La cultura y el paisanaje extremeño están de luto: ha muerto en Madrid, a los 66 años de edad, víctima de una cruel enfermedad, el periodista, ensayista y escritor extremeño José Miguel Santiago Castelo. Granjeño de nacimiento y extremeño de vocación, con numerosos premios periodísticos y literarios en su haber desde su puesto como subdirector del diario ABC, estaba dotado de una personalidad extraordinaria, y tenía a Badajoz --después de su Granja natal y Madrid, su lugar de trabajo-- como su tercera casa. Poeta a la antigua usanza, creador de muchos quilates, lo mismo te hacía un soneto que un villancico. Su oronda y amable figura, siempre con la sonrisa por bandera, era habitual en los ámbitos litrerarios de la ciudad, como miembro de los jurados de los Premios "Ciudad de Badajoz" o en sus visitas a la Feria del Libro pacense.
En el momento de su muerte, era director de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, además de estar en posesión de la Medalla de Extremadura, la más alta distinción que concede la Comunidad a sus personajes más ilustres.
Santiago Castelo, además, había dejado sus reconocibles señas de identidad en numerosísimas colaboraciones, muchas de ellas desconocidas por el gran público. En su homenaje, quiero traer aquí varias estrofas del "Himno a la Virgen de la Soledad", Patrona de Badajoz, con letra del desaparecido autor y música del compositor Juan Pérez Ribes, director que fue de la Banda municipal de Música de Badajoz:
Soledad es un nombre extremeño
que define la viva verdad
de este pueblo de exilio y ventura,
Virgen Santa de la Soledad.
Badajoz en tus ojos se mira
y en tu manto consuela su mal
porque sabe que siempre le escuchas,
Virgen Santa de la Soledad.
(...)
Y si un día, Dios no lo quisiera,
muero lejos de ti, por piedad:
ven, recoge mi postrero latido,
Virgen Santa de la Soledad.
Descansa en paz, amigo José Miguel.
Fuente: El Avisador