La historia de los últimos maquis, "símbolos de la dignidad" que dedicaron su vida a luchar contra la dictadura franquista, centra el libro Los imprescindibles, del periodista extremeño Raimundo Castro, que alumbra el pasado menos conocido de España con un relato que comienza en la acampada del movimiento 15M. "Es una novela que llevo escribiendo 25 años, pero cuando llegó el 15M me di cuenta de la necesidad de contar a los jóvenes lo que había detrás", relata en una entrevista con Castro (Torremocha, Cáceres, 1955), que mezcla en la obra, basada en hechos verídicos, personajes reales y ficticios. 'Los imprescindibles' (La Esfera) condensa el relato de un guerrillero antifranquista (maqui) de 90 años, Federico Espejo 'El Remedios', sobre su vida a una joven durante la acampada del movimiento 15M en la Puerta del Sol. Castro, que en la actualidad participa en tertulias políticas en RNE y Intereconomía, asegura que esta novela es ante todo un homenaje a aquellos que sacrifican su vida "por lo que creen justo", y de ahí el título del libro, extraído de un poema de Bertolt Brecht. El autor cree que la historia de los maquis es poco conocida por las generaciones actuales pero también por la suya, porque la dictadura la "ocultó" tratándolos "como bandoleros" en vez de "luchadores por la libertad", con el fin, sostiene, de que las potencias aliadas, que estaban ganando la Segunda Guerra Mundial, no intervinieran. La novela, en la que aparecen personajes como Ernest Hemingway y las Brigadas Internacionales, transcurre principalmente entre Madrid y Extremadura desde el fallido golpe de Estado de julio de 1936 hasta la retirada de los últimos maquis en 1955, cuando son "traicionados" por el Partido Comunista, en palabras del autor. El cacereño se centra en una guerrilla de maquis que "se echaron al monte" en su Extremadura natal, en la que los protagonistas son el narrador, Federico Espejo 'el Remedios' y Miguel 'el Cambiao'. "Tenía la necesidad de recuperar su memoria, de hacerles justicia, porque aunque aquí no lo sean, en Francia son héroes", comenta el escritor, que lamenta que los supervivientes que quedan estén muriendo por razones de edad sin recibir el "merecido reconocimiento" de las instituciones. En su opinión, no puede haber plazas dedicadas a los franquistas porque "no es un ejemplo para los niños". "Deben ser para los defensores de la democracia", reivindica el autor, que aún así señala que la sociedad española "ha madurado" y que la cultura ha conseguido "que ya no haya dos Españas". Castro, que fue cronista parlamentario para El Imparcial, El Periódico de Cataluña, El Mundo y El Globo, entre otros medios, asegura que "la libertad conseguida en la Transición ha retrocedido ante los intereses económicos" y, por ello, es necesario "seguir defendiendo los principios democráticos más allá de ideologías".
Fuente : HOY