El mundo del arte llora la muerte de Ellsworth Kelly, el pintor y escultor neoyorquino que deja una de las huellas más marcadas del siglo XX. Considerado un «puente entre el modernismo europeo y norteamericano» por Matthew Marks, propietario de la galería del mismo nombre y que fue el encargado de anunciar la triste noticia, Kelly falleció el domingo en su vivienda de Spencertown, en el estado de Nueva York, a los 92 años de edad. Uno de los grandes representantes del arte minimalista, Ellsworth Kelly abanderó el movimiento llamado Hard Edge, caracterizado por las representaciones abstractas sólidas, basadas en líneas claras, y unos pocos colores no mezclados, aunque siempre muy acentuados. Nacido en Newburgh en 1923, estudió pintura en la escuela del Museo de Bellas Artes de Boston. Se situó en vanguardia de los artistas norteamericanos de la II Guerra Mundial, antes de viajar a París, a finales de los años 40, donde bebería de la herencia impresionista de Monet. Su trayectoria fue reconocida en 2000 con el prestigioso Praemium Imperiale. En su última entrevista, este mismo mes, Kelly se declaró en «The Guardian» fiel y casi eterno seguidor de Kandinsky. Limitado por su avanzada edad, pero todavía pincel en mano, el artista neoyorquino aseguraba: «Ya no puedo pintar cuadros muy grandes, porque se me bloquean las ideas».
Fuente: ABC