El periodista y columnista Manuel Mira, revela en su última novela, ‘El olivo que no ardió en Salónica’ (La Esfera de los Libros) la historia desconocida de uno de los empresarios “más importantes” de la historia de España, el padre del imperio Danone, el judío sefardí Isaac Carasso, a través del cual, trata de mostrar la importancia que tuvieron los sefardíes para la cultura y la economía española. “Este libro es imprescindible ahora mismo en España para entender hasta qué extremo los sefardíes fueron importantes para la economía y la cultura de España”, ha asegurado este miércoles Mira en la presentación de la novela en Madrid. Además, la obra se publica en el marco de la tramitación del proyecto de ley para conceder la nacionalidad española a los sefardíes, una norma que, a su parecer, “hace justicia” a los más de dos millones de descendientes de judíos españoles que hay en el mundo, unos 70.000 de ellos en España. La novela cuenta la historia “épica” de Isaac Carasso, un descendiente de judíos españoles de principios del siglo XX en Salónica –donde la mitad de los habitantes eran judíos– que, en medio de tantas guerras –italo-turca, la primera y segunda guerra balcánica, la Revolución de los Jóvenes Turcos–, en 1913 decide emigrar junto a su familia a España. Tras un largo viaje, en el que recalaron en Suiza, en 1917 llegan a Barcelona y se instalan en un piso del barrio del Raval, donde logra fabricar un yogurt con propiedades medicinales, creando así en 1919 la empresa Danone. Sin embargo, la familia Carasso se instala en España en un momento convulso. En 1923 se produce el golpe militar de Primo de Rivera, en 1931 se proclama la II República y en 1936 estalla la Guerra Civil Española, circunstancias que obligan a Carasso a huir de España hacia Francia, país donde edificará el imperio Danone. Mira asegura sentirse orgulloso de esta novela por esa “obsesión emotiva” que siempre ha sentido por los sefardíes. Para este escritor, la expulsión de los judíos de España en 1492 fue “uno de los errores históricos más grandes cometidos en la historia española”. Por ello, uno de los pilares sobre los que el autor construye su obra es el “filosefardismo”, una corriente que nace a principios del siglo pasado de la mano de Ángel Pulido, un senador vitalicio de Salamanca que durante un viaje a los Balcanes se encontró a judíos sefardíes hablando español. Cuando regresó a España, se lo contó al Rey y a los políticos, que se dieron cuenta de la importancia que tenía el país cinco siglos después para aquellos descendientes de judíos españoles. El filosefardismo fue respaldado rápidamente por intelectuales como Pérez Galdós, Canalejas y por el mismo Rey Alfonso XIII. “Hasta Manuel Azaña era filosefardita”, asegura. DOS NIETOS DEL IMPERIO DANONE La información pública sobre el protagonista de este libro, según explica su autor, era tan escasa que podría ocupar una página. Por ello, ha tenido que realizar una investigación durante dos años en los cuales ha llegado a contactar con dos nietos de Carasso. Uno de ellos le aseguraba que aunque su pasaporte es francés, su corazón es español. “La melancolía –afirma Carasso– es una de las partes sustanciales del ADN de los sefardíes”. En cuanto al título de la novela, ‘El olivo que no ardió en Salónica’, Mira ha explicado que hace referencia al incendio voraz que destruyó dos terceras partes de Salónica. La historia cuenta que en el jardín de la casa de la calle ancha donde residía Isaac Carasso había un olivo y fue el único que no ardió en aquel incendio, un “simbolismo” con el que el periodista quiere reflejar que “los judíos sefardíes, a pesar de la humillación y el sufrimiento, siguen en pie”.
Fuente: Europa Press