El novelista Luis Morales (Cáceres, 1971), todo un experto en Fernando Pessoa, como lo demuestra la antología del “Libro del desasosiego” que ofreció el año pasado con el título de “Un día en la (no) vida de Bernardo Soares (editorial Funambulista), da un paso más allá y convierte al poeta portugués en personaje. “Un amor como éste” es la novelización de la vida del Pessoa que conoció al que sería el amor de su vida, el único, que no concluyó en nada firme pero que fue determinante en la vida de ambos; del gris oficinista Fernando Pessoa, que guardaba sus miles de escritos en un baúl del que aún salen maravillas, y de Ofélia Queiroz (1900-1991). Se conocerían en 1919, en las oficinas de la Baixa lisboeta cuando, con sólo diecinueve años, ella entraba a trabajar como mecanógrafa en una empresa en la que él –con treinta y uno– era traductor de correspondencia comercial. Morales, perfectamente apoyado en todo tipo de documentos literarios, epistolares y testimoniales, recrea el vínculo amoroso que los unió, desde que al parecer Pessoa, en un ataque de pasión irrefrenable, besó a Ofélia en la oficina. La novela, así, se puede leer también como una biografía doble, como una crónica de años convulsos en la cultura y la política lusas, y una manera, en definitiva, de ver imbricados los poemas y mensajes amorosos de la pareja en un relato narrativo que va enmarcado de un prólogo y un epílogo informativos. La relación, nos cuenta Morales, dudaría hasta noviembre de 1920 y, tras nueve años separados, volverían a verse, aunque sin que ello diera mayores frutos. Pese a todo, Ofélia seguiría en contacto con Fernando hasta la muerte de éste, en 1935.
La secretaria que enamoró a Pessoa El libro, de esta forma, tendrá dos tipos de lectores potenciales: el interesado en ver condensada la vida de Pessoa con el enfoque amoroso mediante la fluidez de una novela, y aquel que desee saber con sencillez datos rigurosos de lo que aconteció en aquellos años en torno a un escritor que, en 1908, sembró “las semillas de los heterónimos” (Soares, Alberto Caeiro, Álvaro de Campos, etc.) con los que despertaría décadas después el asombro de estudiosos de todo el mundo, además de rechazar prácticamente publicar (Morales explica tal decisión con la voz de su protagonista de manera convincente). “Un amor como éste”, finalmente, bebe de las cuarenta y ocho cartas de Pessoa a su amada que se publicarían en 1978, “en una edición precedida de un relato aclaratorio de la propia Ofélia, septuagenaria por entonces”; la sorpresa es que aparecerían las de ella a él, primero en 1996, es decir, póstumamente, y luego, con el añadido de otras cuantas inéditas en el 2013.
Fuente: La Razón