Fondo Logo

'Tiene que llover a cántaros' ya es una de los temas musicales no sólo míticos e históricos, sino que forman parte de la memoria de varias generaciones. Pero su autor, Pablo Guerrero, es más, mucho más, con una carrera como cantautor, sí, pero también como poeta y escritor. Uno de los grandes/grandes, en definitiva, de la cultura española del último medio siglo. Y, aunque en su opinión, "la cultura está bajo mínimos", este intelectual extremeño que nunca se aisló, que nunca olvidó los problemas de la sociedad en la que vive, saca nuevo disco, 'Mundos de andar por casa' -que presenta el jueves 22 en la Sala Galileo- sobre el que se pronuncia, así como en otros muchos asuntos de actualidad en esta entrevista.
- ¿Qué aporta, en su carrera y en general, este 'Mundos de andar por casa'?

- Me gustaría pensar que es mi mejor disco, porque siempre pienso (con toda probabilidad equivocadamente) que lo último que hago es mejor que lo anterior. "Mundos de andar por casa" aporta letras muy sencillas pero cercanas a la poesía, humor, esperanza y ternura, mucha ternura. Y fe en la sociedad que quieren conseguir la gente más joven. Pienso que las músicas están bastante inspiradas. Las guitarras, de Luis Mendo y Juan Ferrari, las baterías, de Miquel Ferrer, el sonido, de Fran Gude. El contrabajo, de Christian Pérez, los metales, de Santi Vallejo, las cuerdas, de Andrea Urueña y Víctor Gil. Los coros de Olga Román. En fin, todo lo que suena tiene fuerza y delicadeza a la vez.

- ¿Pueden seguir de moda los cantautores actualmente? ¿Se ha reconocido vuestra lucha también artística y personal?

- Pienso que sí, que se ha reconocido mi trayectoria y mi lucha tanto a nivel artístico como personal. Hay gente que me aprecia, y que me sigue en los proyectos artísticos que hago. Acabo de publicar libro de poemas "El porteador de sonidos" y disco "Mundos de andar por casa". Nunca me he propuesto tener una aceptación masiva, ni como poeta ni como músico. Me siento feliz con la acogida que tienen, la justa que me permite seguir haciendo discos y publicando poemarios. Para estos tiempo duros por tantas razones, todo un lujo.

- Supongo que habrá gira de presentación, ¿no?

- Me encantaría girar. Ya veremos si nos llaman para actuar. Ya sabes que en estos momentos la cultura está bajo mínimos. Contra eso, nuestro entusiasmo y girar aunque los números no cuadren. De momento ahí está este primer compromiso en la Galileo. A mi banda y a mí nos gustaría llenar. Diga a los lectores de Diariocrítico que no se lo pierdan. Les va a encantar.

- Quizás ahora, por sus letras, los nuevos cantautores podrían ser los raperos, ¿está de acuerdo?

- En principio, con todos mis respetos, por supuesto, el rap es un género que no tiene nada que ver con la canción. Salvo en las letras que, en efecto, suelen ser muy reivindicativas. Ellos utilizan un lenguaje y unas actitudes muy distintas.

- En su larga carrera, ¿que se ha dejado sin hacer?

- A veces pienso si he conseguido hacer, de verdad, la música que he tenido y tengo en la cabeza.

- Como hombre comprometido, siempre se mojó, por la izquierda, en torno a los problemas sociales, ¿le han defraudado unos y otros?

- He pasado alguna época de desencanto, sin interés en la política ni por los políticos. Y sin votar. El movimiento del 15 M me hizo reaccionar y volver a interesarme. Tengo esperanzas de que la lamentable situación política que atravesamos de un vuelco, y vengan nuevos líderes capaces de volver a cohesionar la sociedad, y paliar las excesivas e injustas diferencias sociales. Me preocupa mucho el dolor de mucha gente con la que me cruzo por la calle. Me preocupa, y mucho, que haya estallidos de violencia. Espero que no suceda.

- ¿Y la sociedad posmoderna en que vivimos, le gusta o no?

- Pues, hay de todo: me gusta un sector importante de la juventud. Espero que sean valientes y que no se resignen a aceptar como norma lo poco que reciben por su preparación y trabajo. No me gusta la velocidad que tiene todo, Ni la posverdad y demás monsergas. Ni el papanatismo ante la red ni los juguetitos electrónicos con los que intentan infantilizarnos.

- Una sociedad en la que en lo respectivo a los artistas en general y a los cantautores en particular no hay censura política, pero sí económica que puede ser peor, ¿no?

- Estamos abocados a ocupar nuestro pensamiento con los problemas de supervivencia. Así no hay tiempo ni dinero, ni humor para el teatro, la música, el cine, la canción. Para la poesía, mucho menos. El arte debería ser prioritario. Sinceramente creo que nos ayuda a ser más personas, y mejores ciudadanos.

Fuente: DIARIOCRITICO

El cronista oficial de Trujillo, José Antonio Ramos Rubio, correspondiente de la Real Academia de la Historia, ha vuelto a dar a conocer distintos aspectos históricos y de arte de la zona cacereña. En este caso, se trata de una publicación sobre la localidad de Cañamero, titulado 'Cañamero, la puerta de las Villuercas'. Según explica el propio autor, en este libro «se ofrece abundante información acerca de su localización geográfica, entorno paisajístico y situación, aproximación a sus orígenes históricos y desarrollo de los mismos». También recoge tipología edificadora y componentes más destacados en el terreno artístico o etnográfico; usos, costumbres, tradiciones y otros datos relacionados con la población. «Cada uno de tales aspectos resultan por sí mismos de gran importancia como componentes de la realidad total de la historia del municipio», añade.
Ramos sostiene que algunas de las aportaciones que tiene esta nueva publicación es su gran tesoro artístico que «que guardan los abrigos rupestres del municipio, tan desconocidos en muchos de sus detalles». También está la riqueza artística de los bienes muebles de la iglesia parroquial y las ermitas de Santa Ana y la Virgen de Belén.
En este trabajo, el autor, igualmente, dedica un estudio sobre el origen de la explotación de las zonas agrícolas dedicadas al cultivo de la vid. También destaca la estrecha relación existente entre Cañamero y el Monasterio de Guadalupe en el transcurso de los siglos.
Investigación
No es la único trabajo que últimamente ha sacado a la luz Ramos Rubio. También ha presentado, junto con Óscar San Macario, el libro 'Talaván y su territorio'. Estos escritores detallan que la publicación surge de un proceso de investigación de esta zona. Señalan que se ha intentado recoger numerosas imágenes, así como datos de gran interés artístico y de historia de la población. «Es importante destacar que en la actividad metodológica combina el positivismo riguroso de los datos cronológicos, de los análisis formales, con la mirada sociológica, económica e histórica».

XVII PREMIO INTERNACIONAL GERARDO DIEGO DE INVESTIGACIÓN LITERARIA

LA VANGUARDIA Y EL COMPROMISO DE MIGUEL LABORDETA
de José Antonio Llera Ruiz

El jurado del XVII Premio Internacional Gerardo Diego de Investigación Literaria, compuesto por los profesores Javier Díez de Revenga, Pilar Palomo, Rosa Navarro Durán, Antonio Sánchez Trigueros y Juan Manuel Díaz de Guereñu, ha decidido por unanimidad conceder el galardón correspondiente a 2017 a José Antonio Llera Ruiz por su trabajo Vanguardismo y memoria: la poesía de Miguel Labordeta.

Según ha destacado el jurado, el ensayo premiado recupera “una figura de gran categoría, aunque bastante olvidada”, de la poesía española: el aragonés Miguel Labordeta, “un poeta isla, originalísimo, a contracorriente, anómalo, singular, que precisaba de un estudio en profundidad como este, un trabajo de investigación riguroso, que suma numerosos y valiosos materiales inéditos a la interpretación y la lectura de la poesía de Labordeta”, señala Díez de Revenga, presidente del jurado. El original, que será publicado por la editorial Pre-Textos, incluye papeles del poeta (fondo de la Biblioteca María Moliner, de la Universidad de Zaragoza), expedientes de la censura (Archivo General de la Administración), versiones de poemas publicados en revistas hoy inencontrables y correspondencia inédita con Carlos Edmundo de Ory, José Manuel Blecua, Vicente Aleixandre, Ángel Crespo o José Camón Aznar, entre otros.

El ensayo de Llera Ruiz –“erudito y ameno, luminoso”, como explicó Rosa Navarro Durán– aborda la figura y la obra de Labordeta desde la doble vertiente de la vanguardia y el compromiso y sitúa al poeta tanto en su contexto histórico y político como literario, lo que, en palabras del jurado, “pone orden y traza un camino definitivo en el estudio del poeta aragonés”. El jurado quiso recordar las palabras que Ricardo Senabre, quien presidió el premio hasta su fallecimiento, escribió a propósito de una edición de la obra completa de Labordeta: “Estas páginas son una autobiografía atroz y tierna a la vez de un alma solitaria”.

El fallo del premio, convocado por la Fundación Gerardo Diego, en colaboración con la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Santander, se ha dado a conocer en la Residencia de Estudiantes de Madrid, con la asistencia de Alicia Gómez-Navarro, su directora; de Elena Diego, hija del poeta, y de Manuel Ramírez, de Pre-Textos.

Miguel Labordeta (Zaragoza, 1921-1969), poeta de la generación de la posguerra. Tras la publicación de su primer poemario en 1948, Sumido 25, Labordeta explicaba su poesía como “catártica, depurativa, en que el poeta se dé por entero en holocausto verídico”. Le siguieron Violento idílico, Transeúnte central, Los Soliloquios y Autopía. También fue autor de la obra teatral Oficina de Horizonte.

Fragmento final del poema "Retrospectivo existente":
¿Dónde encontraremos todo aquello / que éramos las tardes de los sábados, / cuando el violento secreto de la Vida / era tan sólo / una dulce campana enamorada? / Pues yo registro los bolsillos desiertos / y no encuentro ni un solo minuto mío, / ni una sola mirada en los espejos / que me diga quién fui yo.

José Antonio Llera Ruiz (Badajoz, 1971) es profesor de Literatura Española en la Universidad Autónoma de Madrid. Sus líneas de investigación abarcan desde la historia del humorismo hasta la poesía española contemporánea, con enfoques interdisciplinares y comparatistas: el humor en La Codorniz, el humor en la obra de Julio Camba; los poemas de cementerio de Luis Cernuda; Rostros de la locura: Cervantes, Goya, Wiseman, o Lorca en Nueva York: una poética del grito. Ha preparado, asimismo, una edición del epistolario de Miguel Mihura y una antología de artículos de Wenceslao Fernández Flórez. Es autor de cuatro poemarios.

EL PREMIO
El Premio Gerardo Diego, referente incuestionable en el ámbito internacional del hispanismo, persigue distinguir el trabajo ensayístico y de investigación sobre la poesía española del siglo XX, la que fue la pasión más intensa y fiel de Gerardo Diego. Los quince libros hasta ahora publicados componen un conjunto variadísimo: las Vanguardias del 27, el exilio, Francisco Brines, Claudio Rodríguez, Ángel Crespo, Pere Gimferrer, el propio Gerardo Diego, María Zambrano, Luis Cernuda, Val de Omar, García Lorca, Emilio Prados, Diego Jesús Jiménez, Jenaro Talens, Juan Gil-Albert, entre otros.

Las últimas obras premiadas han sido Juan Gil-Albert y la poesía del siglo XX, de Manuel Valero Gómez (2016); La mirada de Orfeo (sobre la poesía de Jenaro Talens), de Juan Carlos Fernández Serrato (2015); García Lorca y Val del Omar, de Rafael Llano Sánchez (2014); Gerardo Diego y la música de su tiempo, de Ramón Sánchez Ochoa (2013), y Los años americanos de Luis Cernuda 1947-1963, de José Teruel (2012). Con el galardón concedido hoy, el premio Gerardo Diego prosigue en su línea de descubrir, además de atender a los estudios generales y a aspectos concretos de los poetas maestros, estudios sobre poetas importantes poco atendidos por la investigación literaria.

FUNDACIÓN GERARDO DUEGO, BIBLIOTECA DEL POETA
La Fundación Gerardo Diego conserva los libros, revistas, partituras y catálogos, además de correspondencia, que Gerardo Diego (Santander, 1896-Madrid, 1987) reunió a lo largo de su vida. Memoria de la actividad intelectual del poeta, de sus viajes, de sus múltiples intereses, de sus relaciones con escritores, artistas e intelectuales del momento, movimientos y círculos literarios nacionales e internacionales, la biblioteca de Gerardo Diego se convierte en archivo intelectual del periodo.

Paralelamente al rescate de las grandes figuras de la poesía española, la relación orgánica entre las diferentes áreas de la Fundación ha convertido a este centro de documentación en uno de los más avanzados en el ámbito del hispanismo y uno de los primeros del mundo.

Persona inquieta, dispuesta a nuevos retos, de fácil conversación y con una memoria privilegiada, aunque asegura que ya no es lo que era. Ha tenido la oportunidad, a lo largo de su intensa vida de desarrollar distintas habilidades, desde la poesía, hasta la pintura, pasando por el mundo empresarial, con éxito. Ahora, a sus 73 años, aflora su faceta de escritor, con una buena aceptación. Así es Olegario González Prado, natural de la población cacereña de Santa Marta del Magasca, en la comarca de Trujillo. Hace tan solo unos meses, publicó su primer libro 'La ventana del rey'. Ya tiene a punto de sacar a la luz un nuevo trabajo, 'Ascuas de juventud' y, a las puertas, está una novela.

González siempre tuvo esa inquietud de escribir. «Era un potencial escritor pero tiré por otra línea». A pesar de ello, ya en su juventud, realizaba poemas. A lo largo de su vida, también ha ido anotando hechos, historias y pensamientos. Todos esos manuscritos los ha ido guardando a lo largo de las décadas. Ahora, poco a poco, de un modo o de otro, le sirven para recordar datos, nombres y fechas para sus trabajos. Sin embargo, su actividad profesional mantenía dormida esa faceta literaria. Olegario ha estado centrado en una granja muy peculiar, de perdices.

Recuerda, con cierta añoranza, que a los 17 años se marchó al país galo. Por mediación de la condesa de Romanones, actual amiga del escritor, se fue a trabajar a la casa de los Windsor. Este hecho le permitió seguir la pista de su abuelo, desaparecido en la Guerra Civil española. Cuando parecía que estaba muerto, la familia tenía indicios y coincidencias de que estaba vivo. Casualidades de la vida, en una de las cacerías con la familia Windsor, conoció a un matrimonio portugués, que le facilitó trabajar en una granja de perdices, faisanes y patos. Una de esas labores era la de importar y exportar animales por diferentes países. Esta labor le permitió seguir la pista de su abuelo hasta lo que era Checoslovaquia, sin éxito.

Con el paso del tiempo, Olegario, conocedor del campo extremeño, decidió volver a su tierra, con la intención de crear la primera granja de perdices rojas. «Mi obsesión era salvar la pureza genética de la perdiz, que sabía que tenía una gran calidad». Así lo lleva haciendo desde la década de los 70. Detalla que, a través de un estudio de ámbito europeo, en el año 2005, realizado por un laboratorio especializado de Zaragoza, su granja fue la única explotación que dio una pureza genética cien por cien. Este hecho le permitió tener un reconocimiento a través de las administraciones, al menos de palabra. «Es un patrimonio genético en el ámbito europeo».
Olegario González sostiene que este tipo de perdiz sirve tanto para la reproducción en el campo, como para la actividad cinegética. Asegura que es muy reconocida por entendidos en la materia. Además, considera que se presta para diferentes modalidades de caza. «Los extranjeros la valoran mucho». No tiene dudas de que es mucho mejor que la híbrida. Ahora, sus dos hijos continúan con esta labor.

Como escritor
Una vez jubilado, decide despertar ese escritor potencial que llevaba dentro. Hace dos años, casi sin decir nada a nadie, comenzó a tomar sus primeras anotaciones para elaborar su primer libro. Llegó a juntar más de mil páginas manuscritas. En total, utilizó 18 bolígrafos. Recuerda que, en muchas ocasiones, primero, apuntaba en folios y luego lo pasaba a limpio en su blog de notas. Detalla que este primer libro, 'La aventura del rey', es un híbrido de historia y biografía. Para ello, ha rebuscado en las numerosas anotaciones que tenía guardadas. Sostiene que toca diferentes temas, como la Guerra Civil, política y la biología, entre otros. «De este modo, el lector se puede interesar por una u otra cosa».

Este escritor no tenía demasiada convicción de lo que había escrito. «Lo iba a tirar», detalla. Por ello, en un principio, su idea no era publicarlo. Sin embargo, le animó un amigo suyo, Lucio Poves, tras leer el argumento sin poder parar. A partir de ahí, tanto él, como otro amigo, le ayudaron a transcribirlo a ordenador. Seguidamente, habló con el Ayuntamiento de su localidad para que lo editase la Diputación de Cáceres, como así se hizo. De esta primera publicación hace tan solo unos meses.

Ya no paró de escribir. Sin embargo, se dio cuenta de la necesidad de aprender informática. No lo dudó. Hace también unos meses, comenzó desde cero a conocer el mundo del ordenador y de Internet, a través de las clases que recibe de Alberto San Millán, en Trujillo. En poco más de un mes, aprendió a manejar el procesador de texto. Ahora, continúa su aprendizaje con Internet y las redes sociales, que le ayudan para dar a conocer aspectos de su próxima publicación, 'Ascuas de juventud'. «Nunca me dio miedo los retos. He sido en mi vida muy lanzado, a veces, demasiado».

González Prado detalla que este libro, que está apunto de salir a la luz, es más autobiográfico. Cuenta sus vivencias de diferentes épocas, algunos contrastes y aspectos de conciencia. Pone de manifiesto comparaciones entre el bien y el mal y «la obsesión que tenemos de ciertas cosas y olvidamos las más importantes». En esta publicación, incluye en la portada una de sus obras pictóricas porque «también me gustaba pintar». Ejemplo de ello es que recibió algunas clases en Francia, en su época de juventud. Igualmente, ha rescatado, entre sus recuerdos, una de sus poesías escrita cuando tenía 14 años.

Además de estos dos libros, tiene terminada una novela de intriga. Ahora, este polifacético autor 'amenaza', con no parar de escribir.

Fuente HOY

Esta entrevista de urgencia con el presidente de las Cortes y del Consejo del Reino, don Antonio Hernández Gil, comienza a las tres y veinte de la tarde de esta jornada caliente del mes de junio, un día de la historia de España. La familia no está nerviosa siquiera, y sí metida en el mismo ritmo de trabajo de siempre, un poco sorprendidos, quizá, del despliegue informativo, cámaras fotográficas y de televisión, focos, cables. Yo diría que los Hernández Gil mantienen inalterable serenidad.

¿Cuándo y dónde recibió usted la noticia?

De manera oficial y definitiva -ya tenía, como es lógico, antecedentes-, a las 13:20 horas, aproximadamente, del mediodía. Me la dio don Manuel Lora Tamayo, presidente del Instituto de España y vicepresidente del Consejo del Reino.
¿Había ejercido ya el derecho de voto?

Sí, a las diez de la mañana fuimos toda la familia, corta, pero unida, a votar al colegio electoral situado en el San Miguel, Benito Gutiérrez, esquina a Ferraz.

¿Qué supone este nombramiento para un intelectual, para un hombre que tuvo, al menos, dos vocaciones definidas: las letras y las leyes?

Supone el reconocimiento de que también puede llevar a cabo una función política quien no la ha ejercido nunca y se ha preocupado siempre de los problemas humanos y sociales.

Pero, de cualquier manera, don Antonio Hernández Gil, ¿no es un político?

No. Político en el sentido específico de la expresión no he sido, en cuanto a que no he participado en la política del poder, ni he pertenecido, ni pertenezco, a ningún partido político.

Bases esenciales: la Monarquía y la democracia
Sus hijos, Guadalupe y Antonio, entran a posar con el matrimonio un momento. El teléfono no para. «Del secretario del ministro de Justicia»... «Del despacho de Ruiz Jarabo»... También de los amigos. Quizá de su pueblo, La Puebla de Alcocer. Don Antonio Hernández Gil atiende a todos.

¿Es un momento difícil para presidir las Cortes?

Más que difícil, yo le llamaría inédito, porque estamos en presencia de una nueva organización de la institución.
¿Será una labor dura?
Supongo que será delicada. Y espero que no llegue a ser absolutamente dura.

¿Cómo ve usted, como político ya, esas Cortes que comienzan?

Con una gran esperanza. Porque significan un cambio profundo y, al mismo tiempo, no violento, en el panorama político de la patria.
¿Qué índice de credibilidad le da usted a las elecciones que se están celebrando en estos momentos en toda España?

Un índice completo. Creo que se está expresando libremente la voluntad del pueblo.

¿Habrá que reformar muchas cosas en esas Cortes?

Lógicamente, hay que reformar, puesto que partimos de un nuevo entendimiento de la estructura política del país.

¿Y en cuanto al Consejo del Reino?

El Consejo del Reino también se transforma en la reforma política, en la misma medida que se transforman las Cortes, ya que la mayoría de los que componen dicho Consejo proceden de ellas, y a estas se accede a través del voto.

Y el voto, ¿está en poder del pueblo?

En efecto.

Don Antonio, ¿cómo veía usted, antes de ser llamado a estos altos cargos, la estructura política de España y cómo la ve ahora?

Antes, y ahora, pues sobre una base... Mejor dicho, sobre dos bases esenciales: la Monarquía y la democracia, es una comunidad de fin.

¿Espera mucho de las Cortes que va a presidir?

Lo espero todo.

Señor Hernández Gil, ¿qué se encierra en ese todo?

Recoger la voluntad del pueblo español y estructurarla jurídicamente.

«Creo totalmente en el pueblo que vota»
De una agencia piden una biografía completa y muy al día del nuevo presidenta de las Cortes y del Consejo del Reino. «Vi que la qué tengo está un poco anticuada». También necesitan fotos para Televisión Española. Se sonríe don Antonio. «¿Y de dónde saco yo fotos? A ver, Guadalupe, ayúdame a rebuscar en los cajones».

Señor presidente, ¿es importante el rigor jurídico en las Cortes?

Importantísimo, sumamente importante, porque es un organismo que tiene por objeto esencial la creación legislativa del Derecho.

¿Cree en ese pueblo que vota?

Creo totalmente, absolutamente. Creo que no hay más realidad que la que, efectivamente, resulte de la voluntad de ese pueblo. En él hay una voluntad claramente definida y expresada de votar. Y esa voluntad se ha tratado de hacer factible mediante unas normas electorales que conducen a que votar sea posible y fácil.

Como miembro que ha sido de la Junta Electoral Central, ¿qué me puede decir, señor Hernández Gil, del problema suscitado por la no posible votación de un importante tanto por ciento de población española emigrante?
Las medidas que se han adoptado han agotado todas las posibilidades de acoger ese voto. Y quizá en la práctica no ha llegado a tener efectividad por razones que no son exclusivamente imputables al Gobierno, al Estado español, sino a la circunstancia en que los emigrantes se encuentran y a los países en que están. Se procuró que se incluyeran en los censos, ya cuando el pasado referéndum, porque es requisito ineludible, y por una razón o por otra no se han preocupado con el tiempo suficiente de hacerlo. Cuando se ha pretendido hacer la gestión rápidamente, surgieron las dificultades técnicas lógicas. Esto es así. Y yo he podido comprobar a través de muchos escritos que se han recibido de la Junta Electoral Central.
«Agradezco al Rey la confianza y la esperanza»
Tengo la obligación de preguntárselo, a pesar de mi seguridad absoluta. ¿Se siente con fuerzas?

Sí. Me siento con fuerzas y me siento con optimismo, porque, aunque nunca he tenido actividad política, sí he tenido siempre, como español, preocupación política. Yo me he entregado siempre al trabajo. Por lo tanto, no hago más que sustituir uno considerable por otro considerable también. Cambio de frente en la actividad, pero no cambio en ejercer una actividad intensa. En esta casa, usted lo sabe y lo ve, se trabaja siempre. Por eso no me asusta. E incluso a las fuerzas y al optimismo, agregaría la ilusión.

¿Cuáles han sido sus puntos de relación con Su Majestad?

He tenido el honor de tratar a Su Majestad don Juan Carlos en muy pocas ocasiones. En ellas he comprobado siempre sus extraordinarias condiciones y cualidades humanas y su vocación democrática, como modo de afrontar el problema de España. Y agradezco al Rey que haya depositado en mí su confianza y su esperanza. Trato de responder, con pleno sentido de responsabilidad, a esta confianza y esperanza.

«Las Cortes se basan en la soberanía del pueblo»
Su nombramiento, ¿se ha llevado a efecto dentro ya del proceso incluido en la reforma política?

Sí, así ha sido, en efecto. Se ha llevado a cabo en cumplimiento de lo que dispone el artículo dos, apartado seis, de la Ley para la Reforma Política, que dice así: «El presidente de las Cortes y del Consejo del Reino serán elegidos por el Rey».

Señor presidente, ¿qué papel van a jugar las Cortes en el futuro de España?

Muy importante. El de una institución bien distinta de la anteriores, en cuanto se basa en la soberanía del pueblo y que ofrece, asimismo, una composición diferente, ya que queda integrada en dos Cámaras, el Congreso de los Diputados y el Senado.
Y por último, don Antonio, ¿qué aprendió de aquel hombre, don Romualdo, recordado por todos, que fue su padre?

Agradezco mucho el recuerdo a mi padre. Alguna vez lo he dicho. Y ahora lo repito. No creo haber llegado nunca más allá que él en honestidad. En otras cosas, quizá, pero en eso no. Eso es lo que he aprendido de él. Por eso también espero entenderme con todos, criterio que ha sido consustancial con mi vida. Yo he tratado a personas de todos los estamentos y manifestaciones sociales, de todas las sentencias. Con igualdad y comprensión.
Antonio y Guadalupe, los hijos, hicieron Derecho: «Eso le satisfizo plenamente, aunque les dejó siempre en libertad para elegir carrera», nos dice doña Amalia Álvarez-Cienfuegos, la esposa, la compañera de tantos años y tantas ilusiones. ¿Un genio del Derecho? Sí. Y también un hombre absolutamente humano, austero, justo. Le gustan mucho los perros, pero que no se para en mirar si son o no de raza: los perros vagabundos, callejeros.
No le importa viajar en coche a grandes velocidades. «Además —dice Antonio, su hijo—, son unos viajes de lo más insólitos, por las horas en que los hace». También es amigo de los niños, aunque siempre que éstos aparecen en escena llama a su esposa: «Amalia, ¿qué hago con ellos?» Es el gran tímido ante la infancia. Se preocupa mucho por las cosas de la familia. Si los chicos tardan cinco minutos, ya está impaciente, preocupado.

Sobrio en las comidas. Pensativo de sí mismo, entendedor como pocos de la soledumbre del extremeño. Y ya en la puerta, en la despedida, cordial entre cables, cámaras y focos de televisión, la esposa afirma: «Cuando recibimos la noticia, nos quedamos todos un poco abrumados por la responsabilidad. Aquel almuerzo fue muy silencioso. Pero estamos seguros de él. Estamos seguros». Definitivamente, la casa de los Hernández Gil ha sido invadida por la vanguardia de la información.

Fuente ABC

Últimas Noticias


Con el patrocinio de la
JUNTA DE EXTREMADURA
Consejería de Cultura, Turismo y Deporte


 

Agenda

More in Agenda  

Últimas Publicaciones

  • Inventario de Publicaciones
    MEMORIAS (Trabajos de investigación de historia y arte de Extremadura)   Memorias de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes I. -- Trujillo: Real Academia de...
More in Publicaciones  

Boletines

More in Boletín