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La Real Academia Española celebra este año su tricentenario, y hora es de celebrarlo como es debido, dentro de los limitaciones económicos que en estos momentos a todos nos tocar. Por eso, para ir empezando, han decidido tirar de archivo, y decir eso son palabras mayores, muy mayores. En este sentido, ayer la Docta Casa suscribió un acuerdo con la editorialBiblioteca Nueva para publicar una colección de doce discursos de ingreso de los académicos, entre ellos los pronunciados por José Zorrilla, Benito Pérez Galdós, Azorín, Miguel Delibes y Francisco Ayala. También se publicarán los discursos de respuesta. A esta primera serie se podrán añadir, si las partes así lo acuerdan, otros que se consideren oportunos. Como explica la RAE, la tradición de leer un discurso de ingreso para que un académico electo se considere miembro de pleno derecho de la corporación, se remonta a 1847, tal como recordó Pedro Álvarez de Miranda en su discurso de ingreso: «En doscientas sesenta y tres ocasiones como esta». Sin embargo, no fue hasta 1848, con motivo de la entrada en la RAE de José Joaquín de Mora, cuando comenzaron a imprimirse estos textos.
Primeros títulos En 2013 se publicarán los seis primeros títulos de esta colección, que estará dirigida por Álvarez de Miranda, y los seis restantes en 2014. Así, los primeros en ver la luz serán los de José Joaquín de Mora, «El neologismo», 1848; Miguel Delibes, «El sentido del progreso desde mi obra», 1975; Benito Pérez Galdós, «La sociedad presente como materia novelable«, 1897; Fernando Lázaro Carreter, «Crónica del Diccionario de Autoridades (1713-1740)», 1972, y Azorín, «Una hora de España. (Entre 1560 y 1590)», 1924. Igualmente, serán publicados los discursos de Julio Guillén, «El lenguaje marinero», 1963; José Zorrilla, «Discurso poético leído ante la Real Academia Española», 1885; Julián Marías, «La realidad histórica y social del uso lingüístico», 1965, y de Antonio Maura, «La oratoria», 1903. Completarán la colección los discursos de Tomás Navarro Tomás, «El acento castellano», 1935; Daniel de Cortázar, «Algunas ideas referentes a los neologismos, principalmente los técnicos», 1899, y Francisco Ayala, «La retórica del periodismo», 1984. La firma del convenio ha tenido lugar en la sede de la RAE, en una sesión a la que asistieron, además de Roche Navarro y Blecua, Darío Villanueva, secretario de la RAE; el académico Pedro Álvarez de Miranda y Daniel Martínez, director gerente de Biblioteca Nueva. EFE.

La edición de 2013 hará un guiño a la cultura musical de Mali y contará con 17 artistas de 10 países diferentes. El festival multiétnico WOMAD Cáceres 2013, que celebrará su XXII edición del 9 al 12 de mayo, hará un guiño a Mali reconociendo su cultura musical y contará además con 17 artistas de 10 países diferentes que representan a los cinco continentes. La edición de 2013 ha sido presentada esta tarde en una rueda de prensa en la que la directora de Womad España, Dania Dévora, ha indicado que cuando se inició el festival en Cáceres hace 22 años "parecía impensable su continuidad", y que hoy tras pasar por momentos difíciles "es una realidad" en la que "la cultura musical extremeña y WOMAD han crecido de la mano". En esta ocasión, en los escenarios de San Jorge y la Plaza Mayor, se podrán escuchar ritmos de flamenco, sakkie-sakkie, funky, merengue, pop, soul o cumbia de la mano de 17 artistas de 10 países que representan a los cinco continentes. En esta ocasión, ha indicado Dévora, se ha querido "hacer un guiño" a lacultura musical de Mali, por la situación interna que está viviendo y se contará con la presencia de dos grupos: Bassekou Kouyate & Ngoni Ba y Rokia Traores. El jueves, 9 de mayo, con dos actuaciones en el Gran Teatro, se abrirá el Womad, en concreto con la cantautora catalana Silvia Comes y a los portugueses The Soaked Lamb. Para el viernes 10 de mayo, además de la del grupo de Mali está prevista las actuaciones Carmen Souza, de la cual Dévora ha dicho que es una de las mejores voces de Cabo Verde, así como la de los extremeños Find Emma y los chinos Hanggai. Además actuarán los bélgicocolombianos "La chiva gantiva", los extremeños "Alienígenas", repiten The Dhol Foundation con componentes de Reino Unido e India, y cierran los españoles Niño Josele, con una actuación que llega al gran público, ha apuntado Dévora. El sábado 11 de mayo será el turno de los extremeños Amesmalúa, los sudafricanos Donovan Copley's Hot Water, el español Julián Maeso, Mambo Diablo Big Band compuesta por extremeños y alemanes, los italianos Nidi D'Arac y los australianos The Barons of Tang. Un cartel, según Dévora "fiestero, divertido y optimista que no resta nada al de otras ediciones de épocas de bonanza". El Womad cuenta con un presupuesto de 360.000 euros aportados por el Gobierno de Extremadura, Ayuntamiento de Cáceres y Diputación de Cáceres.

 

Fuente: Efe | Cáceres

La venta de 'El sueño' de Picasso, por 120 millones, es el síntoma de que el sector más alto del coleccionismo privado tiene sus propias reglas, ajenas a la crisis Clare McAndrew: “En Europa todo el mundo espera que vengan los chinos a comprar” La reciente venta, en plena Semana Santa, de El sueño, lienzo de 1932 de Picasso, por 120 millones de euros que cambiaron de manos entre dos particulares muy poderosos, ya cuenta como la mayor transacción de estas características nunca celebrada en EE UU y la segunda de la historia del arte mundial (por detrás de uncézanne, adquirido en 2011 por la familia real de Qatar por 191 millones de euros). Y no solo causó gran conmoción en distintos escenarios (desde las casas de subastas a los despachos de los museos o el parqué de Wall Street), sino que dejó tras de sí un reguero de preguntas que mantienen (pre)ocupados a los expertos: ¿Se ha vuelto loco definitivamente el mercado? ¿Ha tocado techo el valor de ciertas obras o en este caso, y como cantaban The Temptations, solo el cielo es el límite? Y sobre todo… ¿Por qué el arte se comporta como uno de los pocos órdenes de la vida que no parecen afectados por el mustio clima económico general de este quinto año de la Gran Recesión? “El mercado del arte ha encogido un poco, un 7%”, explica Georgina Adam, editora de The Art Newspaper y autora de la columna The Art Market, esencial termómetro del sector publicado cada sábado enFinancial Times. “Lo que esa caída disfraza es un mercado tremendamente fuerte en unas partes y asombrosamente débil en otras. Lo que corresponde a lo más exclusivo está en plena ebullición. Solo hay que mirar la lista de los billonarios de Forbes, que este año ha marcado un récord: existen 1.426 en el mundo. Muchos de ellos, cuando se trata de invertir, recurren al arte, porque sí, pueden tener un coche, casas, mansiones para esquiar… pero una obra de arte es irremplazable. Para ellos, es como una caza de trofeos. Y me temo que no hay demasiado amor al arte implicado en la ecuación”. El análisis de la experta británica se apoya en las conclusiones del informe realizado por la economista Clare McAndrew y presentado a principios de marzo en TEFAF, la feria de arte y antigüedades de Maastricht: EE UU ocupa la cima del sector, un puesto que le fue arrebatado brevemente por China en 2011. A partir de los datos recabados en subastas, además de con marchantes y galeristas, el estudio de McAndrew determina que aunque el mercado global del arte sufrió efectivamente una contracción del 7% en 2012, en EE UU hubo una subida del 5% hasta alcanzar algo más de 14 billones de euros. En China el mercado cayó un cuarto pero aún alcanza los más de 10 billones de euros. Otra de las tendencias que destaca el informe es que la misma reacción que están teniendo los mercados en otras áreas, con una desaforada búsqueda de valores seguros, trasciende también al mundo del arte: “El grueso de las compras y lo que mejor ha ido ha quedado concentrado en el estrato más alto y en los artistas más conocidos”, señala el informe. Y en 2013 parece que esto se confirma. “Es muy gratificante que a pesar de la crisis las ventas han sido fuertes, especialmente las de las mejores piezas”, declaró el presidente del Comité Ejecutivo de la Feria de Maastricht, Ben Jassens, al final de la misma. “Es evidente que hay un tipo de artista que interesa especialmente al segmento más alto del coleccionismo; artistas muertos con una sólida reputación, como Warhol, Picasso o Klein”, explica Mercedes Basso, directora de la Fundación Arte y Mecenazgo, que impulsa la Caixa. “A todos esos nombres les une que son legados muy bien gestionados por las familias. Es importantísimo que tengan una sólida trazabilidad, que se sepa muy bien de dónde proceden y qué lugar ocupan en el catálogo razonado del artista. Piense por ejemplo en el caso del electricista de Picasso que apareció hace un par de veranos con un montón de obra supuestamente inédita. ¿Se inmutó la familia del pintor? No, porque saben que es muy difícil que haya nada de la obra del genio mañagueño que escape a su control”. “Picasso reúne todos los elementos para seducir a estos compradores, a los que conviene no confundir con una excepcionalidad, como algo fuera del mercado. Forman parte de una tendencia global”, aclara Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía. “Es la quintaesencia del mito del artista y no olvidemos que mito es fetiche y mercancía”. Borja-Villel, como el resto de los responsables de los grandes museos del mundo ya ha dado por perdida la batalla de poder pujar para sus centros obras de la importancia de El sueño, si están en manos privadas. “Nunca podremos competir con los jeques, los magnates de Wall Street o los oligarcas rusos”, se lamenta. “Es imposible plantar batalla a ese nivel canónico, de los grandes nombres, que tienen que ver más con las marcas y con las ideas establecidas. El museo tradicional no tiene ninguna posibilidad, a no ser que te dediques a lo que está fuera del mercado o crees estructuras supranacionales que te permitan trabajar en red. Una parte de la historia del siglo XX está hurtada a los grandes museos, desde el expresionismo abstracto hasta las vanguardias históricas”. A Borja-Villel le queda al menos el consuelo de que muchos de estos compradores acaban donando las obras, pagadas a precios estratosféricos, a instituciones públicas. Días atrás, se deslizó en las informaciones de prensa que el nuevo dueño de El sueño, el magnate Steven Cohen, podría hacer lo propio con su flamante Picasso y depositarlo en el MoMA. Un gesto que le valdría para apuntalar su enorme reputación en el mercado. Pero… ¿quién es realmente Steven Cohen, el comprador? Pues alguien cuya ausencia en la última edición de Miami Art Basel el pasado diciembre se hizo notar, tanto que el New York Times dedicó un artículo al respecto. Cierto que por allí andaban otros millonarios como Peter Brant, Eli Broad y Steve Wynn (anterior propietario de El sueño). Todos ellos, con abultadas chequeras y dispuestos a comprar obras, pero en el mundo del arte como en el resto de lo relaciondo con los negocios, Cohen no es uno más. Su fondo de inversión de riesgo SAC Capital Advisors es líder y su colección de arte con piezas de Warhol, Pollock, Hirst, Matisse y Monet, está valorada en 1.000 millones de dólares. El rumor que corría por la feria de Miami es que Cohen podría verse salpicado en una demanda por tráfico de información privilegiada. ¿Y el temor? Que esto frenase su pasión por la adquisición de arte. El rumor resultó ser cierto, pero la duda, totalmente infundada. Era Semana Santa, la misma en que sus abogados se presentaban ante la corte ­–para ratificar un acuerdo de más de 600 millones de dólares que evitará que Cohen vaya a juicio–, cuando saltó la noticia de que había comprado El sueño. A la luz de todo esto la compra de El sueño de Picasso por parte de Cohen puede ser interpretada como un hábil negocio. Incluso el hecho de que el cuadro fuera rasgado accidentalmente por su anterior propietario Steve Wynn, haya sido restaurado y finalmente vendido por 16 millones de dólares más, puede ser algo que encaje dentro de una extraña lógica. “La gente compra un cuadro y su historia”, explica la marchante Maricruz Bilbao que lanzó la galería Marlborough en Madrid a principios de los noventa. “Este cuadro tiene todo lo que a la gente le gusta de Picasso y su obra está considerada en el mercado del arte como un valor seguro, tanto como un Tiziano o un Rembrandt. Cualquier gran coleccionista quiere un Picasso”. La revalorización de los cuadros de 1932 del pintor, una fase que hasta hace poco no era la más cotizada del malagueño, arrancó con la subasta en 1997 de El sueño por el que Steve Wynn pagó 40 millones de dólares. El precio se ha triplicado, pero ya en 2010 un cuadro de este mismo periodo se subastó en Christie’s por 106 millones de dólares. Las galerías neoyorquinas también han jugado un interesante papel en todo esto. Tanto Aquavella que dedicó en 2008 una exposición a este periodo de Picasso, como Gagosian y su serie de tres exposiciones comisariadas por el biógrafo de Picasso, John Richardson, han marcado un punto de inflexión y sacudido el mercado. “Si las cosas continúan así, se acabará dando una enorme polarización, que hará que tendamos a unas pocas galerías multinacionales con una fuerte presencia en los mercados clave”, apunta Georgina Adam. Y un papel también cada vez más determinante. En un viaje de ida y vuelta, a medida que los museos han ido ocupando espacios tradicionalmente controlados por las galerías, organizando muestras de arte contemporáneo e incluso performances para atraer al público, las galerías más potentes, con sedes en EE UU y Europa, han dado un paso al frente organizando exposiciones con recursos, presupuestos y temáticas más propias de museos. Las piezas no están a la venta y a menudo proceden de colecciones e instituciones. Pero su sólo inclusión en estas muestras las revaloriza. El último ejemplo de esta tendencia es la imponente muestra monográfica sobre Basquiat que Gagosian acaba de clausurar en Chelsea y que ha atraído a cientos de visitantes. Las galerías no quieren esperar a que nadie les marque la agenda; tienen suficiente poder y dinero para influir y ganarse el respeto que hasta ahora residía en los museos. Más que nunca parecen ser arte y parte en el mercado, y las que han sobrevivido a los desastres provocados por la tormenta Sandy el pasado otoño, parecen haber salido reforzadas. Poco se sabe de las estimaciones de los daños, pero en cualquier caso, bajo ningún concepto quieren publicitar sus pérdidas. El fondo de rescate de Art Dealer’s Association of America ayudó a muchos, pero mientras que las galerías grandes han podido mantener cierta privacidad en torno al peligrado asunto, las más pequeñas y los artistas no se han podido permitir el lujo del secretismo, ni meter debajo de la alfombra el lío. Muchas de ellas afrontan enormes deudas y necesitan encontrar almacenes en otros lugares que no sean sus sótanos, espacio que aunque no usen, pagan en la cuenta del alquiler. Los actores más pequeños están amenazados en Chelsea, y los grandes aumentan su poder. Uno de los más notables, David Zwirner ha inaugurado hace un mes una segunda sede en Chelsea. Apenas a un bloque de la galería central, el nuevo edificio con cinco plantas, más de 2.700 metros cuadrados y un jardín, estará dedicado a muestras de exposiciones históricas de maestros contemporáneos, como la de Donald Judd y Dan Flavin, con la que inauguraron el espacio. Fue precisamente en el stand de Zwirner en Miami en 2011 donde el millonario Cohen gastó medio millón en media hora.

Fuente: ANDREA AGUILAR / IKER SEISDEDOS Nueva York / Madrid 15 ABR 2013 - 00:55 CET6

Los editores europeos cruzan en Madrid estrategias en torno al comercio del libro digital Lo virtual está aquí. Pero lo físico no se ha ido. Para dominar ambos malabares se requieren imaginación y osadía, sin descuidar la sensatez, prueba y error. En eso andan las editoriales. Cada una explorando caminos. En el Encuentro de Editores Europeos que se celebra estos días en la Casa del Lector, en Madrid, se evidenciaron ayer distintas estrategias (y también sensibilidades) para afrontar todos los cambios que implica la irrupción de lo digital. Del desconcierto a la apertura de miras, las respuestas tienen toda la graduación posible, pero los editores son conscientes, como recordó en la primera sesión de debate Henryk Wozniakowski, presidente de ZNAK, la editorial más prestigiosa de Polonia, de que ya no volverán a ser el faro cultural que fueron en tiempos de Benjamin Franklin. Serán otra cosa. Reino Unido, isla en más aspectos que el geográfico, es el mercado de vanguardia en Europa. Las ventas digitales del sector editorial alcanzaron el 12% el año pasado. Una cifra muy alejada de las registradas en Alemania, Francia, Italia o España, que oscilan entre el 1% y el 3%, según el informe de la Federación de Editores Europeos. Ese carácter de avanzadilla también se evidenció en la exposición de Anna Rafferty, la directora de Desarrollo Digital del grupo británico Penguin, que arrancó con una ración de orgullo (“En Penguin ya ganamos dinero con los formatos digitales, son el 17% de las ventas globales”) y finalizó con una lección de optimismo (“Queremos participar en lo nuevo. Ya no somos una empresa que primero imprime y luego hace lo demás”). ¿Y que es lo demás? No solo libros en formato electrónico, que en eso están todas las empresas. Dado que los aparatos de lectura electrónica son solo uno más de los dispositivos posibles (y sus opciones limitadas), Penguin está desarrollando aplicaciones para tabletas y móviles que posibilitan lecturas interactivas. Uno de los ejemplos más recientes es elDiario de Anna Frank, que permite desplegar un plano virtual de la casay el habitáculo donde permaneció escondida. “Lo digital permite nuevas formas de contar historias. En los libros para niños, por ejemplo, se pueden usar aplicaciones con la ventaja de ser interactivas, algo que no es posible en el libro electrónico”, comentó. Una experiencia similar ha desarrollado Santillana en España en aplicaciones para iPad como Objetivo Cupcake perfecto (libro de cocina) o Pupitre (ámbito escolar). “Va un poco por delante el tránsito digital en los ámbitos educativos y de no ficción”, indica Miguel Barrero, director de Negocios Digitales de Santillana. En los nuevos senderos que tantea Penguin se incluyen también libros en audio, que se pueden cuartear por capítulos (en versión impresa las historias cortas de Roald Dahl son un todo inseparable), nuevos talentos encontrados en la autoedición —un filón para productos comerciales al estilo de las sombras de Grey— y una relación directa con los lectores, que prescinde de la intermediación de periodistas y libreros. Debe dar resultado porque cada día visitan la web de Penguin seis millones de usuarios. “Queremos participar en todo lo nuevo que surge y utilizarlo para nuestro beneficio”, señaló Rafferty. En Francia la batalla ha estado en otro frente. El fiscal y el marco legal. Ha sido, junto a Luxemburgo, el único país de la Unión Europea que ha equiparado el IVA del libro electrónico al del impreso, un tabú para Bruselas, que ha denunciado a ambos países ante los tribunales al considerar que provoca “graves distorsiones de competencia” respecto a otros socios comunitarios. La aplicación del IVA superreducido (4%) al libro electrónico es una reiterada reivindicación del sector editorial español, apoyada desde la Secretaría de Estado de Cultura, como recordó ayer la directora general de Política e Industrias Culturales y del Libro, Teresa Lizaranzu. “Hemos establecido un entorno legal constructivo”, afirmó Eric Marbeau, director de Desarrollo Digital de Editions Gallimard. Además del IVA, que ha supuesto un abaratamiento de los formatos electrónicos, el Gobierno ha establecido por ley que la fijación del precio del libro electrónico corresponde a los editores, aunque gozan de flexibilidad para variarlo a conveniencia. Las seis principales editoriales francesas también han creado una plataforma de distribución de comercio electrónico, en paralelo a las multinacionales del sector (Amazon, Google, Apple...). “No tenemos un canal de distribución oligopólico”, subrayó. Monopolios y piratería son los aspectos derivados de las nuevas tecnologías que preocupan a Stefano Mauri, presidente del grupo italiano Mauri Spagnol. “Estas plataformas tienen un objetivo distinto: no es diseminar la cultura ni satisfacer a los consumidores, sino hacerse con la parte rentable del negocio, es legítimo, pero no les importa si destrozan el lado artesano del negocio”, lamentó. En Italia, florece el mercado de tabletas. Del millón y medio que había en 2011 se calcula que se pasará a 11,6 millones en 2015. “Tenemos que hacer un esfuerzo para entender este nuevo mundo. La gente leía más libros en papel porque tenían menos alternativas de ocio, ahora competimos con películas, música, redes sociales”, planteó Mauri, que reivindicó el papel de los editores. “Muchos libros no estarían en la lista de best-sellers sin ellos”. Santos Palazzi, director de Desarrollo Digital de Planeta, señaló que estos nuevos tiempos reclaman una voluntad “clientecéntrica”, donde el eje es el lector, cuyos hábitos y gustos pueden rastrearse en Internet. Y hay otros cambios: los derechos de autor deben ser internacionales (ya no hay barreras físicas) y la catalogación de los libros (metadatos) es crucial para la difusión. Ya no hay dilema entre lo impreso y lo virtual. Lo dijo bien claro la directora de Siruela, Ofelia Grande: “Están condenados a complementarse. Tenemos que ofrecer los dos formatos para que el lector elija. Esto no es una guerra”.
El libro, en Europa El sector editorial europeo publicó 530.000 títulos en 2011. La cifra no ha dejado de crecer desde 2004, según datos de la Federación de Editores Europeos. Los empleos sí han caído: se han perdido 10.000 entre 2004 y 2011. Ahora mismo trabajan en el sector 135.000 personas. Las ventas digitales son pequeñas pero crecen a un gran ritmo, aunque su presencia no es homogénea. En 2012, en Reino Unido alcanzaron el 12%,mientras que Francia, Alemania, Italia y España oscilan entre el 1%. En la Unión Europea, la fiscalidad (IVA) que se aplica al libro electrónico varía del 5,5% al 23%, desde que Francia y Luxemburgo decidieron ignorar la posición de la Comisión Europea y aplicar un tipo superreducido.

 

Fuente: TEREIXA CONSTENLA Madrid 11 ABR 2013 - 21:40 CET54

El instituto anunciará en breve un acuerdo con la prestigiosa universidad estadounidense. El pacto incluye proyectos de investigación comunes. De la necesidad solo cabe hacer virtud pero, en el caso del Instituto Cervantes, en vez de llorar la sangría de un presupuesto que de golpe se ha llevado el 37,5% de transferencias públicas con respecto a 2012, ha decidido salir a la conquista de instituciones con enorme prestigio universal. Y a partir de ahí, crecer. Pero a lo grande. Como será el caso del acuerdo que su director, Víctor García de la Concha, ha logrado con la Universidad de Harvard, en Estados Unidos. La alianza con el afamado centro, para proyectos de investigación comunes, ha sido el secreto mejor guardado de su gestión. Desde que fuera nombrado en febrero de 2012 responsable del instituto dedicado a promover la lengua y la cultura en español por el mundo, García de la Concha, calladamente y en estrecha colaboración con la Secretaría de Estado de Cultura, ha perfilado una nueva estrategia para el Cervantes. Con la crisis a cuestas y un presupuesto reducido a 86,7 millones, muy mermados para abrir nuevos centros —el último de los 86 que dispone la institución, se inauguró en Cracovia (Polonia) en junio de 2012—, el vuelco estructural es importante. Pero en este nuevo rumbo convergen dos necesidades. Por parte del Cervantes, la urgencia de buscar aliados para dar vuelo a la investigación en las élites universitarias y crecer en ese ámbito. Por parte de Harvard, el hecho del desarrollo imparable de la cultura hispana en su país, que requiere entender de manera muy minuciosa sus características. Pero no solo a niveles de calle, también a niveles de alta cultura, ciencia o tecnología y considerando el idioma como instrumento de excelencia más allá de la comunicación básica. Así se fueron acercando posiciones. No hubo que convencer a nadie por encima de lo necesario para que se les abrieran las puertas en la universidad más prestigiosa de Estados Unidos. Harvard cuenta con un activo comité de hispanos y la presencia también de españoles de la talla de Ferran Adrià o Rafael Moneo, que han hecho aumentar el interés por las figuras primordiales representativas a nivel exterior. Carne de la ahora multicacareada marca España para explotar a fondo mucho más allá de otros referentes en caída libre. El acuerdo, que será financiado inicialmente por el mecenazgo del grupo Santander —con interés personal de Emilio Botín en el mismo—, lo ha llevado el Cervantes con la facultad de Artes y Humanidades en Harvard. Es su decana, Diana Sorensen, quien extiende la invitación al acto de presentación que tendrá lugar el día 19 en la misma universidad. La colaboración comenzará en julio y se estudian ya varios proyectos de investigación a poner en marcha, sobre todo en el ámbito sociológico, pero también en el literario y lingüístico. El capítulo norteamericano había quedado relegado en los 21 años de historia del Cervantes. La expansión comenzó inicialmente por Europa, siguió por el norte de África y quedó corta en Estados Unidos. García de la Concha, desde el principio, en foros públicos donde ha participado, ha incidido repetidamente en la necesidad de conquistar ese espacio para el español sin más dilación. La presencia del Cervantes en EE UU —con solo tres centros en Nueva York, Chicago y Alburquerque sin contar algunas aulas esparcidas en otras ciudades— no responde a la realidad de un país que, según algunos estudios, podría ver al español como lengua más hablada en 2050. Por lo tanto, hay que moverse. Rápido. Lo primero que hizo García de la Concha fue una alianza con México. Acordó con su Gobierno compartir centros y firmó un acuerdo de colaboración recíproca. La estrategia para la conquista del norte con sus aliados de habla hispana debía moverse desde Madrid a América para caminar de la mano. En eso se ha valido de las excelentes relaciones con los círculos académicos y lingüísticos que fortaleció en su etapa de responsable de la Real Academia Española (RAE) durante años. La nueva orientación no quedará solo en Harvard. Pero sin duda es un gran comienzo. La intención de los responsables del Cervantes —y del Gobierno— es acercarse a las élites y de paso sostener la enseñanza del español en los centros como se ha desarrollado hasta ahora. Crear observatorios del idioma y la cultura hispanas en las universidades, colaborar en estrategias de expansión y estudios académicos. La apertura de nuevos centros como se llegó a hacer en otras épocas —casi compulsivamente, como ocurrió en la etapa de César Antonio Molina—, va a detenerse. Se impone la colaboración incluso para la enseñanza del español en países de América Latina para extranjeros, utilizando los centros que dependen de la diplomacia cultural. Exprimir los recursos ya contantes y sonantes para, digamos, sobrevivir sin dejar de expandirse a la vez a otro nivel.

 

Fuente:  JESÚS RUIZ MANTILLA Madrid 11 ABR 2013 - 20:30 CET47

La bailaora se convierte en santa Casilda en el estreno de ‘Devoción y persuasión’ La austeridad y la contención que reinan en toda la producción de Francisco de Zurbarán se esfuman cuando el maestro del barroco emprende la tarea de retratar a las santas vírgenes con sus atributos. Brocados, sedas, terciopelos, drapeados… forman parte del festín textil que el pintor utiliza en las series de santas que creo, en su mayoría entre 1641 y 1658, por encargos llegados del nuevo mundo. Los diseños con los que Zurbarán (Fuente de Cantos, Badajoz, 1598-Madrid, 1664) vistió a sus mártires cobran vida ahora de la mano de Elio Berhanyer y otros 10 grandes modistos nacionales. Un ambicioso proyecto, producido por el Ayuntamiento de Sevilla, que no solo ha materializado los trajes que salieron de la imaginación de Zurbarán, sino que los ha renovado con las propuestas de Francis Montesinos, Devota & Lomba, Ana Locking o Vittorio & Lucchino, entre otros. Sevilla acoge 17 obras del artista barroco y los modelos creados por 19 modistos Pero este revival del barroco ha ido más allá. Comenzará, el próximo día 25, con el estreno de una coreografía de Eva Yerbabuena, titulada Devoción y persuasión, en la que intervendrán 12 bailaores vistiendo esos diseños. A Eva Yerbabuena, premio Nacional de Danza, le ha tocado encarnar a santa Casilda vista por Berhanyer. A la dificultad de moverse ataviada con un voluminoso modelo rosa, con un manto gris que limita sus poderosos brazos, le ha sumado el que lo hará al son de la Orquesta Barroca de Sevilla. “No hay mejor que te limiten para que salgan cosas de ti que no conoces”, apunta la artista, muy motivada por todo lo que le ha trasmitido la pintura de Zurbarán. “Mi amiga y maestra Pina Bausch decía ‘no me interesa cómo se mueve la gente, sino qué las conmueve’ y tenía mucha razón”, añade Eva Yerbabuena. Sobre un escenario al aire libre, una cruz instalada en el claustro renacentista del convento de Santa Clara de Sevilla —hoy convertido en espacio cultural—, la Yerbabuena bailará temas de la ópera Dido y Eneas, de Henry Purcell, junto a otras nueve bailaoras, entre ellas Úrsula López, Leonor Leal, Gemma Morado y Tamara López, y los bailaores Eduardo Guerrero y Moisés Navarro quienes vestirán sendos diseños de Pedro Moreno inspirados en los ángeles turiferarios de Zurbarán, dos tablas del Bellas Artes de Cádiz que no han podido viajar por problemas de conservación. “Yo entiendo el mundo desde el flamenco, por eso todo lo que hago es flamenco; pero el espectáculo tiene también préstamos de las danzas clásica y contemporánea”, aclara la bailaora. Este peculiar montaje, a medio camino entre el baile y un pase de modelos, podrá verse del 25 al 28 de abril para un aforo de tan solo 400 localidades. Después, los trajes se mostrarán, junto a otros siete modelos más, en una exposición que se inaugurará el 3 de mayo y podrá verse hasta el 20 de julio en el mismo Espacio Santa Clara. Junto a nueve lienzos de Zurbarán y otros ocho de su taller —la serie que conserva el Museo de Bellas Artes de Sevilla— podrán verse los diseños de 19 modistos, ya que a la lista de diseñadores se suman ocho discípulos de Berhanyer que se han encargado de recrear los lienzos que no salieron de la mano del pintor. La muestra Santas de Zurbarán: Devoción y persuasión exhibirá los lienzos del pintor barroco prestados por museos como la National Gallery de Londres, el Prado, el Bellas Artes de Bilbao, el Musei di Strada Nuova de Génova, los Thyssen de Madrid y Málaga y la colección Masaveu; así como los ocho del Bellas Artes de Sevilla, junto a los diseños de los creadores españoles entre los que también se encuentran Roberto Torreta, Hannibal Laguna, Ágata Ruiz de la Prada y Ángel Schlesser. “Zurbarán se inspiró en las danzas de los autos sacramentales para sus series de las santas y quiso plasmar en ellas la teatralidad barroca. Muchos religiosos, supongo que sorprendidos por el giro de su trabajo que siempre había sido más austero en las formas, criticaron que tratara de persuadir al público a través del lujo y la suntuosidad del atavío de sus santas y eso los desviara de la devoción. Sin embargo, yo pienso que el artista pretendía crear un espectáculo sagrado lo suficientemente atractivo como para captar la atención de los nuevos fieles de América”, explica Benito Navarrete, comisario de la muestra.

Fuente: ABC Sevilla

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