Excavaciones como la de Morerías, proyectos de recuperación de espacios como el del Templo de Diana, trabajos de conservación, documentación... Félix Palma es uno de los actores de los últimos 25 años de arqueología en Mérida. Tras pasar por la Universidad de Córdoba obtuvo la especialidad en la Autónoma de Madrid, y desde 1991 este emeritense (unido a San Pedro de Mérida) trabaja en el yacimiento de su ciudad. Desde 1997 forma parte del Consorcio, entidad que ahora dirige a sus 49 años.
-¿Cuáles son sus objetivos?
-El Consorcio tiene dos objetivos, uno intrínseco a nuestra profesión, la arqueología, que es excavar, investigar, documentar y difundirlo por todo el mundo; y luego para mí la responsabilidad más importante, la raigambre local. Creo que tenemos un compromiso con esta ciudad en intentar ayudar a mejorar la vida de los emeritenses a través de lo más preciado que tiene Mérida, que es su patrimonio.
-El Consorcio ha sufrido críticas en ocasiones. ¿Cree que se ha puesto en duda su utilidad?
-Creo que el Consorcio ha sido, es y debe seguir siendo bueno para la ciudad. De hecho, en muchos sitios nos han tomado siempre como un modelo a seguir en el planteamiento de una ciudad actual que debe crecer, pero compatibilizándolo con un yacimiento arqueológico. Ese diálogo debe ser coherente y sostenible. Algo importante es que el Consorcio aúna a todas las administraciones competentes en cuestión patrimonial, y además es participativo.
-¿Qué va a cambiar?
-No creo que haya que cambiar mucho, lo que hay que hacer es poner a la gente las pilas, hay que trabajar. Debemos incidir en los aspectos fundamentales, que Mérida nos tiene que ver como un instrumento útil. También hay que seguir potenciando la implicación social que tiene el Consorcio. Formamos parte de la cotidianidad de esta ciudad. Sobre todo a través de los proyectos sociales que tenemos, como los Eméritos, los Mecenas, el proyecto Adopta un monumento, el Emérita Lúdica...
-Sobre esos casos que ha citado, ¿habrá cambios en la Tarjeta Mecenas o más implicación del Consorcio en Emérita Lúdica?
-La Tarjeta Mecenas, desde que se implantó en 2004, tenía la filosofía de que gracias a la contribución de los socios se recuperaran espacios de la ciudad. Así se arreglaron los Columbarios, el Castellum Aquae, el Arco de Trajano... Se hizo para eso y para eso debe seguir. Y Emérita Lúdica partió del Consorcio, pero creo que con buen criterio, porque esto es un proyecto de ciudad y va más allá, la Administración responsable de la organización debe ser el Ayuntamiento. Pero, indudablemente, el Consorcio no debe mantenerse al margen porque gestiona muchos de los espacios que se utilizan y porque tenemos la capacidad y el conocimiento para asesorar sobre la rigurosidad de las actividades que se hacen.
-Sobre el uso de monumentos, ¿cuál es su postura sobre las actividades en el Teatro Romano?
-Para alguien que trabaje en patrimonio, hay que reducir los usos de los distintos espacios. Pero pongo el ejemplo de que el Festival de Teatro tenía quince días y ahora son dos meses. Hay explotación con elementos de primer nivel cultural, que nadie pone en duda. El debate que se genera es que, en una coyuntura económica y social como la actual, en la que todo se focaliza a través del turismo, si hay algo que tiene Mérida es su patrimonio. Hay actividades con un sello comercial y económico que dan trabajo a la gente.
-¿Qué se puede hacer entonces, atender no tanto al número de actuaciones sino al tipo (vatios, estructuras, etc.)?
-Hay que tener en cuenta todo ese tipo de cuestiones. Hay conciertos que todo el mundo sabe que no se pueden hacer allí, porque tienen unas características que no van acorde con el monumento. Y hay otros sobre los que cada uno tendrá su opinión. Es un debate complejo.
-¿Se han autorizado ya los conciertos que estaban pendientes del festival Stone & Music?
-Sí. En estos casos hay mucho desconocimiento, a veces interesado. Hay una comisión ejecutiva en la que están los representantes de las administraciones que forman parte del Consorcio y donde el director tiene voz pero no voto. El director nunca votó un concierto, ni ahora ni hace veinte años. Se aprobaron dos conciertos del festival, más el de Bertín Osborne. Y ahora la comisión se ha reunido y ha aprobado los cinco conciertos que restaban.
-Para Félix Palma, ¿siete, ocho o nueve conciertos son muchos?
-Depende. Para un responsable en patrimonio, cuanto menos se utilice un monumento mejor. Pero estamos en Mérida, y no somos ajenos a la ciudad. Hay que debatir el componente social y económico, la riqueza que supone para la ciudad. Hay que meter en una coctelera todo eso. Es complicado buscar el punto de equilibrio.
Convenio con el MNAR
-¿Se podrá seguir contemplando las piezas del Consorcio en el Museo Romano?
-Hay un convenio en vigor por el cual las piezas más importantes están en depósito en el Museo, algunas expuestas y otras en sus fondos. Lo que nadie pone en duda es que el objetivo último de las piezas que aparecen en una excavación es que el ciudadano las pueda disfrutar. Mérida tiene piezas arqueológicas para 25 museos. Uno de los anhelos, un sueño, sería la creación del museo de historia de la ciudad.
-¿Cómo recibió las críticas al nombramiento de su equipo, del que formaba parte su mujer?
-Con tristeza, porque hay gente que se siente más cómoda en el fango. IU pidió explicaciones, pero en realidad quería enfangar. Yo habría explicado las razones por las que a esta profesional se le nombró coordinadora de Documentación, cargo que ya no ocupa. Es una técnico del Consorcio, forma parte de la plantilla desde hace catorce años. El puesto de coordinador es más asumir una responsabilidad mal remunerada que ganar más dinero, por lo que agradezco a todos los que han aceptado el cargo. Y, lo más grave para mí, es que en este mundo en el que conseguir la igualdad real es tan complicado, tres de los cuatro coordinadores que propuse eran mujeres. Poner en duda la capacidad de una mujer a la hora de trabajar me parece muy triste.
Fuente HOY