Desde 1997, todos los años durante un fin de semana del mes de julio, tienen lugar en Hervás las jornadas denominadas Conversos, un viaje de esta localidad y de toda Extremadura en busca de sus raíces y su pasado.
Se trata de una iniciativa promovida y desarrollada por el Ayuntamiento de Hervás, consciente del interés general por el legado histórico que los habitantes de origen judío dejaron en la Villa, así como de su importancia para promocionar al municipio y su entorno,
Este verano, Hervás celebra sus Conversos entre el tres y el seis de julio, en lo que será la decimosexta edición de estas jornadas, tres días en los que la villa vuelve al siglo XV para recordarnos cómo tuvo lugar la expulsión de los judíos de España, un hecho histórico que con el paso de los años se ha convertido en una fiesta popular de carácter cultural.
Una fiesta del pueblo
La gran riqueza de las jornadas es la participación de la gente de Hervás, sin esa participación popular sería imposible el éxito y la continuidad en el tiempo que han tenido los Conversos.
Son jornadas que, a través de una original Fiesta Popular en la que participa prácticamente la totalidad de la población, toman como medio de expresión el Teatro, indagando y recreando costumbres, comportamientos y acontecimientos que ocurrieron en el Hervás del siglo XV y primera mitad del XVI.
Como no podía ser de otra forma, la fiesta nace del corazón de su Barrio Judío, uno de los mejor conservados de la Red de Juderías de España Caminos de Sefarad, y que es, durante todo el año, uno de los grandes atractivos turísticos de Extremadura.
La fiesta utiliza como uno de sus medios de expresión principales el arte escénico, con la representación de la obra La Calumnia, escrita por el dramaturgo extremeño Miguel Murillo y que se estrenó en la pasada edición de Los Conversos.
Un momento de la representación | Ayuntamiento de Hervás
Está basada en un hecho documentado en el Archivo General de Simancas: los acontecimientos que sucedieron en Hervás en el año 1506 y que generaron el proceso inquisitorial por el robo y ultraje de una hostia consagrada, que fue atribuida a cristianos nuevos de Aldeanueva del Camino.
Fuente: Libertad Digital