Con el discurso titulado “Una frontera invertida/La Raya de Portugal como antítesis de la frontera” ingresó, el 2 de abril de 2022, en la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes el nuevo académico numerario don Jesús Mª García Calderón en el transcurso de una solemne ceremonia presidida por la directora de la institución María del Mar Lozano Bartolozzi. Contestó al nuevo miembro de la Real Academia, el académico don Gerardo Ayala Hernández glosando los méritos profesionales del nuevo miembro de la Corporación. El acto se celebró en el Palacio de Lorenzana, sede de la institución, en presencia de un numerosos público de invitados, entre los que figuraban el Secretario General de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Extremadura, en representación del presidente, don Pedro Alvarado Rodríguez; el alcalde de Trujillo don José Antonio Redondo Rodríguez; el fiscal superior de Extremadura, don Francisco Javier Montero Juanes; el director de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Extremadura, don Francisco la Moneda Díaz, así como representantes de otras instituciones nacionales y de la región.
DISCURSO DE INGRESO
Abierta la sesión, el nuevo académico accedió al salón de actos acompañado por los miembros de la Corporación don Manuel Pecellín Lancharro y don José Julián Barriga Bravo. Seguidamente, don Jesús Mª. García Calderón ocupó la tribuna de oradores para pronunciar el discurso de ingreso. Tras un breve capítulo de saludos y agradecimientos, comenzó recordando la figura de su predecesor en la RAEX, Manuel Terrón Albarrán, al que calificó de haber sido el impulsor más decidido de esta Real Academia y su Secretario Perpetuo, erudito, pintor, poeta, excelente jurista e historiador pacense. “Son muchos los extremeños -añadió- en los que su figura ha dejado una profunda huella intelectual y añoran la buena labor que hiciera, en situaciones especialmente difíciles, como responsable de la Institución Cultural Pedro de Valencia. Yo quiero unirme a las voces que reclaman el reconocimiento público de esta tierra y de sus instituciones a su vasta obra y a sus fecundas iniciativas culturales. Su obra, plenamente vigente, merece encontrar nuevas ediciones anotadas con una mayor perspectiva temporal y que mejoren la esforzada bibliografía extremeña”. Recordó igualmente a otros dos académicos fallecidos a las que le unió amistad y admiración, José Miguel Santiago Castelo y Francisco Pedraja.
Pasó de inmediato el nuevo académico a exponer y justificar el tema elegido para su ingreso en la RAEX, comenzando por afirmar que la Raya de Portugal es la frontera más antigua del mundo y la más extensa de Europa. “Una línea -dijo-más o menos paralela a la mayor parte de la costa atlántica de la Península Ibérica, de trazado un tanto irracional, que cuenta teóricamente con 1.214 kilómetros y que, a mi juicio, fue creada por las poblaciones fronterizas para borrar la frontera finalmente impuesta por ambos reinos en el territorio, probablemente, más uniforme y armónico que pueda imaginarse sobre la tierra”
Afirmó seguidamente que “los extremeños suelen reparar en las cualidades y símbolos que nacen de la condición fronteriza de su territorio. Acostumbrados a cruzar tan a menudo la frontera, la integran en el paisaje de sus emociones y conviven con ese tránsito íntimo y frecuente como parte de una discreta rutina que disfrutan con ilusión, aunque no siempre fue así. Debemos partir de una idea básica y antigua: La Raya no es la frontera con Portugal porque una cosa es la Raya y otra muy distinta la frontera política o administrativa que ambas naciones forjaron en el curso del tiempo. Toda frontera es una invención, una línea imaginaria que convenimos no se debe cruzar sin permiso y, más aún, sin estar perfectamente identificado, pero la Raya es mucho más que una limitación deambulatoria: Es un ingenio social que opera como abrigo y refugio para defender un reducto de libertad, una paradójica independencia de sentimientos compartidos, para recomponer esa unidad natural de la Península Ibérica que pudo cristalizar en una entidad territorial diferenciada durante la fértil dominación romana…”
Más adelante señaló que existen tres fronteras solapadas que sirven a portugueses y españoles para convivir, diferenciarse y para entenderse mejor. En primer lugar, la frontera administrativa que ahora se diluye en el proyecto europeo. En segundo lugar, la Raya como espacio imaginario que se cruza, transforma y habita y que nos permite borrar la frontera administrativa cuando nos interesa, para buscar un encuentro alternativo entre los habitantes ibéricos. Y hay, en tercer lugar, una frontera fonética, una fórmula defensiva para combatir el infundado temor de la expansión española que, de tarde en tarde, viene reflejando la historia.
En este sentido indicó que “esta idea de las tres fronteras solapadas no extraña a quienes hemos mirado a Portugal con tanta admiración y franqueza y comprendido que el éxito de cualquier forma de convivencia reside en una diversidad vocacional que se va imponiendo sin afectación y con naturalidad con el paso del tiempo. La voluntad partida de la historia en estos espacios tan singulares, consigue separar lo idéntico y convertirlo en algo más o menos parecido pero distinto. El hecho fronterizo se convierte en un inteligente artificio, en definitiva, que termina por germinar con hondas raíces sociales de convivencia”
El orador se extendió a continuación en consideraciones históricas, bibliográficas y literarias sobre el significado de la frontera en los distintos momentos de las relaciones entre los pueblos y, en concreto, entre España y Portugal para poner de relieve la importancia de recuperar el legado de convivencia y solidaridad de ambos territorios. “Esta condición partisana de la Raya -indicó- no es, naturalmente, una condición militar sino un comportamiento cívico e inofensivo, una manera de ser que solo busca un espacio pacífico que pueda cruzarse con libertad y que permita una integración del mismo en nuestra vida cotidiana, al margen de que todo ello pueda propiciar, como cualquier otro territorio habitado y por distintas razones sociales o económicas, otras conductas más discutibles como el pillaje o el contrabando”
Se refirió en concreto a la decisión de la UNESCO al declarar, en 2012, a la guarnición fronteriza y fortificaciones de la ciudad de Elvas como Patrimonio de la Humanidad. A este respecto señaló que “todos los extremeños que respetamos los bienes culturales sentimos con ello una gran alegría y una inolvidable enseñanza al maldecir, una vez más, la terrible destrucción sufrida durante la segunda mitad del siglo XX en el recinto abaluartado de la ciudad de Badajoz. Esta dura lección debe servirnos para corregir los errores cometidos en la medida de lo posible y empeñar nuestro futuro en la recuperación de todo el Patrimonio Histórico, material e inmaterial, militar y civil, que aún esconde la Raya, sin temor a la restauración documentada y siempre realizada con suficiente rigor científico. Recientemente, algunas iniciativas públicas muy afortunadas, han puesto de manifiesto los valores de universalidad y excepcionalidad que contiene este espacio como una especie de ensamblaje seriado de ciudades y recintos abaluartados que constituye un ejemplo único del famoso valor de civilización que define, desde la segunda mitad del siglo XX y en la dogmática jurídica europea, a los bienes culturales de una mayor importancia y trascendencia social. Hablamos de un genuino proceso transformador que comportaría una enseñanza impagable y también una garantía para el desarrollo de un futuro próspero que, mediante esta nueva visión integral del territorio ibérico, casi alcanzaría los deseados confines de la unidad peninsular. Nada se pierde con la unidad porque no se trata de una unidad por imposición, sino de la pervivencia unitaria de ambas culturas sostenidas sobre un sustrato común que nunca se partió”
“Todos los extremeños -reiteró- debemos mucho a la Raya y a Portugal. La nuestra, de todas las fronteras ibéricas, es sin duda la más dócil y la más permeable (….) El territorio fronterizo, cuando menos en la Europa comunitaria de nuestro tiempo, es una forma de riqueza que propicia el desarrollo y la mejor comprensión de todo el espacio y el tiempo que nos rodea. Los extremeños sabemos que la Raya es mucho más que una separación política; es una conducta social que no solo ha borrado la división administrativa ya que también opera como un recordatorio de la integridad telúrica que todavía palpita en nuestra península. No ha sido origen o consecuencia de las ideas iberistas, de otra parte, tan venturosas y brillantes en el terreno intelectual, porque es anterior a cualquier aspiración integradora y supera el deseo favorable a la unión económica. La Raya formula una teoría vital más ambiciosa al demostrarnos que los pueblos, cuando lo exige la historia, son capaces de administrar la controversia del espacio como una especie de discreto rito disuasorio, como una maniobra invisible que la destierra al terreno de las ideas o de las tediosas comisiones de límites, como si de un cromático señuelo se tratara, para alcanzar una serena y enriquecedora convivencia. La Raya formula una teoría vital más ambiciosa al demostrarnos que los pueblos, cuando lo exige la historia, son capaces de administrar la controversia del espacio como una especie de discreto rito disuasorio, como una maniobra invisible que la destierra al terreno de las ideas o de las tediosas comisiones de límites, como si de un cromático señuelo se tratara, para alcanzar una serena y enriquecedora convivencia”
El nuevo académico terminó afirmando: “Creo que la Raya tiende a desaparecer y muy pronto lo hará transformándose en otra magnitud territorial quizá más valiosa. Pero aún nos queda un rescoldo tibio del que podemos disfrutar en este tiempo gélido del falso paraíso binario y del enjambre digital. Entretanto, como extremeños comprometidos con la verdad y el progreso, debemos amarla porque forma parte de nuestra forma de ser y porque nos ha enriquecido y nos enriquece sin pedirnos nada a cambio, con esa actitud tan desprendida y frecuente entre los habitantes de esta esquina partida del mundo”
(ver texto íntegro del discurso de don Jesús Mª. García Calderón)
DISCURSO DE RESPUESTA
Ocupó la tribuna a continuación don Gerardo Ayala Hernández para responder en nombre de la RAEX al discurso de ingreso. Recordó en primer lugar la figura y la obra del padre del nuevo miembro de la institución, periodista y escritor, Antonio García Orio-Zabala, que cultivó con acierto diversos géneros literarios, la poesía, la narrativa y hasta algunos sainetes y piezas teatrales.
Seguidamente hizo una breve referencia biográfica de Jesús Mª. García Calderón, reseñando su doctorado en Derecho en la Universidad de Granada con una tesis sobre “La defensa penal del Patrimonio Arqueológico” en la que obtuvo la calificación de sobresaliente cum Laude. Aprobó las oposiciones e ingresó en la judicatura, consiguiendo ser uno de los fiscales más jóvenes de España a los 25 años de edad y destinado a la Fiscalía de Huelva en 1985. En pocos meses pasó a la Fiscalía de Sevilla y allí empiezan sus primeras publicaciones ya como un poeta recién casado. En 1995 fue nombrado Fiscal Jefe de la Fiscalía Provincial de Lugo, y en 2001 regresó a Andalucía para sustituir a Luis Portero, que había muerto asesinado por la banda terrorista ETA, como Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia con sede en Granada, desempeñando el cargo durante 16 años. Por acuerdo del Consejo de Ministros, fue designado en 2009 como uno de los ocho vocales de la Comisión para la Modernización del Lenguaje Jurídico. Es Académico de las Reales Academias de Bellas Artes de Granada, de la que ha sido su director, y de Jurisprudencia y Legislación de Granada, Medalla de Oro de su Facultad de Derecho, Académico de Honor de la Academia Luis Vélez de Guevara de Écija. Hijo Adoptivo de la provincia de Granada. Académico Correspondiente de las Reales Academias de Córdoba, de Jurisprudencia y Legislación de Sevilla, de Jurisprudencia y Legislación de Extremadura, de Medicina de Andalucía Oriental y Académico Titular de la Academia Europea de Ciencias, Artes y Letras con sede en París. Su obra literaria ha sido traducida y es objeto de estudio en diferentes Universidades.
Seguidamente se refirió a las cualidades profesionales y éticas del nuevo miembro de las RAEX y en este aspecto señaló que ”el concepto de justicia que tiene como luchador incansable defendiendo a los más débiles, es el de aplicar una justicia limpia, sin dejarse sobornar por los cantos de sirenas más golosos o por las presiones y amenazas que ha tenido que sufrir en muchas ocasiones (…) No hay más que leer las 48 publicaciones que tiene, todas en contra de distintas lacras sociales como los delitos contra el patrimonio histórico o arqueológico, el maltrato familiar, cualquier manifestación de violencia física o psíquica o bien defendiendo la voluntad del discapacitado, la protección del trabajador emigrante o el estudio del derecho penal de los menores, etc... Esto es lo que ha sido Jesús García Calderón a lo largo de su vida, un convencido de la defensa de una sociedad justa, en donde los seres humanos se solidaricen unos con otros y se apoyen sean de la etnia que sean luchando en todo momento contra la xenofobia o el racismo”
Por último, en relación con la cuestión abordada en el texto de ingreso, señaló que, en el discurso sobre la frontera con nuestros vecinos, y casi hermanos, portugueses, el académico trata de explicarnos su interés en que la Raya con Portugal sea una raya virtual para que, desde el punto de vista más humano, no sintamos la existencia real de las fronteras.
Terminó su intervención con la lectura de un poema del nuevo académico en el que refleja su aspiración vital del reencuentro con los valores fundamentales de la existencia: “encontrar solo el alma desnuda. / Un alma que anhela despojarse/ de todos sus inútiles ropajes/ y de todos sus feroces deseos” (Ver texto íntegro del discurso)
El acto continuó según el protocolo con la entrega al nuevo académico de la medalla de la Real Academia y el título que así lo acredita, tomando asiento junto al resto de sus compañeros en la RAEX.
Finalmente, la directora de la Real Academia, María del Mar Lozano Bartolozzi, felicitó a los dos académicos que habían intervenido en la sesión, agradeció la asistencia de los invitados y puso manifiesto que el acto más importante de toda Academia es la recepción de nuevo miembro. Los académicos y el público se trasladaron a la sede de la Fundación “Xavier de Salas” para departir durante un coctel-almuerzo.