ELIJO ELEGIR
Y elijo la condición de árbol
porque come luz.
¡ Qué delicia desayunar transparencia,
comer lucidez y cenar ocasos anaranjados !
Y con ellos construir el verdor, la sombra
y esa rara nube que es la copa de los árboles
donde se esconde el canto de los pájaros.
Ahora no puedo,
pero en cuanto lo deje
seré lo que he elegido.
AUSCHWITZ
Nadie, nunca, podrá expresar con suficiente emoción y cordura lo que allí sucedió. Menos aún repararlo. Lo único que podemos hacer, además de no olvidar, de ahí estos versos por los que pido disculpas, es tener presente que no sólo no ha concluido, sino que los huevos envenenados de otros holocaustos, acaso el de la totalidad de lo vivaz, están siendo incubados en estos momentos.
La barbarie devoradora forma parte del alma humana, sus tácticas y sus sistemas. De la misma forma que la compasión, la libertad y el respeto forman parte de la CULTURA. De ahí que debamos incrementar todo lo posible nuestro cuidado, a todo y a todos, para que siga sin eclosionar otra solución final. Para que respetemos a lo que nos respeta, para que nos respetemos a nosotros mismos como he querido recordar en este poema.
¿Por qué la vemos si no está?
La invisible mancha que
humilla todas las miradas.
¿Por qué queda luz?
Cinco mil gafas «Gandhi» (tan mías)
sin cristales, en una vitrina iluminada.
¿A qué fotografiar?
Instantáneas en las que el uniforme
niega la cara de quien lo soporta.
¿Un naturalista?
La leve lavandera blanca
agita su cola, como siempre,
sobre el tejado del horno
crematorio, como nunca.
¿Cómo es posible?
La tristeza de que
las risas no estén prohibidas
¿Sentimos?
Quieres llorar y te da vergüenza,
de la que te avergüenzas.
¿Y el panorama?
Como un incierto oleaje
de banderas de paz
flotan mil gaviotas –también reidoras-
que , como gomas de borrar, hacen
de su blancura un olvidar.
Por primera vez rechazas un paisaje
jugoso y palpitante.
No aceptas que todo esto
no sea un socavón inerte
o un agujero negro que
engulla toda la historia.
¡Crece la hierba, fluye el Vístula, canta el zorzal!
Es más, no ha faltado un solo año la lluvia
ni el aroma de los colores.
Todo proclama que la vida no desprecia,
ni siquiera a nuestra, ya siempre,
desconsolada especie.
Auschwitz (22.06. 2009)
AIRE
Alimento imprescindible que peso no añade.
Suma de los suspiros de la arboleda,
el aliento de las olas y los hálitos de las almas.
Indistinta inspiración de mente y pulmones.
Humus de los aromas. Bandera de todos.
Delicia que levemente acaricia el mundo.
Vehículo que la luz, mejor jinete todavía,
ilumina y calienta para que seamos.
Invisibilidad que comunica a la comunicación.
A veces, incluso, rescata algunas miradas
dejándolas irse, admiradas, tras horizontes
y otras alas que se han echado a volar.
Dos libélulas, copulando, alientan mi asombro
y proclaman que la belleza es primera
destreza de la,ahora herida, transparencia.
¡ Cielos: el aire se está cayendo !
MIS FUENTES SON LAS FUENTES
Sumo mi mirada para que lo mirado me acepte como
hermano de Ssol y Aaire, de Aagua y Ttierra.
Contemplo para que todo quede preñado de admiración.
Para calentar, como una lumbre, mi compasión
que funda afinidades con la justa causa de la vivacidad.
Contemplo para ver volar mi libertad sin moverme.
Echo raíces como el bosque sin dejar de triscar por los horizontes.
Quedo anudado a un tiempo que nadie mide ni quiere vencer.
Me atalantan los ritmos de la leve lentitud de esa sabia savia
donde se esconde la eternidad.
Las caricias de los lenguajes sin palabras
cobran sentido y se lo dan a mis sentidos.
Convocado por el abrazo de todas las lontananzas
obedezco a la Belleza anterior a la belleza,
porque allá la transparencia emite templos
anteriores y más sagrados que lo sagrado.
Veo huir a las definiciones que hieren a la vivacidad.
Veo fundirse lo alto con lo bajo lo líquido con lo sólido
lo quieto con lo raudo, lo callado con lo que canta…
veo las diferencias diluyéndose en las confluencias.
Confirmo que no hay destreza mayor que la de los vínculos.
Son proclamas a que reconozcas tus límites si es que
quieres ser tan ilimitado como lo que te limita.
Viendo brotar más originalidad que agua de las fuentes,
de los veneros, chortales, alfaguaras, piedras manantías,
donde comienza esa larga primavera que
son los caminos del agua, tan ayunos de codicias,
tan origen como destino. Tan lo mismo en todas partes
para que todo sea diferente y completo como parte y
como todo, como todo lo que no tiene que producir ganancias.
Miro como un poseso para poseerme dándome.
Dieta visual que alimenta emociones que
te dejan salir de la historia para que vivas el tiempo
que narra su pasar fertilizando a la vida.
Contemplo para desobedecer a lo correcto y a la nada,
a la urgencia y a la comodidad que son las heridas que
desparrama una civilización que se ha arrancado los ojos.
La mirada, de tan admirada, enamorada derroca a la dictadura
al totalitarismo que impone la muchedumbre de lo feo.
Porque a veces, solo a veces, si tus fuentes son las fuentes,
consigues ser lo que miras.