«Manuel Mena nació el 25 de abril de 1919. Ibahernando era un pueblo remoto, aislado y miserable de Extremadura, una región remota, aislada y miserable de España, cosida a la frontera de Portugal». Hay nueva novela de tema extremeño a la vista. La publica Javier Cercas (Ibahernando, 1962), autor de obras tan celebradas, y leídas, como 'Soldados de Salamina', 'Anatomía de un instante' o 'El impostor'. La novela se titula 'El monarca de las sombras', la edita Penguin Random House y sale a la venta este jueves, 16 de febrero. He leído las 32 páginas que regalan de muestra en Internet y estoy deseando que llegue el jueves para seguir leyendo.
El párrafo entrecomillado que encabeza este artículo es el comienzo del capítulo 2 de la novela. Y sí, lo han adivinado: vuelve la Extremadura tremenda, donde se sitúa la trama o parte de ella de novelas recientes e importantes como 'Intemperie' y 'La tierra que pisamos' de Jesús Carrasco (Olivenza, 1972) o 'Soles negros' de Ignacio del Valle (Oviedo, 1971). Esa Extremadura tremenda, que tanta literatura inspira, vuelve a ser paisaje y esencia de lo que hemos podido leer de 'El monarca de las sombras'.
Evidentemente, si es una buena novela, da lo mismo si la acción o parte se desarrolla o no en Ibahernando, un «humilde municipio», cuyos habitantes a mediados del siglo XIX «se morían de hambre tratando de arrancar trigo, cebada y centeno de aquel campo ingrato y pedregoso, y alimentando a base de pastos, a duras penas, rebaños escuálidos de cerdos, ovejas y vacas que vendían a precio de saldo en los mercados del contorno», como escribe Cercas.
Se centra en la vida de Manuel Mena, tío paterno de la madre de Cercas, muerto en la batalla del Ebro a los 19 años
Extremadura no es escenario de novelas urbanas. Las pocas que transcurren en nuestras urbes parece que no convencen al autor porque, indefectiblemente, pone un nombre imaginario a la ciudad escenario. Es como si unos personajes moviéndose por Cáceres o por Badajoz no fueran creíbles, mientras que si nacen, como sucede en 'El monarca de las sombras' en «un rincón inclemente adonde no llegaban ni la carretera ni el servicio postal» en el siglo XIX, adquieren inmediatamente atractivo novelesco.
Lo hemos escrito en alguna ocasión: parece que nuestros enclaves urbanos no tienen la personalidad suficiente para ser trasunto del mundo. Sin embargo, cuando se trata de la tierra, no hay disimulos ni mixtificaciones. La tierra extremeña tiene la suficiente fuerza para protagonizar, para trascender, para simbolizar. Por eso atrae a Umamuno, a Delibes o a Javier Cercas.
'El monarca de las sombras' se centra en la vida de Manuel Mena, tío paterno de la madre de Cercas, muerto en la batalla del Ebro a los 19 años y alistado dos años antes, en 1936, en la 3ª Bandera de Falange de Cáceres. En las páginas que he podido leer, y que puede leer cualquiera bajándose la muestra a su ordenador o a su móvil, hay un relato sobre la realidad del emigrante extremeño en Cataluña, y del emigrante de cualquier parte en cualquier parte, que me ha gustado mucho.
Aunque de lo que más se habla, a raíz de la publicación de la novela, no es de Manuel Mena ni de Ibahernando, sino de que Javier Cercas cuenta en ella los detalles de la ruptura de la actriz Ariadna Gil con su marido, el cineasta David Trueba, para irse a vivir con el actor Viggo Mortesen. El escritor ahonda en el sufrimiento y la actitud ecuánime y madura de Trueba tras la ruptura con la madre de sus dos hijos.
Este episodio envuelve en una expectación morbosa la puesta a la venta este jueves de 'El monarca de las sombras', que será leída por miles de personas en todo el mundo, llevará hasta esos lectores una particular imagen de Extremadura y acabará de convencernos de que nuestra realidad novelada es la que es, que mejor nos irá ahondando en nuestra imagen de tierra tremenda y auténtica, de paraíso perdido y antiguo, en vez de buscar marcas Extremadura 'cool' y guay que no se cree ni el publicista que se las inventa.
Fuente: HOY