Abril de 2018. Esa es la fecha que se ha dado, de forma oficial, para la finalización de las obras de ampliación del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, una realidad que la ciudad lleva esperando varios años. Pero la construcción del nuevo edificio podría sufrir un gran retraso a causa de los importantes restos arqueológicos hallados en el solar donde se pretende levantar las nuevas instalaciones, adyacentes a las actuales.
Por tales hallazgos, las obras se han suspendido de forma total, ya que se ha decidido que se tiene que tramitar un proyecto modificado que se adecúe a los importantes restos descubiertos.
Así lo confirman a este diario fuentes del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través de su Secretaría de Estado de Cultura. «La situación actual de la obra de ampliación del Museo Nacional de Arte Romano es de suspensión total de las obras debido a la tramitación de un proyecto modificado para adecuar el edificio proyectado a los importantes hallazgos descubiertos durante la excavación arqueológica realizada durante 2016, ya finalizada. Actualmente la dirección facultativa de la obra, el estudio de Rafael Moneo, está trabajando en la redacción del correspondiente modificado».
El estudio del arquitecto Rafael Moneo trabaja en la redacción del modificado
En septiembre de 2016, el propio director del Museo, José María Álvarez, explicaba a este diario algunos de los hallazgos durante la excavación.
Hablaba de que en ese lugar ya se había descubierto parte del Acueducto de San Lázaro, que ahora se puede admirar mejor porque está más limpio, además de una zona de necrópolis con dos niveles interesantes. Uno de ellos, del Alto Imperio, tiene incluso ajuares. Y aunque no son piezas de mucha importancia (cerámica, vidrio y alguna terracota) arrojan datos interesantes. El otro nivel superior es del Bajo Imperio, donde se está ahora, la última fase de la excavación.
Con estas obras se pretende una remodelación de ese espacio para hacer museable, no solamente el acueducto, sino un foso defensivo que se cree protegía de alguna manera el acceso a la muralla.
Álvarez también confirmaba que se quieren integrar en el edificio los restos del acueducto, además de realizar un corte para que el público pueda ver el foso anteriormente mencionado. También pretende que se haga visible algún monumento funerario destruido, mínimamente conservado, pero que también es interesante mostrar.
Recordaba que él mismo dirigía las excavaciones, unos trabajos de los que también forman parte el equipo de dos arqueólogos notables como son Rafael Sabio, conservador del museo, y el doctor Murciano.
Inversión de casi 7 millones
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, según una resolución de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos, convocó en marzo de 2015 la licitación para adjudicar los trabajos con el objetivo de ampliar el edificio. Unos trabajos que tienen una inversión de 245.689 euros solo en las actuaciones previas, como es la demolición. En servicios se invertirán 942.893 euros, más otros 4.138.629 euros en cuanto a la obra propiamente dicha. La estimación de inversión que se ha hecho en cuanto al equipamiento del nuevo edificio es de 1.600.000 euros, por lo que se calcula que la inversión total rondaría los 7 millones de euros, concretamente los 6.927.211.
La superficie total construida de la ampliación es de 2.445,60 metros cuadrados, la superficie total construida de la remodelación del edificio existente es de 1.893,19 metros cuadrados y la superficie construida total es de 4.338,79 metros cuadrados.
El proyecto está firmado por el arquitecto Rafael Moneo y data de 2011 y el director de la ejecución de la obra será el aparejador Francisco L. González Peyró. La coordinación del contrato por parte de la Gerencia corresponderá a María Luisa González Ibáñez-Gene.
Fuente: HOY