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Una exposición homenajea al poeta zamorano con fotos captadas por su esposa Abril de 1937. La Gran Vía madrileña aparece casi desierta. Las columnas de humo surgen de sus edificios elevándose hacia un cielo ennegrecido mientras algún rezagado corre despavorido en busca de alguno de los improvisados refugios antiaéreos. Es la crudeza de la Guerra Civil plasmada en una instantánea de Berta Gamboa, la mujer del poeta León Felipe (1884-1968), testigo de primera mano de la brutal contienda fratricida. Esa imagen forma parte de la exposición 'Álbum de Berta Gamboa' que acoge el Ateneo de Madrid hasta el próximo 30 de enero y que rinde tributo al escritor zamorano a través de la mirada fotográfica de su esposa mediante una treintena de imágenes, desde las entrañables estampas familiares, hasta la desolación bélica o el trágico exilio. «En tu agonía, amor, cuánto le costó a la muerte apagarte los ojos. Sopló una vez, dos veces, tres veces, bien lo vi, y tus ojos siguieron encendidos». Con estos versos compuestos casi en el lecho de muerte de su esposa, León Felipe reconocía la influencia de Gamboa en la visión de su vida y en su obra. La también escritora mexicana fue mucho más que su compañera, fue su mirada. «Con esta exposición rescatamos los ojos de León Felipe. Es lo que encontramos después en sus poemas», insiste Gonzalo Santonja, director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y responsable de la muestra junto con el ayuntamiento de Zamora. La exposición recorre parte de la trayectoria vital de una mujer de fuerte carácter que no dudaba en coger de la solapa al mismísimo Luis Buñuel para recriminarle el enfoque de un documental sobre México. Precisamente es en ese país donde León Felipe la conoce. Y es que el poeta de Tábara tuvo que salir de España rumbo al exilio por primera vez en 1923 debido a la dictadura de Primo de Rivera. El escritor zamorano, «poeta de voz errante y hombre de vida errática», quedó prendado y la siguió a Nueva York, donde era profesora de español. Poco después contrajeron matrimonio en Brooklyn. «Esta exposición levanta el acta de unos momentos cotidianos muy difíciles. Lo que saca Berta son imágenes del dolor y la destrucción», explica Santoja. En ellas puede verse a un miliciano escribiendo en la trinchera, el frente de la Casa de Campo o los daños en el Museo del Prado tras un bombardeo -una de las pocas imágenes de este hecho-. Pero también refleja el fragor de la batalla, como el asalto de las milicias al cuartel de la Montaña, donde se amotinaban los sublevados en la capital. Fotografías más propias de Capa o Centelles y que demuestran el valor y coraje de Gamboa para asomarse al frente, pero también la templanza y la tenacidad para realizar esas instantáneas en momentos de tanta tensión. «Berta Gamboa es el testigo y la creadora de esas imágenes. Gracias a eso vemos cómo vivía León Felipe. Y eso tenía reflejo en su literatura», asegura Santoja. No en vano en otra de las imágenes puede verse a León Felipe dirigiéndose al público el 11 de diciembre de 1936 en el acto inaugural de la Tribuna de Agitación y Propaganda del Ministerio de Instrucción Pública en Valencia junto a Antonio Machado. La exposición revela a una mujer brillante y decidida a la par que silenciada y que, en opinión de Santoja, requiere más atención de la que se le ha dado: «La personalidad arrolladora de León Felipe la ha oscurecido. Berta Gamboa es un personaje a considerar». Cada fotografía va acompañada de unos versos del poeta zamorano que escenifican la fusión y simbiosis perfecta entre la mirada certera y aguda de Berta con la cámara y la obra incisiva de León Felipe. «¿Por qué habéis dicho todos que en España hay dos bandos si aquí no hay más que polvo?», se pregunta el escritor en una de sus obras y cuya reflexión acompaña una imagen del conflicto. Conseguir reunir estas fotografías no ha sido fácil y tienen en Alejandro Finisterre, poeta y editor del exilio muy amigo de León Felipe, a su salvador. Convertido en albacea de León Felipe, recopilar estas fotos y demás documentos a la muerte del poeta zamorano. Cuando Finisterre fallece el ayuntamiento de Zamora los compra. Ahora, esas imágenes sirven también para reivindicar la figura de León Felipe, encuadrado entre dos generaciones (la del 98 y el 27) y marginado por el franquismo. Su obra, minusvalorada durante décadas, ha sido sin embargo de las más versionadas por diversos cantautores. «León Felipe no es un poeta al que tengamos que descubrir», insiste Santoja.

Fuente: DAVID VALERA | MADRID.

Mario Javier Sabán, Doctor en Filosofía y Antropología y presidente de la Red de Cultura Judía Tarbut Sefarad, protagoniza un ciclo de conferencias organizado por la Red y que se celebrará en Cáceres, Plasencia y Trujillo del 21 al 23 de enero. La charla que abrirá el ciclo se titula 'Los orígenes judíos del Cristianismo' y se celebrará en el Palacio de la Isla de Cáceres el martes día 21 a las 19.30 horas. Continuará con '¿Cómo y cuándo se produjo la ruptura entre Judaísmo y Cristianismo?' (el miércoles día 22 a las 20 horas en el centro cultural Las Claras de Plasencia) y 'La expulsión de los judíos de España en 1492 y la Diáspora Sefardí' (el jueves día 23 a las 19.30 horas en el Hotel NH Palacio de Santa Marta en Trujillo). Organizan las concejalías de Turismo y Cultura del Ayuntamiento de Cáceres. La entrada a las charlas es libre.

 

Fuente: HOY.ES | CÁCERES

Se celebra el viernes 17 de enero en el Palacio de la Isla

Rosa María Lencero, responsable del Plan de Fomento de la Lectura de Extremadura y de la Editora Regional extremeña, ofrece una velada literaria el viernes día 17 en el Palacio de la Isla. La cita se celebrará en el salón de actos del Palacio, ubicado en la plaza de la Concepción, y entre otros, leerá fragmentos de 'La paz del lobo' o 'El gato Ovidio'. Organiza la lectura literaria la asociación cultural Norbanova, dentro de su programa correspondiente al Aula de la Palabra.

HOY.ES | CÁCERES

La muestra, organizada por el Fórum Eugénio de Almeida, reúne obras que se exhiben por primera vez en la península ibérica
ROBERTA BOSCO Barcelona 6 ENE 2014 - 00:10 CET El arte tecnológico puede ser tan delicado y deteriorable como un retablo románico o un dibujo antiguo. Por ello es tan extraordinario que el ZKM Center for Art and Media de Karlsruhe (Alemania), considerado el centro de arte y tecnología más importante del mundo, haya accedido a prestar una selección de obras maestras de la historia de los nuevos medios para una muestra fuera de su sede. La exposición, tituladaINTER[IN]VENTION, reúne en el centro de arte portugués, Fórum Eugénio de Almeida de Évora, 33 obras míticas de la colección del ZKM, muchas de las cuales no han salido nunca de Alemania y se presentan por primera vez en la península ibérica. Tras la muestra inaugural, que marcó el carácter experimental del centro y su singularidad, la historiadora y teórica Claudia Giannetti, que simultanea su comisariado con la dirección del Edith Russ Haus de Oldenburg, un prestigioso centro alemán dedicado a los nuevos medios, sigue apostando por obras interactivas, que involucran en una dinámica participativa un público, que en una ciudad universitaria como Évora aspira a convertir en habitual. Videoescultura, videoarte, instalación eperformance audiovisual y obras sonoras, ofrecen un panorama exhaustivo que arranca en la década de 1960 con Beatles Electroniquey Participation TV, de Nam June Paik y Duchampiana: Nude Descending a Staircase, de Shigeko Kubota, que establecen una asociación conceptual fundamental entre las vanguardias históricas y el media art. Aunque casi naïf en esta época de libros electrónicos, Beyond Pages, el libro virtual de Masaki Fujihata, conserva toda su fuerza poética, así como se mantiene el empuje coral de la Messa di Voce de Golan Levin y Zachary Lieberman, que convierte el público en máximo protagonista de la obra a través del uso de su voz. “La voluntad de establecer un diálogo entre obra y público, público y espacio y también entre los propios visitantes, toma formas distintas según el periodo y la tecnología y a menudo tiene un corte lúdico y entretenido, como en el caso del juego participativo con pompas de jabón virtuales de Bubbles de Kiyoshi Furukawa y Wolfgang Münch”, explica Giannetti. Según la comisaria, este tipo de interactividad intuitiva, que no requiere conocimientos previos, tiene su expresión paradigmática en Telematic Vision del británico Paul Sermon, una obra clave para el desarrollo de la telepresencia en ámbito artístico. Gracias a esta técnica, la instalación interconecta telemáticamente dos lugares alejados entre sí del inmenso Fórum Eugénio de Almeida (3.000 metros cuadrados de espacio expositivo), de modo que dos personas situadas en las dos salas se encuentran reunidas en un marco virtual, que se proyecta en sendas pantallas. “De ese modo el público se convierte en espectador de su propia intervención. Se trata de una de las primeras obras que difumina la división entre el cuerpo remoto y el cuerpo presente de los que participan en la acción”, indica Giannetti, recordando que desde los años Setenta el media art se enriquece con las instalaciones de circuitos cerrados, que permiten explorar un nuevo nivel de interacción y plantean tímidamente temas vinculados con la identidad y la intimidad, fundamentales para las prácticas posteriores. 'Hello', de Tony Oursler. Cuestiones semejantes levantan las obras de Rafael Lozano-Hemmer, que en esta ocasión presenta Please Empty Your Pockets, una especie de escáner policial donde el visitante es invitado a colocar el contenido de sus bolsillos, para que la ‘mágica máquina’ del artista lo convierta en obra de arte. Todas las piezas requieren la acción del visitante: desde las plantas interactivas de Christa Sommerer e Laurent Mignonneau, que crecen virtualmente en pantalla cuando alguien las toca, hasta el espejo de Narciso, reinterpretado de forma líquida y digital por Fleischmann & Strauss. Cierra el recorrido la videoinstalación Good Boy Bad Boy de Bruce Nauman, que condensa varios estratos de crítica y problemáticas socioculturales y raciales, simbólicamente colocada en el Cubículo del Inquisidor, un espacio de especial carga histórica en el palacio que acogió el Tribunal de la Inquisición de Évora, donde se ejecutaron 507 personas. Según Giannetti, “El arte es un buen sistema para, de cierta forma, lavar el karma del edificio”.

Científicos de la NASA sostienen que ambas estuvieron sobre la mesa de La Última Cena
En breve presentarán su estudio
Las medidas son muy similares y en ambos casos la trama de la tela está torsinada en «Z»

Bajo las bóvedas de una fría sala, en la vieja catedral renacentista de Coria (Cáceres), un equipo de científicos de la NASA despliega un arsenal de lamparas de rayos ultravioleta, infrarrojos, aparatos de barrido... Uno a uno sellan los ventanales. Aunque es noche cerrada, cubren con paños cualquier rendija para que ningún rayo de luz de las farolas de la calle interfiera en las pruebas. En la mesa contigua, dentro de una arqueta de plata, esperan a ser analizados cuatro metros de tela que, según la tradición católica, sirvieron de mantel a Jesús y sus apóstoles en la última cena. Un científico de la agencia espacial norteamericana destiende cuidadosamente el tejido bajo el instrumental transportado ex profeso desde Denver. Es el profesor John Jackson (director del Turín Shroud Center de Colorado), el mismo que en 1978 tuvo el privilegio del ser uno de los 30 expertos escogidos por el Vaticano para estudiar la Sábana Santa de Turín. Más tarde se desplazaría hasta la catedral de Coria para examinar esta enigmática reliquia única en el mundo y perfilar un sorprendente descubrimiento: el mantel extremeño y la sábana santa habrían cubierto ambos, uno sobre otro, la mesa de la última cena. Aún no ha cerrado la fecha, pero este 2014 él presentará en Coria las conclusiones detalladas de su estudio. «Fue fruto de la casualidad», cuenta el propio Jackson a Crónica. «Estábamos visitando a un amigo arzobispo aquí, en EEUU, y en el transcurso de una conversación distendida mencionó la existencia de un mantel relacionado con la Última Cena de Cristo que se encontraba en España. Mi mujer, Rebbeca, y yo quisimos saber más sobre el lienzo y si existiría la posibilidad de estudiarlo. Tras algunos contactos y pruebas que solicitamos que realizara el obispado, nos trasladamos en 2006 por primera vez hasta Extremadura». Jackson fue quien descubrió que la figura del Sudario turinés es una imagen tridimensional, es decir, su impronta sobre la tela es proporcional a la proximidad del tejido con el cuerpo que contuvo la Sábana. La intuición del ex científico de la NASA, incluso antes de conocer la existencia de la tela de Coria, era que la Santa Síndone tuvo que ser un mantel, por la precipitación con la que fue enterrado Jesús. Sobre una de las telas se colocó la comida. La otra la habría protegido de insectos o de que cayera arena. La sorpresa para el equipo fue mayúscula cuando al medir el lienzo de Coria comprobaron que las dimensiones, 4,32 m de largo por 0,90 m de ancho, eran casi idénticas al que se conserva en Duomo de Turín (4,40 por 1,10). «Para nosotros», dice Rebbeca Jackson, «la Sábana Santa y el mantel extremeño fueron usados conjuntamente en la Última Cena. Para los judíos, en las grandes solemnidades, y la Pascua es la mayor de ellas, era común utilizar dos manteles de manera ritual, para recordar la travesía por el desierto tras abandonar Egipto». Así, aseguran, «se colocaba un primer mantel sobre el que se depositaban los alimentos y una segunda tela sobre ellos para evitar que cayera arena o que fueran contaminados por insectos». Para el arquitecto Ignacio Dols, delegado en Extremadura de la Sociedad Española de Sindonología, «la intuición de Jackson puede tener sentido por la precipitación para enterrar a Cristo. Murió en torno a las tres de la tarde de un viernes y debía ser enterrado antes de, aproximadamente, las seis del mismo día, momento en el que comenzaba el Sabbath (día festivo para los judíos en el que no se podía realizar ninguna labor física). En apenas tres horas José de Arimatea tuvo que reclamar el cuerpo a Pilatos, obtener permiso para enterrarlo, trasladarle hasta un sepulcro, hacer los preparativos, amortajarlo y sellar la tumba. Lo razonable es que utilizara los elementos que tuviera a mano, y un mantel de esas características era perfecto para envolver un cuerpo». El equipo de Colorado lo fotografió con las últimas tecnologías y bajo diferentes tipos de luz. Cada imagen tomada era de 10 cm2, con el fin de completar un mosaico de todo el mantel a altísima resolución. «Queríamos comparar las manchas existentes en el Santo Sudario de Turín con las que pudiera tener el mantel de Coria, pese a que éste presenta una erosión de su superficie por, creemos, haber sido lavado en diversas ocasiones». Y es que la tela, aparte de ser expuesta en público, ha servido para cubrir el altar en misas.
La similitud del hilo Sus conclusiones las apoyan otras investigaciones anteriores. En 2001, el Centro Español de Sindonología comprobó que el hilo que conforma la trama de la tela está torsionada en «Z». «Curiosa y casualmente el mismo tipo de torsión que el hilo de la Síndone de Turín», apunta Ignacio Dols. Y el CSIC analizó la tintura azul que decora las bandas del mantel, concluyendo que se trata de «índigo natural», un colorante de uso común en la antigüedad, introducido en Europa en el S. XVI, 200 años después de que fuera encontrada la reliquia de Coria. Existe además la teoría de que el mantel de Coria es el mismo que Da Vinci inmortalizó en La última cena, ya que ambos están decorados con bandas azules. El periplo de esta pieza única está lleno de misterios y leyendas. La primera referencia documental es de 1404, cuando Benedicto XIII, el llamado Papa Luna, otorgó una bula por la que reconoce su autenticidad y permite su exposición y culto cada 3 de mayo. Todo el interés suscitado no hace si no recordar el fervor que despertaba siglos atrás, cuando ese día se exponía en el balcón de la Catedral de Coria. Miles de personas acudían a contemplar y tocar un mantel al que se le atribuían propiedades milagrosas. Tal era el fervor que se desataba que, temiendo por la integridad del mantel y de los fieles que luchaban por tocarlo, el obispo Juan Álvarez de Castro prohibió las ostensiones públicas en el XIX. Con el tiempo la reliquia cayó en olvido. Ahora recupera la fama del pasado.

Ha tenido distintos usos. Muchos todavía recuerdan que fue la casa del sacerdote Ramón Núñez, hijo adoptivo de la ciudad. Además, en diferentes épocas, el edificio acogió un bar con una gran aceptación, se utilizó como despacho parroquial y se convirtió durante un tiempo en la sede de Cáritas Interparroquial, mientras se reformaban sus actuales instalaciones. Su último uso fue el de archivo de la iglesia y hace unos años fue trasladado. Se trata de la iglesia de la Preciosa Sangre de Cristo, perteneciente a la parroquia de San Martín y situada junto a la plaza Mayor, en la Cuesta de la Sangre. Ahora no tiene ninguna actividad. Ya, en un informe de 2010 del arquitecto Javier Diz, se ponía de manifiesto el peligro que había de caída descontrolada de forjados, tabiques y muros interiores. Pasado el tiempo, el deterioro de esta iglesia del siglo XVII es continuo. Ahora, parece que se va a dar un primer paso para su futura recuperación. El Ayuntamiento tiene la intención de comprar esta iglesia. Los trámites ya han comenzado. El precio estipulado para hacer esa compra está fijado en 300.000 euros. Fuentes municipales confirman que hay acuerdo, aunque se tendrá que formalizar en los documentos oportunos. Una vez que pase a titularidad municipal, el Ayuntamiento deberá afrontar varios retos con esta histórica iglesia, dividida en tres plantas para acoger despachos, una vivienda y un salón parroquial. Uno de ellos es el de recuperarla o, al menos, parar su deterioro. En 2010, Diz explicó que la división del monumento se llevó a cabo con muros de escasa calidad. Se utilizaron «forjados con viguetas metálicas y bóvedas de rasillas y yeso». El contacto permanente de la estructura metálica con el yeso, junto con la humedad, ha producido, a lo largo de los años, «la corrosión de edificio», afirmó en ese momento el arquitecto. Esos problemas no se han corregido, por lo que ha habido la caída de algunas partes, confirma este profesional. Fuentes de la parroquia, en alguna ocasión, han manifestado que, esa reforma debería devolver la iglesia a su estado original y sanear la estructura de las humedades, entre otras tareas. Otro de las cuestiones que se debe plantear es el fin que se quiere dar al inmueble situado en pleno centro de la ciudad. Ya, en otras épocas, diversas administraciones visitaron este inmueble para intentar ponerlo en valor con algún proyecto. Uno de ellos era una sala de exposiciones. En esta legislatura también se ha analizado su recuperación con la puesta en marcha determinadas actividades. Al final, esas propuestas, por unas u otras razones, no llegaron a buen puerto. La compra del inmueble puede ser un primer paso para su recuperación. Podría estar disponible para acoger una propuesta importante que pueda llegar a la ciudad.

 

Fuente: J. SÁNCHEZ PABLOS30/12/2013

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