En una emocionante puja en la sede neoyorquina de Christie’s que se alargó durante casi veinte minutos, Leonardo da Vinci destrozó todos los récords del mercado del arte. ‘Salvator Mundi’, una representación de Jesucristo como ‘salvador del mundo’ ejecutada hacia el año 1500, se vendió ayer por 450,3 millones de dólares.
Es, de lejos, el mayor precio de venta en la historia para una obra de arte. El cuadro del maestro renacentista duplica con creces el anterior récord, que estaba en manos de Pablo Picasso. ‘Les Femmes d’Alger’ se vendió por 179,4 millones de dólares en mayo de 2015, también en la sede que la casa de subastas tiene en Rockefeller Center, en el corazón de Nueva York. Se especula que algunas ventas privadas -por ejemplo, de cuadros de Paul Cézanne y Paul Gauguin- han estado alrededor de los 250-300 millones de dólares, a mucha distancia de lo que ayer se pagó por ‘Salvator Mundi’.
La identidad del comprador es todavía un misterio, aunque la iconografía religiosa no suele ser el tema favorito de los coleccionistas asiáticos o de Oriente Medio, entre los más activos en el mercado del arte. Sí se sabe que pujó por teléfono y que su voz en la sala fue la de Alex Rotter, el codirector de arte contemporáneo del gran rival de Christie’s, Sotheby’s.
La venta fue un toma y daca espectacular. El precio de salida fueron 70 millones de dólares, pero estaba claro que iría mucho más arriba. Christie’s tenía asegurado un precio mínimo garantizado de cien millones de dólares con un tercero en caso de que no pasase esa barrera, que hasta ayer solo habían franqueado once obras en subasta en toda la historia. La puja avanzaba en incrementos de diez millones de dólares hasta sobrepasar el umbral de los doscientos millones. Para entonces, quedaban cinco coleccionistas -cuatro a través del teléfono y uno en la sala- en la pelea. La subasta se enzarzó en incrementos más bajos hasta que, cuando transitaba los 370 millones de dólares, el comprador se cansó y subió de una tacada hasta los 400 millones. Quedó claro que nadie iba a poder con él y el maestro de ceremonias, Jussi Pyikkanen, dejó caer su mazo y le declaró vencedor. Con la comisión que se lleva Christie’s, el precio final fue de 450,3 millones.
De 10.000 dólares a 400 millones
El resultado sorprendió al mercado del arte. Todo el mundo esperaba un precio por encima de los cien millones de dólares, pero no el fenomenal récord que batió Leonardo da Vinci. Sobre todo porque se trata de una obra lastrada de problemas. En 2005 se vendió en una subasta por menos de diez mil dólares. Por entonces, no se había atribuido al genio renacentista. Un grupo de marchantes consiguió que un estudio de expertos determinara que su autor era Da Vinci y su precio se disparó. No solo por la categoría del artista, sino porque apenas han sobrevivido quince cuadros suyos. ‘Salvator Mundi’ es el único que está en manos privadas.
La obra dio varias vueltas hasta caer en manos del multimillonario ruso Dmitry Rybolovlev, que pagó 125,7 millones de dólares por ella. El coleccionista se enfrascó en una batalla legal con el marchante Yves Bouvier, al que acusaba de haberle cobrado demasiado por esta y otras obras (ya no podrá decir lo mismo de ‘Salvator Mundi’).
A pesar de que Christie’s asegura que hay un consenso generalizado sobre la pertenencia a Da Vinci del cuadro, hay expertos que dudan de que fuera él el artista, o lo determinan como un cuadro de su estudio, en el que quizá solo tuvo una participación limitada. El estado del lienzo también es un problema, con una superficie abrasada por una restauración equivocada en el pasado, que ha afectado sobre todo a parte del rostro y del pelo de la imagen de Jesucristo.
Nada de eso ha importado. Christie’s desarrolló una campaña descomunal de promoción de la obra, a la que llamó ‘el Santo Grial’ del arte y ‘el último Da Vinci’ y lo comparó con el descubrimiento de un nuevo planeta. Además, colocó el lienzo en la subasta de arte contemporáneo, entre obras de Jean-Michel Basquiat, Mark Rothko o Andy Warhol. Para ponerlo delante de las narices de los coleccionistas con los bolsillos más llenos. Uno de ellos los vacío ayer por completo.
Fuente ABC