Un arqueólogo ha visitado esta semana El Rebellao, donde hay dos monumentos megalíticos y posiblemente restos de un tercero La respuesta no se ha hecho esperar. Un arqueólogo de la Consejería de Cultura del Gobierno de Extremadura ha visitado esta semana la finca El Rebellao, propiedad de la Fundación Dolores Bas de Arús, para conocer de primera mano los dólmenes cuya existencia esta entidad venía proclamando con el objetivo de encontrar ayuda en las instituciones que permita adecentar, conservar y promocionar estos monumentos megalíticos. En principio, en la citada finca existen dos dólmenes, uno en casi perfecto estado (El Rebellao I), cuyo perfil la fundación usa como logotipo, y otro que presenta más destrozos (El Rebellao II). Pero es posible que exista un tercero, según comprobó el arqueólogo de la Junta, aunque aún debe ser confirmado. Esta finca se ubica en la carretera que une Valverde de Leganés con Almendral en el kilómetro 121, en el término municipal de Badajoz (a menos de 30 kilómetros del casco urbano) y desde la fundación se apunta que los dólmenes son "inéditos" y tal vez los únicos que se conservan en este entorno. El Rebellao I está en un terreno de 23 hectáreas que existe al final de la finca, aislado por un regato que ha impedido que la maquinaria haya llegado nunca, de ahí el "perfecto estado" en que se encuentra, según explica el presidente de la fundación, Pedro Arias. Se calcula que tiene 6.000 años de antigüedad. El técnico de Patrimonio señaló en su visita que como se construyen en montículos, habrá que excavarlo todo para sacar al descubierto el pasillo. Sobre la posibilidad de que existiese un ajuar funerario, la fundación tiene información de que lo hubo y se encuentra en el Museo Arqueológico, que no ha confirmado haberlo localizado. Arias señala que se ha documentado muy poco, precisamente por la dificultad de acceder a él. El Rebellao II se encuentra en la misma finca, a más de un kilómetro del anterior, pero está modificado porque a lo largo de los años se han vertido en su interior las piedras que sobraban en las tierras labradas. Se presume que la piedra superior se encuentra en el interior. Y, "casualmente", en la visita del arqueólogo, se encontró a 60 metros del segundo dolmen una piedra de gran tamaño en un arroyo rodeada de maleza, y que "presumiblemente" pudiera proceder de un tercer dolmen, aún sin confirmar. Desde la fundación entienden que no sería complicado hacer accesibles al público estos restos. Además, cerca de dos últimos dólmenes, lindando con la carretera, existe un portal almohade en aparente perfecto estado de conservación, que podría formar parte del conjunto visitable.
Fuente: HOY