El escritor nicaragüense Sergio Ramírez ha ganado el premio Cervantes 2017. Considerado el Nobel de Literatura en español y dotado con 125.000 euros, este galardón reconoce la trayectoria de los escritores que hayan contribuido a enriquecer el legado literario hispano.
Después de siete votaciones, Sergio Ramírez ha sido el elegido por mayoría por el jurado reunido en el Ministerio de Cultura y presidido por Darío Villanueva, director de la Real Academia Española. El acta del jurado afirma que se le otorga el premio «por aunar en su obra la narración y la poesía y el rigor del observador y el actor, así como por reflejar la viveza de la vida cotidiana convirtiendo la realidad en una obra de arte, todo ello con excepcional altura literaria y en pluralidad de géneros, como el cuento, la novela y el columnismo periodístico».
Periodista, político, abogado y escritor. Sergio Ramírez Mercado (Nicaragua, 1942) ha compaginado a lo largo de su vida su faceta literaria, con la que ha alumbrado más de cuarenta títulos, con una activa vida política que lo llevó en su día a servicepresidente de Nicaragua, un cargo que ejerció entre 1985 y 1990.
«Adiós muchachos»
Tal vez hay dos libros de finales de los años noventa que definen bien su importancia en las letras iberoamericanas. En su autobiografía «Adiós Muchachos», Ramírez realiza un ejercicio de reflexión sobre el desencanto político que invade personalmente a quien se comprometió con la utopía revolucionaria y ve caer los ideales en un fracaso que le incita a escribir la memoria de ese proceso, un testimonio personal y relevante que publicó en 1999 la editorial Alfaguara.
Otro de sus libros fundamentales, que ofrece una perspectiva de la riqueza y variedad de su obra es «Margarita, está linda la mar», con la que ganó el premio Alfaguara en 1998. Esta es una novela compleja y de prosa muy lírica en la que se aborda el tema de la lucha por la libertad, llena de tramas y personajes complejos y se desarrolla en varios tiempos, los del dictador Somoza y los de su antecesor coetáneo de Rubén Darío, en una lectura crítica sobre la relación del gran literato nicaragüense con respecto al poder.
Relatos y compromiso
Sergio Ramírez estudió Derecho, aunque siempre tuvo una vocación artística. En 1960, al poco de entrar en la facultad, ya fundó la revista literaria «Ventana» junto a su amigo Fernando Gordillo. Precisamente fue ahí donde publicó algunos de sus primeros cuentos como «El estudiante» o «La tarjeta». Los mejores relatos los reuniría en 1963 en «Cuentos», su debut en el mundo del libro. Al año siguiente se gradúa como doctor en Derecho, recibiendo la Medalla de Oro como mejor estudiante de su promoción.
Su primera novela llegó en 1970 con «Tiempo de fulgor», la historia de un joven que emigra del pueblo a la ciudad con la meta de convertirse en médico. Desde entonces, alterna la narrativa con el ensayo y el periodismo. Su obra ha sido traducida a más de 20 idiomas.
En 1977, encabezó el grupo opositor de «Los Doce», integrado por intelectuales, empresarios, sacerdotes y dirigentes civiles, que luchaba contra el régimen del dictador nicaragüense Somoza. Dos años después entró a formar parte del gobierno de Nicaragua junto al político Daniel Ortega, retirándose de la política en 1996 para dedicarse a la literatura por entero.
Como editor, fundó en 1978 la Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA) en San José (Costa Rica) y en 1982 la editorial Nueva Nicaragua. Desde 1999 da clases en diferentes universidades de EE.UU., México, Perú, España y Chile.
El jurado
Ha estado formado por Darío Villanueva, representante de la Real Academia Española, que además ha actuado como presidente; Eduardo Mendoza, autor galardonado en 2016; designada por la Academia Nacional de Letras de Uruguay, Beatriz Vegh; por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Carmen Ruiz; por la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL), Diego Valadés; por el director del Instituto Cervantes, Esperanza López Parada; por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Antonio Pau; por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), M.ª del Carmen Pérez de Armiñán, por la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), Ileana Alamilla; y por la Asociación Internacional de Hispanistas, María Augusta da Costa.
Óscar Sáenz de Santa María, director general de Industrias Culturales y del Libro, ha actuado como secretario (con voz pero sin voto); y como secretario de actas (también con voz pero sin voto) Javier Pascual, subdirector general del Libro, la Lectura y las Letras Españolas.
Fuente ABC