Con un discurso sobre la historia de la Lusitania (“Lusitania y Extremadura/Los orígenes de Lusitania”) el profesor Martín Almagro Gorbea tomó posesión como Académico de Honor en la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes. El discurso significa un verdadero tratado o compendio de las investigaciones llevadas a cabo en los últimos años en todos los campos del conocimiento sobre el territorio de la Lusitania y su vinculación con Extremadura. El discurso de posesión del profesor Martín Almagro fue respondido por el académico numerario de la RAEX, don José María Álvarez Martínez.
La solemne sesión pública celebrada por la RAEX el sábado 22 de octubre de 2022 estuvo presidida por la titular de la Academia, doña María del Mar Lozano Bartolozzi, con asistencia de autoridades autonómicas y locales, académicos numerarios y correspondientes y representantes de los estamentos universitarios y de la sociedad extremeña.
Los académicos don Manuel Pecellín Lancharro y don José Julián Barriga Bravo acompañaron al profesor Martin Almagro hasta el estrado para que procediera a la lectura de su discurso. Tras los agradecimientos protocolarios, el nuevo Académico de Honor se refirió a sus relaciones personales y profesionales con el territorio extremeño de la mano de su padre y maestro Martín Almagro Basch. Inmediatamente después citó a Medellín, porque -afirmó- “me siento ciudadano de Conisturgis, la última ciudad-estado en el extremo Occidente según Heródoto y Estrabón, y también tengo el honor de ser compatriota de Hernán Cortés, una de las figuras más señeras de la Historia”.
Discurso de toma de posesión
Estos son algunos pasajes de la exposición del profesor Martín Almagro que fue seguida con extraordinaria atención por los asistentes:
“En primer lugar, voy a explicar la elección del tema de mi discurso: Lusitania y Extremadura. Pronto habrán pasado 70 años desde que conocí esta tierra, a la que me trajo mi padre en uno de sus viajes a Mérida. Era primavera y recuerdo que, ante sus campos llenos de flores y de vida, mi padre me comentó: “Extremadura es la tierra más bucólica de Europa”. Esta frase se me quedó grabada y años después, al recorrer estas tierras para mi Tesis Doctoral, se añadió el afecto suscitado por sus gentes, a las que quiero agradecer en esta ocasión su profunda hospitalidad, de la que tanto he gozado.
Siempre me ha atraído el origen de las culturas y los procesos de etnogénesis o formación de los pueblos, procesos de “larga duración” en la expresión de Fernad Braudel, pues permiten comprender la evolución de la cultura humana y explicar cómo se ha formado nuestra forma de ser y de pensar, nuestra personalidad”
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“Las tierras extremeñas formaban parte de la Provincia Lusitania creada por Augusto, quien estableció su capital en Augusta Emerita, aunque no debemos identificar la Provincia Lusitania con el territorio habitado por los lusitanos desde el III milenio a.C.Los lusitanos, famosos en la Antigüedad por su duro enfrentamiento a Roma, son una de las etnias más interesantes de Europa, ya que conservaban su arcaica cultura en el finis terrae del mundo en la Antigüedad, donde los cambios llegaban más tarde y atenuados. Su estudio permite conocer su cultura y su lengua, y su historia refleja la personalidad de una arcaica sociedad que llamó la atención de Posidonios y Estrabón, con una religión más primitiva que la celta o la greco-romana. Y, aunque desconocemos su genética, las tradiciones populares confirman un proceso de “larga duración” originado en un substrato indoeuropeo del III milenio a.C., que corrobora el arcaísmo de su cultura, su lengua y su religión”
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“Pero “lusitano”, como “celta”, “germano”, “griego” o “romano”, es un concepto étnico, que hay que tener en cuenta en su interpretación histórica. Una etnia la conforman su cultura material, su tecnología y economía, su sociedad y demografía y su genética, además del imaginario, la religión y la lengua, lo que exige un estudio interdisciplinar. Estos elementos varían a lo largo del tiempo y del espacio, por cambios internos y por influjos y contactos externos. Hacia el 525 a.C. la Ora Maritima de Avieno ofrece la primera referencia a los lusitanos, Polibio (10,7,4) cita por primera vez Lusitania hacia el 210 a.C. y Estrabón (III,3,3 y 6) resalta que “al norte del Tajo, Lusitania es el más grande de los pueblos de Iberia y el que durante más tiempo ha sufrido la guerra de los romanos”.
En las Guerras Lusitanas los lusitanos se hicieron famosos y su héroe Viriato protagonizó durante diez años una dura lucha que llegó a mitificarse, pues pasó de pastor a latro, de latro a dux y de dux a rex, como explicita Floro (I,33,15-16), lo que documenta la evolución socio-política de la sociedad lusitana y de su sistema de jefatura, hasta ser capaz de dirigir grandes contingentes y controlar ciudades-estado y amplios territorios, proceso que Roma abortó por el peligro que para ella suponía. Viriato es la figura más interesante de la Hispania indígena. Su fama ha suscitado polémicas sobre su cuna, que se disputan Viseu en Portugal y Zamora en España. Otros la sitúan en la Sierra de la Estrella, en la Beturia Céltica o en la Lusitania meridional, sin excluir las sierras de Montánchez y de Santa Cruz, patria de los lanceros lusitanos, por lo que Viriato bien pudo ser originario de estas tierras”.
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“Para saber quiénes eran los lusitanos es fundamental precisar su territorio, tema discutido desde la Antigüedad, pues muchos autores confunden la Lusitania con la Provincia Lusitania, bien conocida por las fuentes históricas y epigráficas, creada por Augusto el 16 a.C. para dividir y controlar a los belicosos lusitanos, por lo que no se debe confundir con la verdadera “Lusitania”, habitada por éstos desde la Edad del Bronce. La Lusitania se puede reconstruir por la dispersión por el mismo territorio de los elementos arqueológicos, lingüísticos y paleoetnológicos que conforman la cultura lusitana desde el II milenio a.C., como evidencian las estelas de guerrero “lusitanas”, cuya dispersión coincide con la de la lengua y las divinidades lusitanas. Estos testimonios precisan que la Lusitania se extendía desde el centro de Galicia, como explicita Estrabón (III,3,3) al señalar que los galaicos eran considerados lusitanos, hasta Sierra Morena. Llegaría al Atlántico por el oeste y a Zamora y Salamanca por el este y a los Montes de Toledo y el Campo de Calatrava por el sureste, excluyendo las llanuras sedimentarias de la Meseta”.
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“El origen de los lusitanos es un tema de gran interés. La delimitación del territorio de la antigua Lusitania permite reconstruir su etnogénesis gracias a restos arqueológicos, fuentes históricas, datos lingüísticos y religiosos y tradiciones populares. En estas tierras atlánticas la agricultura se introdujo en el VI milenio a.C. y cristalizó en la Cultura Megalítica sobre un substrato mesolítico absorbido por gentes neolíticas originarias de Anatolia. A inicios del III mileno a.C. el aumento demográfico se refleja en los grandes poblados del Calcolítico y en sus tumbas monumentales. Sin embargo, a mediados del III milenio a.C. se inicia un profundo cambio cultural, lingüístico y genético en la población de Europa al llegar hasta el Atlántico pastores-guerreros seminómadas originarios de las estepas de Ucrania con lenguas indoeuropeas, entre los que estarían los “proto-lusitanos”.
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“El largo proceso de etnogénesis de los lusitanos finaliza en las Guerras Lusitanas de los siglos II-I a.C. Al entrar en contacto con Roma, los lusitanos estaban en plena expansión, pero el avance de Roma de Sur a Norte supuso una progresiva desculturación, que representa el final de la evolución de los lusitanos desde las primitivas bandas de latrones de la Edad del Bronce hacia un ejército organizado como el de Viriato, con tácticas de guerra aprendidas de los romanos. Viriato ya no era un “pastor-guerrero” como los de las estelas lusitanas, pues podía enfrentarse a Roma gracias a su capacidad de organizar y mandar un ejército de miles de hombres y de controlar ciudades y amplios territorios, lo que indica que los lusitanos habían alcanzado una estructura estatal, como los turdetanos y celtíberos”.
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“La conclusión es evidente. Muchas costumbres populares extremeñas permiten conocer un imaginario ancestral muy alejado de nuestra comprensión racional del mundo por proceder del mundo prerromano, ya que se han mantenido en un proceso de “larga duración” gracias a su adecuación a la cultura popular. En la segunda mitad del siglo XX ha desaparecido esa cultural popular y sus ritos, creencias y formas de vida ancestrales como consecuencia de la emigración y de nuevas ideas y visiones del mundo llegadas a través de la televisión y de la enseñanza, lo que ha supuesto la pérdida irreparable de este inapreciable Patrimonio Cultural. El cambio, inevitable, es muy positivo, pero debíamos haber documentado y estudiado este patrimonio antes de que su pérdida fuera irreparable”
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“Para concluir quiero resaltar la profunda relación de la antigua Lusitania con Extremadura. No se vean en mis palabras una exaltación nacionalista, que dejo a otras regiones que se denominan “históricas” con muchos menos méritos. Tampoco pretendo equiparar extremeños y lusitanos, pues sería falso y anacrónico. Los lusitanos son un campo de estudio de gran interés para comprender el origen de las gentes de Extremadura, pues constituyen uno de sus elementos conformantes, junto a la Romanización, el Cristianismo y la Reconquista. Pero también permiten comprender mejor la expansión indoeuropea por Europa y los procesos de formación de los pueblos prerromanos de Hispania, que conforman las raíces de la España”.
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“La continuidad de sus tradiciones constituye un proceso de “larga duración”, raro en la Historia, que permite comprender la personalidad de Extremadura. Tras la conquista romana, la cultura popular mantuvo sus tradiciones hasta la despoblación y desculturización del campo en el último tercio del siglo XX. Los actuales estudios de Paleoetnología demuestran que esas tradiciones populares ancestrales son verdaderos documentos históricos, pues permiten conocer muchos aspectos de las sociedades prerromanas que no documentan las fuentes clásicas ni la arqueología. Por ello, constituyen un verdadero Patrimonio Cultural que debemos cuidar, pues actualmente está en riesgo de desaparecer”.
El nuevo Académico de Honor de la RAEX, don Martín Almagro Gorbea, terminó su exposición expresando su voluntad de “contribuir a poner en valor ese Patrimonio como homenaje personal a esta bella tierra heredera de un pasado milenario tan sugestivo y de tanta personalidad”.
Respuesta del académico don Jose María Álvarez
Seguidamente la directora de la Academia concedió la palabra al académico numerario don José María Álvarez Martínez para pronunciar el discurso de contestación al dictado por el profesor Almagro. Comenzó haciendo una extensa relación de los méritos contraídos por el nuevo Académico de Honor a nivel nacional e internacional, y muy concretamente a su ingente labor investigadora sobre el pasado histórico de Extremadura. Recordó algunas de sus dedicaciones profesionales y académicas, entre ellas la de director del Museo Arqueológico de Ibiza, conservador del Museo Arqueológico Nacional durante seis años, catedrático-Director del Departamento de Arqueología de la Universidad de Valencia, catedrático de Prehistoria de la Universidad Complutense. Estos cometidos los alternó con la dirección de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma entre 1979 y 1983 y la de director del Museo Arqueológico Nacional en 1998 y 1999. En 1996 fue elegido Académico Numerario de la Real de la Historia, con el cargo de Anticuario y director del Gabinete de Antigüedades. Ha sido director de más de cincuenta tesis doctorales, entre ellas varias de temática extremeña. Ha dirigido más de 30 proyectos de investigación en España. En cuanto a exposiciones, destacó la muestra “Hispania: el Legado de Roma”, con más de 250000 visitantes contabilizados en las sedes de Zaragoza y Mérida, “Tesoros de la Real Academia de la Historia”, “Celtas y vetones”, “Corona y arqueología en el Siglo de las Luces”, “Alejandro Magno y la apertura del mundo”, “Pompeya, catástrofe bajo el Vesubio”, “Hernán Cortés”etc. Son más de 400 las conferencias que ha impartido en las más prestigiosas instituciones de España y de diversos países extranjeros. El profesor Almagro es autor de cerca de un millar de libros y artículos, incluidos recensiones e informes.
En lo referente a Extremadura señaló sus trabajos de “El Bronce Final y el Período Orientalizante en Extremadura”, “Castros y oppida de Extremadura”, “La necrópolis de Medellín. I- II y III” El marco histórico de Medellín-Conisturgis”, “Berrocales Sagrados de Extremadura,” “Orígenes de la religión popular de la Hispania Celtica”.
A su empeño – agregó don José María Álvarez- se debe la primera y certera sistematización de nuestra protohistoria, poniendo en orden los disiecta membra que ilustraban ese espléndido periodo de nuestro pasado con las influencias recibidas de varios pueblos y civilizaciones que aquí se asentaron o que aquí influyeron: celtas, tartesios, vetones, corrientes atlánticas, fenicios, griegos. Sus consideraciones sobre el grupo de las denominadas estelas del Suroeste fueron fundamentales para desvelar un rico mundo perfectamente organizado en lo social y en lo político. El estudio de los vetones, pueblo de raigambre celta asentado en nuestro espacio geográfico y con una consideración pareja a la de los lusitanos, ha sido otra de sus grandes contribuciones en las que han colaborado brillantes investigadores como su alumna, Ana María Martín Bravo.
Por último, en relación con su actividad profesional reseñó con acento especial su labor por desvelar los aspectos esenciales de lo que él ha definido como la “colonización tartesia”, un asentamiento que cambiaría notablemente la faz de nuestra tierra en aquellos tiempos y que constituiría la base para la implantación romana, que se valdría de esos caminos trazados por los tartesios, que les conducían a los recursos mineros, para convertirlos en firmes calzadas. La huella de la presencia y establecimiento tartesio se explica a través del análisis de sus más preciados tesoros como el de La Aliseda o de asentamientos como el de “Cancho Roano”, yacimiento al que el profesor Almagro Gorbea ha dedicado páginas del mayor interés que ayudan a desvelar.
La labor realizada en Medellín ha sido extraordinaria y bien fructífera y ello ha motivado su designación como hijo adoptivo de la histórica villa. A lo largo de diversas campañas, iniciadas tras el descubrimiento afortunado de una kylix de la autoría del taller ático de Eucheiros, tras una labor que ha sido reputada como detectivesca y que dio como resultado la localización de una importante necrópolis, se desarrollaron los proyectos de prospección, excavación y estudio del poblado de Medellín.
Entre sus más recientes investigaciones y enmarcado en un amplio proyecto de ámbito peninsular, cómo no destacar su análisis de esas misteriosas rocas, esos sacra saxa, esos berrocales de Extremadura que aparecen en nuestros campos como elementos destacados de su paisaje y a los que, con la ayuda de sus colaboradores, Esteban, Ramos y San Macario, ha hecho hablar para que nos expliquen sus diversas funciones.
A la figura, por fin, de Hernán Cortés, tan denostado por la cultura populista de cortos vuelos en la actualidad, en un intento bien conseguido de situarla en su verdadera dimensión ha dedicado su atención a través de una exitosa exposición, “Hernán Cortés”, que pudimos contemplar con su guía en la sala del Canal de Isabel II
Terminó su discurso de contestación señalando su permanente vinculación con Extremadura con la seguridad de que esta merecida distinción que le otorga la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes le hace feliz, al igual que a la Academia le honra contar a partir de ahora con un compañero del prestigio del Profesor Almagro Gorbea.
Entrega del título de Académico y cierre de la sesión
Seguidamente la directora de la Academia hizo entrega al nuevo Académico de Honor del documento que acredita su elección y toma de posesión. El profesor Almagro Gorbea ocupó su escaño de académico y, seguidamente, doña María del Mar Lozano Bartolozzi agradeció la asistencia de los representantes de instituciones y en concreto la de don José Antonio Ramos, cronista oficial de Trujillo, don Javier de Salas: director de la Fundación Xavier de Salas, doña María Teresa Rodríguez Prieto, directora del Museo de Bellas Artes de Badajoz, doña Pilar Bacarra, de la Unidad de Apoyo de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte y doña Matilde Muro, directora de la Unión de Bibliófilos Extremeños.
Reiteró por último el agradecimiento de la RAEX tanto al nuevo Académico de Honor y expresó la satisfacción de la Academia por el excelente nivel de ambos discursos con el que se ha solemnizado su toma de posesión.