El sobrenombre de ‘El divino’ al pintor Luis de Morales (Badajoz, 1509-tal vez Alcántara en 1586) no fue accidental. Su influencia en la pintura del siglo XVI le hizo cumplir múltiples encargos de obras religiosas. En algunos casos incluso de una misma figura piadosa.
Sus eccehomos, por ejemplo, tuvieron gran éxito y al día de hoy cuesta saber cuántos pintó.
Muchos siguen todavía en colecciones privadas y solo se conocen cuando los propietarios deciden venderlos.
El último ejemplo se puede ver hasta finales de mes en la calle Velázquez número 4 de Madrid. La casa de subastas Fernando Durán lo expone al público hasta la puja del día 31. El precio de salida es de 18.000 euros. Víctor Marco, responsable del departamento de arte antiguo de Fernando Durán, cree que se adjudicará por bastante más.
La misma casa de subasta ya subastó otro eccehomo, en este caso con un precio de salida de 120.000 euros. Aunque se trata del mismo elemento iconográfico, no tienen nada que ver. La anterior, se puede decir que era una obra maestra.
La figura y las proporciones cambian por completo. En la de 120.000 euros se presenta el rostro de un Cristo doliente mirando a la izquierda y en este caso es una figura de medio cuerpo mirando a la derecha y con las manos atada a una caña.
Según Víctor Marco, este modelo guarda mucha relación con ‘Cristo presentado al pueblo’, un óleo sobre tabla de 54 x 96 cm, que Luis de Morales pintó en 1570 y que forma parte del Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. «Morales sabía conectar muy bien en sus obras con la religiosidad de la época. La figura del eccehomo era muy apreciada, pero siempre cambiaba el modelo, las proporciones o el color de pelo», cuenta Marco.
Según la casa de subastas, se desconoce de quién partió el encargo inicial para este cuadro. Sí se sabe que a la venta llega ahora desde una colección privada. Las recientes salidas al mercado de Morales no son casuales. La exposición que le dedicó el Museo del Prado en el año 2015 fue todo un éxito. En cierto modo, cuenta Marco, sirvió para que muchos descubrieran a una de las figuras más destacadas de la época.
Esta nueva imagen del renacentista olvidado ha revalorizado su producción artística.
En abril salió a la venta también ‘El abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la puerta dorada’, una obra que guarda cierta relación con Badajoz porque se supone que estuvo tanto en la catedral como en el hospital de la Concepción de la calle San Lorenzo. El cuadro salió de la ciudad por los expolios que sufrieron las iglesias extremeñas en las desamortizaciones del siglo XVII o en la Guerra de la Independencia.
Algunos colectivos locales han pedido que las administraciones públicas de la región traigan de vuelta ‘El abrazo’ a Badajoz ahora que se sabe que no se perdió. Desde la subastadora confirmaron que le preguntaron desde Badajoz.
Fuente HOY