Ha tenido distintos usos. Muchos todavía recuerdan que fue la casa del sacerdote Ramón Núñez, hijo adoptivo de la ciudad. Además, en diferentes épocas, el edificio acogió un bar con una gran aceptación, se utilizó como despacho parroquial y se convirtió durante un tiempo en la sede de Cáritas Interparroquial, mientras se reformaban sus actuales instalaciones. Su último uso fue el de archivo de la iglesia y hace unos años fue trasladado. Se trata de la iglesia de la Preciosa Sangre de Cristo, perteneciente a la parroquia de San Martín y situada junto a la plaza Mayor, en la Cuesta de la Sangre. Ahora no tiene ninguna actividad. Ya, en un informe de 2010 del arquitecto Javier Diz, se ponía de manifiesto el peligro que había de caída descontrolada de forjados, tabiques y muros interiores. Pasado el tiempo, el deterioro de esta iglesia del siglo XVII es continuo. Ahora, parece que se va a dar un primer paso para su futura recuperación. El Ayuntamiento tiene la intención de comprar esta iglesia. Los trámites ya han comenzado. El precio estipulado para hacer esa compra está fijado en 300.000 euros. Fuentes municipales confirman que hay acuerdo, aunque se tendrá que formalizar en los documentos oportunos. Una vez que pase a titularidad municipal, el Ayuntamiento deberá afrontar varios retos con esta histórica iglesia, dividida en tres plantas para acoger despachos, una vivienda y un salón parroquial. Uno de ellos es el de recuperarla o, al menos, parar su deterioro. En 2010, Diz explicó que la división del monumento se llevó a cabo con muros de escasa calidad. Se utilizaron «forjados con viguetas metálicas y bóvedas de rasillas y yeso». El contacto permanente de la estructura metálica con el yeso, junto con la humedad, ha producido, a lo largo de los años, «la corrosión de edificio», afirmó en ese momento el arquitecto. Esos problemas no se han corregido, por lo que ha habido la caída de algunas partes, confirma este profesional. Fuentes de la parroquia, en alguna ocasión, han manifestado que, esa reforma debería devolver la iglesia a su estado original y sanear la estructura de las humedades, entre otras tareas. Otro de las cuestiones que se debe plantear es el fin que se quiere dar al inmueble situado en pleno centro de la ciudad. Ya, en otras épocas, diversas administraciones visitaron este inmueble para intentar ponerlo en valor con algún proyecto. Uno de ellos era una sala de exposiciones. En esta legislatura también se ha analizado su recuperación con la puesta en marcha determinadas actividades. Al final, esas propuestas, por unas u otras razones, no llegaron a buen puerto. La compra del inmueble puede ser un primer paso para su recuperación. Podría estar disponible para acoger una propuesta importante que pueda llegar a la ciudad.
Fuente: J. SÁNCHEZ PABLOS30/12/2013