LA LEYENDA DEL AMOR HIELA EL NOGAL
con las primeras nieves.
Sólo el espacio inhabitado
graba visible los entornos del mundo.
Como una bóveda de tilos
la hojarasca ha cubierto de temblor los arraigos.
La leyenda del amor
umbría por mi piel una mota de espuma.
(De "Después de la noche", Calambur. Madrid, 2000)
Entre el rumor y la transparencia
está mi padre
abriéndome sus brazos.
Viene tiñendo el suelo
de par en par
como las alas de un refugio.
Alto de brumas
lo extraño y lo acaricio
y es cada vez más luz
ese perfíl de invierno.
Pasa, esta es tu casa
donde nunca nací.
Yo, el tercero de tus hijos,
en el vacío de tus manos.
¿Dónde la nieve, padre,
de esa seca lealtad
que hoy como tú me honra?
(De "Las orillas del agua". Calima Ediciones. Palma de Mallorca, 2003)
LO QUE DEJÓ LA LLUVIA
Hoy tiene el día cara de sueño,
el mundo no celebra nada
y la lluvia cae como una canción sin prisas.
Ne me quitte pas, dice Jacques Brel,
mientras en las calles clama el rumor de los niños
como una caricia intraducible.
Qué tiempo tendría que vivir
para que tú llegaras
al aire respondido de mi verso.
Cuántos otoños ha de velar esta inocencia
que tanto teme al miedo.
Todo sigue
en un secreto cabizbajo que oculta su desnudez
y recuerda la unidad venerada
de la alegría y la tristeza.
Todo para decir
que esta invención celebra el canto de un hombre
que ha pactado con su sombra
lo que dejó la lluvia.
(De "Lo que dejó la lluvia". Calambur. Madrid, 2014)