Escondido bajo una montaña desde hace varios siglos y rescatado de esta oscuridad, el Teatro Romano de Medellín vuelve a alumbrarse y llenarse de vida gracias a la magia de las artes escénicas. Las tablas han vuelto a vibrar con los actores, sus piedras han vuelto a acoger al público y los aplausos; risas y ovaciones vuelven a resonar como lo hicieron en la época romana. Puede sonar a tópico, pero éste sí es un marco incomparable para el teatro. Buena cuenta de ello pudo dar el viernes el elenco de actores de 'La asamblea de las mujeres'. La obra, dirigida por Juan Echanove, fue la encargada de abrir la tercera edición del Festival de Mérida en Medellín. El comienzo no pudo ser mejor, lleno absoluto, con los 1.375 asientos ocupados y ovación cerrada al final. Tres días de viaje en el tiempo La obra había sido éxito de crítica y de público en Mérida, y no decepcionó a su paso por Medellín. Con dos protagonistas de excepción, Lolita, que se llevó la mayor parte de los aplausos, y María Galiana, que dio al público buenas dosis de humor y desparpajo. Una obra transgresora, pero de rabiosa actualidad. Hasta tres veces se despidieron sobre el escenario. Y es que, no es fácil recalar aquí y sólo tener un día de función para disfrutarlo. Se echó el telón, pero sólo por unas pocas horas. Ayer fue el turno de 'Hércules, el musical', de Rodetacón Teatro, protagonizado por Pablo Abraira, Paco Arrojo y Víctor Ullate, entre otros. Quizás con personajes menos conocidos, pero el espectáculo también rozó el lleno en las gradas. Entre los actores, un sentimiento en común con ciertos tintes cómicos: «En Medellín, ¡vaya festín!». Un lema que, al parecer, se está extendiendo entre aquellos que consiguen actuar aquí. «Es una emoción especial actuar en un lugar histórico en el que se ha representado desde hace miles de años», dijo Pedro Mari Sánchez, «son espacios habitados por cosas intangibles, aquí ha habido gente interpretando, riendo o llorando». Las sensaciones fueron muchas, la palabra magia salió en la mayoría de los discursos posteriores. «Hemos estado con los arqueólogos y lo que nos han enseñado y lo que nos han dicho que queda todavía es increíble», apuntó Sergio Pazos. Luis Fernando Alvés fue, quizás, el más expresivo. «Los actores tenemos una fase de concentración para meternos en el papel, aquí simplemente miras las piedras y te viene todo», explicó pocos minutos después de bajarse del escenario. Para cerrar esta tercera edición, se representa esta noche 'El cerco de Numancia', que narra la heroica lucha de un pueblo contra el poder militar de Roma. Una adaptación de Florián Recio sobre la obra de Cervantes. En el reparto destacan Fernando Ramos, Ana García y Pedro Montero. Una vez se eche el telón, las gradas del Teatro Romano de Medellín volverán a esperar con ansia más teatro para sentirse vivo pese al paso de los años.
Fuente: HOY