En el thriller ganador del Premio Joven de Narrativa de la Universidad Complutense de Madrid, 'Ribera, fin de trayecto', la comarca valenciana que lleva ese mismo nombre se llenaba de mafias locales que trataban de hacerse con el control del tráfico de droga. Así lo describió su autor, Alex Garzó (Badajoz, 1990), quien con su segundo libro se afianza en la novela negra. Mañana presenta en la librería pacense Tusitala 'Lo que se espera de mí' (Editorial Gadir), que se centra en el asesinato de una joven. Garzó se mete en la piel del inspector Julio Cortés para resolver el caso. Los métodos que utilizará serán poco ortodoxos pero eficaces para hallar la verdad, mientras busca también encontrarse a sí mismo tras ser cuestionado por todos. El autor mostrará las personas que hay tras la placa, con problemas, dudas y miedos, rompiendo así los clichés del género.
-¿Cómo nace el libro 'Lo que se espera de mí'?
-Nace de paredes empapeladas de un complejo puzzle que ha ido variando según los personajes se iban adueñando de la historia y la impregnaban de personalidad. Es una novela en el sentido más clásico del género negro: un investigador intenta descubrir al asesino de una joven mujer en el centro de una ciudad costera. Pero a diferencia de mi primer trabajo, ya no uso un narrador omnisciente sino que me meto en la piel del inspector Julio Cortés y utilizo la primera persona. Una experiencia que me ha gustado y de la que he aprendido mucho.
-Un relato policíaco donde el factor humano lo es casi todo. ¿Rompe muchos estereotipos?
-Me gustaba la idea de romper clichés, porque siempre se trata la novela negra desde el mismo esquema. Desde pequeño he tenido un respeto casi reverencial por los policías, siempre los he visto como superhombres o mujeres. Pero esta vez quería saber quién hay detrás de la placa y despojarles de esa perfección que se espera de ellos para centrarme en sus problemas internos, sus dudas y sus miedos. Sin desvelar mucho de la trama, llegará un momento en el que el inspector de policía tiene que decidir si seguir por el procedimiento legal o seguir lo que le dictan sus emociones. Al fin y al cabo son humanos. También me ha gustado investigar y documentarme sobre las labores conjuntas que hacen los policías y los jueces. Me parecía interesante describir de la manera más realista posible el trabajo que tienen donde no dan un paso más sin contar con el respaldo del otro.
-¿Qué tiene este caso para implicar al lector desde la primera página?
-Hay un aspecto importante, que yo creo que me viene un poco de mi faceta como estudiante de guion, y es el hecho de estar escrito en presente de indicativo. Por tanto es una acción que le da un ritmo más trepidante, porque todo lo está pasando en el ahora. Pueden parecer cosas, así muy técnicas de escritor, pero luego, a la hora de leer la novela, espero que a la gente le guste también por este hecho.
-Todo ocurre en una ciudad costera, ¿vuelve a servirle Valencia de inspiración?
-No he querido localizarla en un punto concreto, pero cualquier valenciano podrá identificar ciertos lugares de la ciudad. Y es que para mí tener un escenario tan rico y crear literatura van de la mano.
-¿Por qué continuar con novela negra?
-Desde hace tres o cuatro años leo todo lo que cae en mis manos de novela negra y me encanta el hecho de inventar un submundo dentro de un mundo que nos rodea, de algo cotidiano como puede ser el ambiente de un pueblo o una ciudad. Por otro lado, está la posibilidad como autor de crear y meterte en la piel de personajes con un lado oscuro y cumplir así deseos prohibidos. Me gusta meterme en ellos y ver hasta dónde me llevan. La novela negra incita mucho a esto y cada vez me llaman más la atención su característica estructura.
-¿Qué espera de esta novela?
-Me gustaría que este libro se convirtiera en una lectura amena y fluida para el lector. Es una novela negra que nace para ser devorada. Además creo que bastante gente se sentirá identificada con muchos factores humanos que condicionan nuestra profesión y nuestra vida.
Fuente HOY