: «Esta suma de dineros trajo Hernando de Soto y pudiera comprar en su tierra que era Villanueva de Barcarrota, mucha más hacienda que al presente se puede comprar». A él se han sumado otros ignorando el alumbramiento de documentos posteriores. Pero el gran propagandista de este juguete cómico ha sido don Luis de Villanueva y Cañedo, nacido Higuera de Vargas en 1824 y el 25 de julio de 1866 levantó en la villa el primer monumento a un conquistador elevado en Extremadura. En su base se puede leer: «Al valiente y magnánimo guerrero Hernando de Soto. la villa de Barcarrota, su patria, dedica esta memoria en 1866».
Daría para un libro grueso analizar el cúmulo de errores sostenidos tras Garcilaso -que escribe cuarenta y seis años después de morir Soto-, así que resumo con la brevedad que puedo lo que sigue:
1º.- En 1929 los historiadores Antonio del Solar y José de Rújula afirman en su obra 'El Adelantado Hernando de Soto', y tras recoger en ella el acto solemne de su ingreso en la Orden de Santiago cómo los testigos debían decir si lo conocían, si sabían de sus padres, señalando el lugar de nacimiento, si eran cristianos viejos sin mezcla de villanos, moro converso, y tras repasar la declaración de los nueve hombre señalados para testificar afirman los autores que «resulta innegable que en toda la documentación que hemos examinado del esclarecido capitán, no se cita Barcarrota». En el Expediente para ingreso en la Orden (AHN Exp. 7.885), se expresa el nacimiento jerezano de Soto y Vázquez de Moscoso, uno de los que testifican así lo afirma. Tengamos en cuenta que en tal ingreso en la Orden se hacía referencia a todos los lugares donde vivía él y su familia, y nada se dice de Barcarrota.
2º.- En el testamento de Hernando de Soto, otorgado en San Cristóbal de La Habana el 13 de mayo de 1539 ante el escribano de Su Majestad Francisco Cepero, manifiesta querer ser enterrado en la iglesia de San Miguel, en la sepultura donde está su madre, en la 'ciudad de Xerez', donde ha de llevarse el cuerpo de su padre y reposar en la capilla de nuestra Señora de la Concepción. Y manda asistir con su herencia a doncellas huérfanas «de las más pobres que oviera en la ciudad de Xerez cerca de Badajoz», nada dice de Barcarrota.
3º.- En el Boletín de la Real Academia de la Historia (Tomo CLI, cuaderno II págs. 353-358), donde escribe Canilleros que el Inca publica su obra sin sostén documental alguno.
El Conde es determinante en el desmonte de esta farsa. Toma como base a un acompañante de Soto, el Fidalgo de Elvas, cuya 'Expedición de Soto a la Florida' ve la luz en 1557 en Évora, y no se publica en castellano hasta 1952 y dice: «el capitán Hernando de Soto era hijo de un escudero de Jerez de los Caballeros». Este texto del portugués no fue publicado impreso en España hasta tarde, lo que permitió dar cuerda al engaño. Dice Canilleros que por los documentos se puede afirmar que nació en Jerez de los Caballeros.
4º.- El propio Canilleros halló en el Archivo de Indias de Sevilla un documento que desmiente más el invento. Se trata de la Información de Servicios de López Vélez instruida en Sevilla, el 30 de mayo de 1536. En este caso Soto interviene como testigo pero su importancia estriba en que al declarar como tal, estando Soto delante del escribano, dice el texto: « Testigo Hernando de Soto, natural de la ciudad de Xerez, cerca de Badajoz». Soto estaba allí y ve lo que se escribe sobre él.
5º.- En una información de nobleza, a tenor con la Real Cédula de Carlos I de 1538, declara Suero Vázquez de Moscoso, regidor de Badajoz, y afirma que «conoce al dicho Adelantado Don Hernando de Soto e sabe ques natural de la ciudad de Xerez».
Tengo más testimonios rotundos, están en la Sección de Manuscritos, Gallangos 17996, redactada en el siglo XVI por el historiador Pedro Barrantes Maldonado, medio hermano de San Pedro de Alcántara. En el texto se dice: «cuando Hernando de Soto natural de Xerez de Badajoz fue por capitán de la Florida en las Indias.». Y más.
Aun con tales argumentos seguirá el carnaval atusado con trajes de época, seguirá un sainete pueblero poco digno de consideración, pero ante el que no puedo callar como Cronista Oficial de mi ciudad.
Feliciano Correa Gamero / HOY 16-7-12