Un grupo de sacerdotes de la Iglesia de Mérida-Badajoz se ha dirigido a monseñor Renzo Fratini, nuncio apostólico en España, para transmitirle el malestar que sienten tras comprobar que monseñor García Aracil se ha embarcado en dos obras que no están en sintonía con la austeridad que predica el Papa Francisco.
En la carta se explica que la diócesis de Mérida-Badajoz es «una iglesia pobre que peregrina en una tierra pobre». «No llegamos a ser una región subdesarrollada, pero sí la menos desarrollada de España, ya que somos la única de nuestro país que es objetivo preferente (Objetivo 1) para la Unión Europea».
Los sacerdotes insisten en esta circunstancia y recuerdan que el índice de paro en la región es del 29,4%, «siendo más crudo entre los jóvenes que tienen de 25 a 34 años y no han pasado de la Educación Primaria o inferior, ya que entre ellos la tasa de paro es del 64% en Extremadura».
«Los gastos que genere la decisión de García-Aracil pueden ser llamativos, inoportunos y escandalosos por innecesarios», aseguran
Por este motivo, los firmantes señalan que «la prudencia pastoral y el sentido común nos pide ser una Iglesia austera, en consonancia con las realidades de nuestro pueblo y en sintonía con la exigencia evangélica en la que tanto insiste el Papa Francisco».
Esa convicción les lleva a denunciar que el arzobispo de Mérida-Badajoz haya decidido convertir la tercera planta del arzobispado «en Palacio Episcopal». «En contra de los criterios de austeridad pastoral y sentido común que hemos dicho antes, Don Santiago García Aracil ha decidido convertir la tercera planta del edificio de la curia en Palacio Episcopal, teniendo que trasladar las dependencias allí existentes».
El edificio al que se refieren los sacerdotes es la casa del Cordón, que está en la parte alta de la calle Obispo San Juan de Ribera, junto a la plaza de España de Badajoz. Esa sede entró en funcionamiento en 2001 para acoger las oficinas y dependencias de la curia diocesana, que hasta entonces estaban en otro edificio ubicado en la parte baja de la calle Obispo.
En la carta se indica que hasta ahora la residencia del arzobispo ha estado en el edificio del antiguo obispado, concretamente en la primera planta, razón por la que no entienden las razones que llevan a habilitar otra vivienda en el nuevo edificio arzobispal. «Los gastos que genere esta decisión pueden ser llamativos, inoportunos y escandalosos por innecesarios, ya que la diócesis tiene residencias suficientes para ofrecer tanto al arzobispo titular, como al actual (arzobispo) emérito y al que lo sea en su día, viviendas dignas tanto en la ciudad de Badajoz como en la de Mérida».
Los sacerdotes también apuntan que en estos momentos la diócesis está realizando otra obra en el seminario diocesano, aunque no entran a valorar este gasto porque dicen desconocer los detalles de esa actuación.
Tras exponer esta situación, los sacerdotes piden la intervención del nuncio para que la inminente llegada del nuevo arzobispo coadjutor de Mérida-Badajoz, Celso Morga, «no esté condicionada por situaciones incomodas y sea acogido con alegría».
Varios sacerdotes de la diócesis de Mérida-Badajoz consultados por HOY han confirmado la existencia de la carta remitida al nuncio apostólico y el malestar que existe entre una parte de la curia. Uno de ellos aseguró que la persona que se la había hecho llegar la carta le había indicado que estaba firmada por más de 50 sacerdotes, cifra que otros curas diocesanos consideran «impensable» por excesiva.
Esta no es la primera vez que los sacerdotes de la diócesis de Mérida-Badajoz plantan cara a un proyecto impulsado por el arzobispo de Mérida-Badajoz. Con anterioridad también se movieron para tratar de parar la construcción de una residencia para sacerdotes mayores en el seminario diocesano. Entonces plantearon que el obispado ya tenía en Badajoz una residencia para sacerdotes adecuada y finalmente el proyecto quedó paralizado.
En estos momento, la diócesis está realizando dos obras. La primera es la que se hace en la tercera planta del edificio del arzobispado, y la segunda se lleva a cabo en el seminario diocesano, cuyo proyecto incluye, entre otras actuaciones, la ampliación de la biblioteca, la reforma de dormitorios para seminaristas y la adecuación de unas dependencias en la que se podría instalar el nuevo arzobispo coadjutor de Mérida-Badajoz tras su toma de posesión a mediados de este mes.
Fuete: HOY
