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El próximo viernes, día 20 de junio, a las 21:00 en el Centro Universitario Santa Ana tendrá de Almendralejo lugar la presentación del libro Lo que dejó la lluvia, última obra poética de José Antonio Zambrano. En el acto estará presente el autor, quien dará lectura a alguno de los poemas contenidos en el libro.

Echando imaginación y tirando de documentación histórica cualquiera puede hacerse una idea de cómo era la villa romana La Cocosa y la vida que llevaron veinte siglos atrás los vecinos que la habitaron. Quien no haya ido antes hasta este yacimiento arqueológico, a 16 kilómetros de Badajoz, y quiera hacerlo ahora tendrá que hacer un esfuerzo aún mayor que hace unos años. Entonces el recinto arqueológico ya se encontraba en avanzado estado de deterioro por el abandono, pero aún se podía contemplar. En 2011 (fecha en la que se hicieron las fotografías que se adjuntan en la parte inferior del reportaje) las construcciones que conformaban esta urbanización rural romana se conservaban visibles, aunque rodeadas de hierbajos. Los visitantes podían observar los restos de las viviendas así como las bañeras y piscinas que formaron parte de un complejo termal. También se mantenían en pie a duras penas los vestigios de una basílica y una cripta. En el exterior de la zona limitada por la valla hay un panel informativo que está rodeado por hierbajos / José Vicente Arnelas Sin embargo, hoy no quedan evidencias de la existencia de esta villa, al menos a simple vista. El espacio en el que se ubica está lleno de maleza. Los matorrales crecen sin control. Hay encinas y arbustos cuyas raíces se agarran al mismo suelo en el que reposan el pavimento romano, los muros de diferentes estancias y los mosaicos que las adornaban. La vegetación supera los dos metros de altura y sobrepasa en algunos puntos la valla que delimita el recinto. Los vestigios que corroboraban la existencia de un asentamiento romano han desaparecido bajo la espesura de una maraña de hierbas y cardos. Esta situación pone de manifiesto el abandono y la dejadez que sufre el yacimiento romano descubierto por casualidad en 1940 cuando unos labradores que estaban recogiendo piedras para edificaciones en la dehesa encontraron un mosaico. Las ruinas estaban en una finca privada, que posteriormente fue adquirida por la Diputación de Badajoz. Fueron excavadas en 1945 y ahora, casi 70 años después, vuelven a estar ocultas. Las condiciones en las que se encuentran suponen una grave amenaza para los hallazgos. Deterioran los restos y hacen peligrar su conservación.
El yacimiento cuenta con viviendas, piscinas, termas, una basílica del siglo IV y una cripta La Cocosa se encuentra a unos quince minutos de Badajoz por la carretera de Valverde de Leganés (Ex-310). Hay que acceder a un camino de tierra que lleva hasta la villa. Llegar hasta allí resulta complicado, ya que la vía está repleta de baches. En invierno es aún más difícil, ya que con la lluvia el itinerario se convierte en un barrizal. De todos modos y aunque se logre localizar el recinto arqueológico, no se puede visitar de manera individual porque está vallado y cerrado al público. La vegetación se extiende por todos lados, lo que denota que hace años que el área no se somete a limpieza y cuidado. El expolio de piezas históricas es otro problema que sufre La Cocosa. Existen dos recintos cercados por vallas. El más grande cuenta con una superficie delimitada de 9.400 metros cuadrados y es el área principal de las ruinas. A 150 metros de este punto está un segundo yacimiento de 1.021 metros cuadrados, donde se sitúa la capilla funeraria. La cerca es inestable y los espacios carecen de vigilancia. Se trata de dos pequeños terrenos excavados, pero según apuntó José de C. Serra Rafols, el mayor estudioso de estas excavaciones, el área histórica puede extenderse en una superficie de entre 10 y 15 hectáreas. Este panorama ha propiciado que muchas piezas de la época, como monedas, fragmentos de vasijas, mosaicos, entre otros elementos, hayan sido extraídos por personas que utilizaban detectores de metales.
Fue descubierto por casualidad por unos labradores en 1940 y se excavó poco después «Cada año y superando las trabas y condiciones que nos impone la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Consejería de Educación y Cultura, sometemos el entorno a tratamientos herbicidas que tienen un efecto temporal. En años como el actual, tras dos primaveras lluviosas, su mantenimiento se hace más complejo. Seguiremos proporcionando este tipo de limpieza en cuanto nos sea posible», apuntan desde la Diputación de Badajoz. Todas estas circunstancias agravan poco a poco la situación de esta villa romana, de gran importancia. Su excavación en los años 40 aportó datos históricos muy valiosos, convirtiéndose en una de las más destacadas de España. La mayoría de los restos descubiertos fueron cimentaciones de los edificios. El mosaico del Tritón ubicado en el palacio provincial de la Diputación de Badajoz fue rescatado de este lugar. El área principal de la villa estuvo ocupada desde principios del siglo I d. C. y alcanzó su máximo esplendor en el siglo IV. Se estima que fue abandonada en torno a los siglos VI y VIII. Por la extensión y por los elementos arquitectónicos y decorativos hallados se cree que fue un centro de una explotación agrícola. Ahí se localiza el espacio residencial y de trabajo. Salieron a la luz restos de las estancias de las viviendas de los señores y las destinadas al servicio. Se identificó un patio porticado (peristilo), con fuentes y canales de desagüe. En 2011 las construcciones estaban deterioradas, pero visibles La villa contaba con un complejo termal que trataba de reproducir a menor escala los baños públicos de las ciudades. Las labores de arqueología destaparon bañeras y piscinas preparadas para agua de diferentes temperaturas. También se localizó el sistema de calefacción del suelo (hipocausto). Se encontraron restos de tinajas, un posible horno, lo que pudo ser un molino y aperos para el campo. En el yacimiento arqueológico más pequeño se sitúa una basílica que se construyó en el siglo IV d. C. y que probablemente se mantuvo en uso hasta el siglo VIII. Visitas Hace algunos años los centros escolares programaban visitas a la villa romana para difundir el patrimonio entre los estudiantes. La asociación Amigos de Badajoz también ha organizado recorridos guiados por La Cocosa, muy desconocida entre los vecinos de Badajoz. Precisamente ha sido este colectivo el que hace pocos días daba la voz de alarma sobre la degradación que sufre el yacimiento y alertaba de la posibilidad de su desaparición. «Hemos solicitado a la Diputación que adopte medidas de protección para impedir la pérdida de este enclave histórico. También tienen que poner en valor los restos excavados en los primeros sondeos y es necesario que prosigan los trabajos en las proximidades del área ya excavada», apuntaba esta asociación cultural. Desde la Diputación pacense manifestaron que la villa tiene mucho interés para la institución provincial y aseguraron que su «voluntad» es trabajar en su recuperación. «En repetidas ocasiones hemos presentado proyectos con ese fin a las convocatorias del programa de formación y empleo. Sin embargo, la respuesta de la Administración regional nunca fue favorable». La Junta de Extremadura argumenta que «la Diputación sólo ha presentado un proyecto ante el SEXPE en el año 2012. Un proyecto autorizado por Patrimonio, pero que no fue aprobado al no alcanzar la puntuación suficiente». Y respecto a la responsabilidad en la conservación de un bien patrimonial recuerda que «recae en los propietarios».

La Academia y los hombres. Las mujeres y la Academia. Los académicos y la Academia. Pero, sobre todo y por encima de todo, la Academia. La Real Academia Española. La misma institución que, desde hace 300 años, vertebra los latidos de una lengua que hermana pueblos y culturas, personas y sentimientos. Bajo esta premisa se reunieron en la Casa de ABC las académicas Margarita Salas, Inés Fernández-Ordóñez, Soledad Puértolas y Carme Riera, en una charla que transcurrió bajo la atenta mirada del director de ABC, Bieito Rubido.
Las mujeres de la Real Academia toman la palabra Si nos atenemos a las cifras, siempre objetivas, Aurora Egido es la novena mujer que ingresa en la Academia en 300 años. Lo hizo el pasado domingo, con un discurso sobre Baltasar Gracián. En los últimos 40 años, se han incorporado 80 académicos y, de ellos, solo nueve eran mujeres (la primera, Carmen Conde, ingresó en 1979). Lejos quedan los tiempos en los que se rechazó a Gertrudis de Avellaneda por ser mujer o cuando Emilia Pardo Bazán tuvo que escuchar que «la severidad académica cuadra mal en boca que habla de trajes y modistas».
«Aún somos pocas» Pero, ¿refleja la Academia la sociedad del siglo XXI? Según Margarita Salas, la decana de las académicas presentes en la Casa de ABC, «no es cuestión de hablar de mujeres, pero aún somos pocas y la Academia no está con el siglo XXI, pero es verdad que el siglo XXI tampoco está con las mujeres». La prestigiosa investigadora, elegida académica en diciembre de 2001, reconoce que «en investigación estamos más a la par». De hecho, como puntualiza la escritora y catedrática de Literatura Española Carme Riera, elegida en abril de 2012, «en la Universidad somos entre un 13 y un 15% de mujeres». Mujeres que, al menos en la generación de Salas (nacida en 1938), tenían que aguantar la pretendida superioridad intelectual de los hombres, pues «no era normal que un chico reconociera que una mujer era más lista».
Las mujeres de la Real Academia toman la palabra «¡Ahora no!», exclama con vehemencia la escritora Soledad Puértolas, que ingresó en la Academia en 2010. «No está en la calle la idea de que las mujeres son inferiores intelectualmente», remata. Es cierto que, muchas veces, eran ellas quienes se ponían sus propias barreras, sin tiempo para la «famosa conciliación». Una conciliación «un poco falsa», a juicio de Carme Riera, Y es que, según Soledad Puértolas, asistimos a «un momento de transición» y está claro que «la sociedad va por delante de ciertos estamentos». En eso de ir por delante, los jóvenes tienen la clave, aunque es cierto que, como explica Riera, «el problema es que no tienen noción histórica». Tanto es así que, en cierta ocasión, la filóloga Inés Fernández-Ordóñez, académica desde 2008, preguntó a sus alumnos qué era la Guerra de Independencia y la clase enmudeció.
Un silencio que la Academia no ha mantenido en lo que a nuevas tecnologías se refiere, aunque, como advierte Fernández-Ordóñez, siguen siendo «un gran reto». «Vamos a trabajar en los próximos años para hacerlo más accesible a los usuarios, es un reto que dará sus frutos», matiza. De hecho, esos frutos ya se van viendo, con una página web (www.rae.es) que anualmente recibe 45 millones de visitas, tiene ocho millones de usuarios únicos y donde, curiosamente, la palabra más consultada es el término «cultura». «¿Por qué? ¿Es que nadie sabe lo que es?», bromea Puértolas con espontánea naturalidad. Una espontaneidad que invade a las cuatro cuando se les pregunta por cuotas o discriminación positiva. Las cuotas les «molestan muchísimo». Salas tiene claro que está «en contra de la discriminación positiva, pero que no se dé la discriminación negativa». ¿Y cómo se combate? Pues, según Carme Riera, «con esfuerzo» (como decía Camilo José Cela, «el que resiste gana») y, según Fernández-Ordóñez, «con el ejemplo de muchas personas, poco a poco», hasta sobrepasar el umbral.
«La mujer está espabilando»
Las mujeres de la Real Academia toman la palabra A sobrepasar ese umbral no ayuda la creencia de que existe una mirada femenina sobre el mundo, distinta y casi contrapuesta a la masculina. «No existe. Hay la mirada que tiene cada persona. Todos somos únicos y originales. Tú eres el conjunto de todas las cosas que sientes y piensas», argumenta Puértolas. Fernández-Ordóñez está de acuerdo, pero tira de filología para asegurar que, «si analizamos el comportamiento lingüístico desde el punto de vista social, hay ciertas constantes que se repiten en distintas sociedades». Constantes como la especial sensibilidad de las mujeres hacia la «valoración social de los usos lingüísticos», porque «quizás han estado más constreñidas». Aunque, como advierte Salas, «la mujer está espabilando, ya no está sometida». Es más, «las chicas de hoy son muy asertivas», remata Fernández-Ordóñez. Tanto como la propia Salas, a la que todas imaginan como futura directora en una Academia encabezada por una mujer.
La investigadora, a la que no le gusta perder el tiempo, tiene «una visión muy positiva» del funcionamiento de la Academia: «Es fantástica». Integrada por cinco comisiones (dos de ellas de Cultura), «es la revisión continua del diccionario». Un diccionario que, como puntualiza Fernández-Ordóñez, «es el poso de muchos siglos» y su «revisión es transversal». No es extraño que en las reuniones y los plenos las discusiones sean «apasionantes», hasta el punto de que, según Soledad Puértolas, «el diccionario de este año va a reflejar muchas contradicciones». Porque el lenguaje siempre ha estado contaminado y «cuando se decide desde arriba no cunde», explica Fernández-Ordóñez en relación a los cambios lingüísticos. Cambios que también afectan a las palabras en desuso, que terminan incluidas en el diccionario histórico. Cascaciruelas («Persona inútil y despreciable», según la RAE) es una de esas palabras que, si no en desuso, sí permanecen arrinconadas en el uso cotidiano del lenguaje. El término protagonizó una de las últimas discusiones de una de las comisiones de cultura, con un final «bonito», «divertido» y, sobre todo, productivo para la lengua. Una lengua cuya unidad, según Inés Fernández-Ordóñez no está comprometida: «No hay ningún problema para la unidad del idioma. Ahora mucho menos que en siglos anteriores, los dialectos siempre permanecen, nunca hay una convergencia absoluta». Lo que está claro, como demuestra este encuentro, es que «a la gente le gusta hablar de la lengua, de las palabras», y la Real Academia Española, con ese «prestigio que lo trasciende todo», lleva 300 años salvaguardando la lengua. Gracias a la insigne labor de los académicos. Y las académicas.
Cuarto académicas, en la Casa de ABC i. M. R. madrid CARME RIERA (Catedrática de Literatura). La escritora Carme Riera (Palma de Mallorca, 1948) es directora de la Cátedra José Agustín Goytisolo de la Universidad Autónoma de Barcelona. En 2013 publicó su último libro, «Tiempo de inocencia». MARGARITA SALAS (Doctora en Bioquímica). Profesora ad honorem del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa del CSIC (que dirigió) y de la Complutense, Margarita Salas (Canero, 1938) es una de las investigadoras españolas de mayor prestigio. SOLEDAD PUÉRTOLAS (escritora). Licenciada en Periodismo y máster en Lengua Española por la Universidad de California, Soledad Puértolas (Zaragoza, 1947) ha sido asesora del Ministerio de Cultura. Publicó su última novela en 2012. INÉS FERNÁNDEZ-ORDÓÑEZ (Doctora en Filología Hispánica). Inés Fernández-Ordóñez (Madrid, 1961) es catedrática de Lengua Española en la Autónoma de Madrid. Dirige el Corpus Oral y Sonoro del Español Rural y es especialista en dialectología actual e historia del español.

La Asociación Amigos de Badajoz ha denunciado el "lamentable" estado en que se encuentra el yacimiento de la villa romana de La Cocosa, de tanta "importancia" en Extremadura y sobre todo en Badajoz, y ha reivindicado la protección y puesta en valor de los restos del yacimiento. Esta asociación recuerda que el yacimiento despertó "grandes esperanzas" en los años 40 debido a la aparición de mosaicos, uno de los cuales permanece expuesto en la sala de columnas del Ayuntamiento. También aparecieron gran cantidad de utensilios de bronce, piezas de mármol tallado, restos de vivienda, dependencias relativas a la explotación agrícola y además una pequeña basílica visigoda del siglo IV, que estuvo en uso hasta el siglo VIII, entre otros. "Todo ello actualmente se encuentra en un estado muy lamentable", ha apostillado la asociación, a la vez que ha subrayado la inclusión de esta villa en la Lista Roja de Hispania Nostra, que denuncia que ha sido "muy expoliada con detectores de metales". La Lista Roja de Hispania Nostra también señala que lo que queda de esta villa "está totalmente abandonado a su suerte", sufre daños por la vegetación, y se encuentra "precariamente vallada y sin vigilancia". Hispania Nostra es una asociación de carácter no lucrativo cuya finalidad es la defensa, salvaguarda y puesta en valor del Patrimonio Cultural español y su entorno, en toda su integridad conceptual y geográfica. Amigos de Badajoz destaca que denuncias como la de Hispania Nostra han despertado la sensibilidad de las Asociaciones Culturales que se ocupan de la defensa del Patrimonio y "de cuantos ciudadanos sienten como algo suyo estos importantísimos restos de nuestro rico pasado histórico". La asociación se ha dirigido al presidente de la Diputación Provincial de Badajoz, alertando acerca de la posibilidad de que "desaparezca" tan importante yacimiento y solicitando se adopten las medidas oportunas de protección eficaz para evitar su desaparición. También reivindica que se tomen las medidas necesarias para la puesta en valor de lo que aún queda de los primeros trabajos de excavación que se realizaron, y se prosigan los trabajos en las proximidades del área excavada, especialmente al noroeste. Fuente: HOY

Almendralejo seguirá conservando el título de Ciudad de la Ciencia y la Innovación otros tres años, ya que el Ministerio de Economía y Competitividad ha decidido renovarlo, según anunció ayer el concejal de Desarrollo Económico y Nuevas Tecnologías, Carlos González Jariego. Este título fue concedido al ayuntamiento en el 2011 y a principios de año había que solicitar su renovación. De las 30 localidades españolas que lo consiguieron en 2011, veinte lo han renovarlo ahora, entre ellas Almendralejo. El edil señaló que "no es fácil conseguirlo" porque no se da "de forma gratuita" y hay que hacer "los méritos suficiente y un plan de trabajo acorde con las necesidades que marca la distinción". Así, el ayuntamiento participará hoy y mañana en unas jornadas en Barakaldo en las que se constituirá una asociación que regirá la Red Innpulsa en la que se integran las ciudades que tienen el título. Además, la capital de Tierra de Barros formará parte de uno de los tres grupos de trabajo que se han establecido en las jornadas en el que se analizará cómo potenciar herramientas para la generación de pequeñas y medias empresas más innovadoras. El edil señaló que es el grupo que "más se adapta a las necesidades" de Almendralejo teniendo en cuenta la puesta en marcha del proyecto Espacio emprendimiento. Para el equipo de gobierno la renovación del título supondrá un impulso a su desarrollo, además de poder acceder a una serie de ayudas y de ventajas. Así, el edil volvió a anunciar que la intención es que antes de que acabe el año Espacio emprendimiento esté en marcha con la apertura de uno de sus edificios, el centro empresarial. Por otro lado, ayer se aprobó en junta de gobierno local iniciar los expedientes para contratar el equipamiento de nuevas tecnologías para la residencia de investigadores y la zona de "pre incubadora" del centro empresarial por un importe de 287.000 euros. Los pliegos deben publicarse en los diarios oficiales, incluso en el europeo, y las empresas tendrán tres meses para presentar las ofertas.

Fuente: El Periódico Extremadura

Aurora Egido se ha convertido hoy en la séptima mujer que hay actualmente en la Real Academia Española, tras la lectura de su discurso de ingreso, dedicado a Baltasar Gracián, en una ceremonia en la que ha estado acompañada por familiares, amigos, académicos y representantes del mundo universitario. Gran experta en el Siglo de Oro y catedrática de Literatura de la Universidad de Zaragoza, Egido se suma a partir de ahora al trabajo que realizan en la RAE las académicas Ana María Matute, Carmen Iglesias, Margarita Salas, Soledad Puértolas, Inés Fernández Ordóñez y Carme Riera. Salvo Matute, todas ellas han asistido al ingreso de Egido, al igual que lo han hecho académicos como Luis Goytisolo, Gregorio Salvador, Luis María Anson, Arturo Pérez-Reverte, Francisco Rico, José María Merino, Luis Mateo Díez, Pedro Álvarez de Miranda, Salvador Gutiérrez y José Manuel Sánchez Ron. Muy elegante, con un vestido largo azul marino, Egido (Molina de Aragón, Guadalajara, 1946) entró en el salón de actos de la RAE minutos después de las siete de la tarde, flanqueada por la escritora Carme Riera y por el actor José Luis Gómez, los dos últimos académicos en ingresar en esta institución. Instantes después, la nueva académica comenzó la lectura de su discurso, titulado "La búsqueda de la inmortalidad en la obra de Baltasar Gracián". Ella es una gran experta en el autor de 'El Criticón' y hoy leyó un resumen del extenso libro, de 350 páginas, que ha preparado con motivo de su ingreso. La infanta Margarita de Borbón y Carlos Zurita, duques de Soria; la consejera de Educación del Gobierno de Aragón, María Dolores Serrat, y el rector de la Universidad de Zaragoza y presidente de la CRUE, Manuel José López, fueron algunos de los asistentes que acompañaron a Egido , Premio Nacional de Investigación en Humanidades "Ramón Menéndez Pidal". En el estrado, el director de la RAE, José Manuel Blecua; el secretario, Darío Villanueva, y el vicedirector de la Academia, José Antonio Pascual, escucharon también la lectura del discurso, en el que Egido tuvo palabras de elogio para su antecesor en el sillón "B", el cineasta José Luis Borau, ese hombre "inasequible al desaliento", como lo definió Mario Vargas Llosa en su contestación al discurso de ingreso en la RAE del cineasta. En aquella ocasión, según recordaba hoy Egido, el escritor peruano destacó la condena que hizo Borau en sus artículos "del patrioterismo, el peso monolítico de las raíces y la visión de campanario". El cineasta defendía "el rigor y la excelencia de un cine que debía a toda costa trascender las fronteras para hacerse universal". La directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos; políticos como Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Miguel Ángel Cortés; rectores de varias universidades madrileñas y miembros de las Reales Academias de la Historia, Bellas Artes y Ciencias Morales y Políticas oyeron las reflexiones de Aurora Egido sobre la obra de Gracián. Tampoco quiso perderse la ceremonia el alcalde de Molina de Aragón, Jesús Herranz. De darle la bienvenida a la RAE, y de contestar a su discurso, se encargó el poeta Pere Gimferrer, amigo de la nueva académica desde finales de los sesenta y uno de los tres que propuso su candidatura junto con Carmen Iglesias e Ignacio Bosque. Gimferrer hizo un recorrido por las numerosas publicaciones de Egido (unas trescientas) y recordó las palabras con que Fernando Lázaro Carreter le definió en una ocasión a la nueva académica: " Aurora es un genio".

Fuente: HOY

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