Ayer miércoles, con motivo de la presentación, en la Fundación Academia Europea de Yuste, del libro 'Un juglar en las Cortes de Manuela de Portugal, primera esposa de Felipe II, y su hijo Don Carlos', tanto su autor, el escritor jaraiceño José Vicente Serradilla Muñoz, como el presentador del acto, Joaquín González Manzanares, director de la biblioteca de Extremadura, lamentaron que la biblioteca del Real Monasterio de Yuste, desde el pasado año forme parte ya de los fondos de la sede de la Universidad de Comillas en Madrid.
Hasta ahora este hecho no había transcendido, pero, como indicaron tanto Serradilla como González, representa una gran pérdida para Extremadura, que se ha quedado sin una biblioteca que contenía más de cuarenta mil volúmenes, además de legajos y balduques, en uno de los cuales, José Vicente Serradilla encontró un manuscrito firmado por Fray Juan de Córdoba, que había sido juglar anteriormente en la Corte de Manuela de Portugal y que se hizo monje para escapar de la Inquisición, pues era homosexual, recalando en Yuste, donde murió y dejó escrita de su puño y letra el manuscrito que ha inspirado la obra del escritor jaraiceño.
Gran fondo bibliográfico
González Manzanares señaló que el libro de Serradilla es una reliquia que queda de un gran fondo bibliográfico, de incalculable valor histórico y cultural, que, pese a las gestiones realizadas por el Gobierno de Extremadura, la Fundación Academia Europea de Yuste, Patrimonio Nacional, la Mancomunidad de la Vera y el Ayuntamiento de Cuacos de Yuste, la Orden Jerónima como propietaria, tras desligarse de Yuste, a consecuencia de las obras de rehabilitación del Monasterio, ha optado finalmente por donar tan importante patrimonio a la Universidad de Comillas de Madrid, en vez de que volviese a su lugar de origen. La biblioteca se había desmontado hacía una década por otras obras que se hicieron en el cenobio verato, y diez años después, tras permanecer empaquetados los libros en cajas, en 2012, en vez de regresar a Yuste la orden Jerónima ha decidido que se queden definitivamente en Madrid, para desgracia de Extremadura.
Fuente: HOY