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DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA Día: 21 de marzo de 2017 Lugar: Biblioteca Pública del Estado “Antonio Rodríguez -Moñino – María Brey”, de Cáceres Organiza: Junta de Extremadura Programa 19.30 h. Inauguración del acto y bienvenida. Sra. Dª. Miriam García Cabezas. Secretaria General de Cultura. Sr. D. Eduardo Moga Bayona. Director de la Editora Regional de Extremadura y coordinador del Plan de Fomento de la Lectura en Extremadura. 19.45 h. Lectura de poemas. Intervienen: D. Francisco Fuentes Dª. Teresa Guzmán D. Urbano Pérez Sánchez Dª. Irene Sánchez Carrón D. Basilio Sánchez
20.40 h. Actuación musical. Versos de poetas extremeños. Dª. María del Carmen Navia Alarcón, acompañada al piano por D. Juanma G. Navia.
Interpretan: Niñez ayer (Letra: Pureza Canelo) Habitación de hotel (Letra: Mª Rosa Vicente Oliva) Ciudad (Letra: Efi Cubero) Natural (Letra: Antonio María Flórez) 21.00 h. Cierre del acto.

La obra cuenta la historia de uno de los rincones más bellos de Extremadura
La Casa de Cultura de Casar de Palomero se llenó de visitantes interesados en conocer el libro titulado, un mundo desconocido en la provincia de Extremadura: Las Hurdes, que narra la historia de uno de los rincones naturales más asombrosos de nuestra región: La comarca hurdana. El libro, publicado por Fundación CB, fue presentado por la autora del mismo; María Jesús Lorenzo, acompañada por el biólogo y profesor de Biología y Geología, Eduardo Arrojo Martín, y el paleógrafo e historiador, Sebastián Caballero González. La obra que María Jesús Lorenzo ha elaborado está compuesta a partir de los textos que Romualdo Martín Santibáñez, reconocido notario y escritor nacido en Pinofranqueado en 1824, publicó en una revista de periodicidad quincenal llamada Revista Defensa de la Sociedad. También cuenta con un croquis confeccionado por Romualdo Martín, información que otros autores han escrito sobre Las Hurdes y transcripciones de archivos y copias de documentos impresos de la época. Los asistentes a la presentación tuvieron la oportunidad de conocer Casar de Palomero mediante una visita guiada; que fue presentada por Sebastián Caballero, paleógrafo e historiador, y Eduardo Arrojo, biólogo, profesor de biología y geología.

Fuente: El Periódico Extremadura.

La obra recoge 64 escritos aparecidos durante dos años en El Periódico La escritora Chelo Sierra, afincada en Torremenga, acaba de publicar De nada, un nuevo libro que ha sido editado por Torremozas. De nada reúne 64 artículos literarios seleccionados entre todos los que escribió la autora a lo largo de más de dos años para su columna semanal en EL PERIÓDICO EXTREMADURA. Respecto al título del libro, Chelo Sierra lo ha justificado de esta manera: «Cuando me preguntaban que de qué trataban mis columnas en el Periódico, nunca sabía qué decir, y siempre estaba tentada a contestar: de nada, pero, claro, me parecía una respuesta un poco insustancial, aunque es la verdad. ¿De qué trata el libro? De nada, en realidad, pero de esa nada que lo abarca todo». Y así es, porque en De nada, encontramos reflexiones originales y divertidas sobre todos los aspectos de nuestra realidad cotidiana, siempre tratados con la ironía y el optimismo que caracterizan a la autora. Chelo Sierra asegura que este es un libro con el que está muy ilusionada, ya que es «muy especial» para ella porque ha nacido del deseo de los lectores de ver recopilado su trabajo como columnista, razón por la que el libro está teniendo tan buena acogida: «es algo que me habían pedido en muchas ocasiones», además, dice la autora «es un libro precioso, ya que además está ilustrado por Javier Polo y Andrea G. Calera».

Fuente: El Periódico Extremadura.

Un documental producido por el cineasta sitúa el reino mítico que describió Platón en los «Diálogos» en un poblado descubierto en Marroquíes Bajos

Un asentamiento de la Edad del Cobre descubierto en Jaén revela la existencia de una sociedad muy avanzada para su época. Del subsuelo de la zona norte de la ciudad surge un poblado prehistórico sorprendente por su extensión (casi 100 hectáreas), por su población (cerca de 40.000 habitantes), por su complejo urbanismo y por la excelente red de canales construida 3.000 años antes de Cristo, lo que evidencia que sus habitantes tenían conocimientos matemáticos. La suma de factores ha motivado que National Geographic sitúe en él la Atlántida, el reino mítico que describió Platón en los «Diálogos».

«El resurgir de la Atlántida», un documental de National Geographic, producido por el cineasta James Cameron y emitido hace unos días, incide en las razones por las que cree que el yacimiento es la Atlántida o una ciudad gemela. A saber: una arquitectura increíble, un urbanismo caracterizado por la utilización de círculos concéntricos con una doble función (canal y foso defensivo) y la construcción de casas individuales redondeadas. Otro argumento a favor es su enorme riqueza, como acreditan los miles objetos descubiertos, entre los que destacan magníficas piezas de cerámica y esculturas.

Para la prestigiosa publicación, está claro que la antigua Jaén y la Atlántida forman parte de un mismo modelo arquitectónico, pero ¿qué opinan los arqueólogos? El departamento de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Jaén admite que no cuenta con pruebas para confirmar que el yacimiento sea el reino mencionado por el filósofo griego, pero destaca la enorme relevancia del poblado descubierto en Marroquíes Bajos. En primer lugar, por su dimensión, ya que los asentamientos humanos tipo de la época apenas superaban la hectárea, casi 100 veces menos. Y, en segundo lugar, por la modernidad de una sociedad agraria que hace 5.000 años decidió que parte de su población se dedicara en exclusiva a la construcción de los canales, una obra maestra de la ingeniería si se tiene en cuenta que el mayor tiene casi 4 kilómetros de diámetro.

 

Conocimientos matemáticos

Para Javier Martínez, ingeniero civil, el diseño de un sistema de canales circulares para transportar el agua revela que los antiguos pobladores tenían conocimientos matemáticos. En concreto, de magnitudes de cálculo hidráulico y topográfico. Por eso lograron al construir los anillos concéntricos que la distancia de los habitantes al suministro de agua dentro del poblado fuera mínima. En cierto modo, hicieron que pasara un río cerca de cada casa, según opina este experto, quien considera inusual que una población prehistórica fuera capaz de razonar así. Martínez se muestra asimismo asombrado por la construcción de despensas subterráneas en las viviendas para, al aprovechar que la temperatura bajo tierra es más estable, mantener mejor los alimentos.

Tanto más sorprendente es que sólo con la utilización de hachas de sílex y de frágiles instrumentos de cobre se llevara a cabo la construcción de un poblado con unas características específicas. Al respecto, la Junta de Andalucía califica de sorprendente en un documental el entramado de círculos que se entrecruzan en Marroquíes Bajos. La administración autonómica admite la dificultad de interpretar los espacios por la gran superposición de fosos y de hoyos para postes y para silos. También destaca que el espacio dentro de poblado está asignado a tareas específicas y que el núcleo familiar es mucho más complejo que una simple cabaña de madera, lo habitual en la época. Las cabañas de la zona, añade, contaban con áreas subterráneas para almacenar productos a las que se accedía por escaleras cuyos peldaños estaban excavados en el propio terreno.

 

Nuevas construcciones

Estos detalles permanecen en la memoria de los arqueólogos y bajo decenas de bloques de viviendas. Los expertos lamentan que National Geographic no emitiera su documental hace 15 años, cuando por mor de la expansión urbanística de la ciudad salió a la luz la gran aldea calcolítica de Marroquíes Bajos. En su día, los arqueólogos documentaron la totalidad de los vestigios que surgieron cuando las máquinas excavaron el terreno. Las piezas de valor fueron entregadas al Museo Provincial, pero el poblado ha acabado casi por completo bajo los cimientos de las nuevas construcciones.

Tan sólo permanece sin sepultar la zona del punto cero del primer círculo concéntrico, en la que se proyecta realizar un museo arqueológico abierto, y una gran extensión adyacente que se ha librado del hormigón porque la Junta de Andalucía ha incumplido los plazos para construir en ella la ciudad de la justicia. Ambas zonas serán el eje de la ruta turística que el Ayuntamiento impulsará para mostrar la peculiaridad del poblado ahora que National Geographic lo ha situado en el mapa.

«La Atlántida existe porque su concepto existe». Para Francisco García Moreno, presidente de la Asociación Andaluza de Filosofía, la realidad idealizada solapa a la realidad geográfica. La Atlántida, por cuanto leyenda, pertenece al primer grupo. García puntualiza, no obstante, que cabe la posibilidad de que Platón se refiriera en los «Diálogos» a un reino concreto, real, si bien desprovisto de elementos fantásticos. A su juicio, la razón por la que la Atlántida mantiene aún su poder de atracción es por la fascinación que ejercen en muchos las historias que empiezan bien y a acaban mal. Al respecto, aclara que la Atlántida fue una sociedad que se extinguió por el éxito.

Fuente: ABC

Cuando Lorca vio a Antonio Otero Seco por última vez, le pidió un favor y le hizo una promesa. Primero, que no publicara hasta pasados unos días la entrevista que el periodista y amigo íntimo le acababa de hacer. Le juró también que le daría el primer ejemplar de su nuevo libro en cuanto estuviera listo: se iba a llamar Poeta en Nueva York. “Tendrá 300 páginas o algo más. Se podrá matar a alguien tirándoselo a la cabeza”, le dijo.

La primera parte del trato se cumplió. La segunda, no. Un mes después, Federico fue asesinado en las inmediaciones de Alfacar (Granada). Pero las noticias resultaban tan confusas que Otero Seco (Cabeza de Buey, Badajoz, 1905-Rennes, 1970) decidió estar absolutamente seguro de aquel mazazo para publicar, el 24 de febrero de 1937 en Mundo gráfico, la que había sido, según él, su última entrevista en vida.

Tuvieron que pasar siete meses para desenmarañar dimes, diretes y confirmar la tragedia. Unos decían que estaba escondido en casa del músico Manuel de Falla, otros que los habían fusilado a los dos. Se había formado hasta un escuadrón de estudiantes con el nombre de Mariana Pineda para ir a rescatar el cuerpo. Lo cuenta el mismo Otero Seco en Escrits sur García Lorca, recién publicado por sus hijos, Antonio y Mariano, en la editorial francesa La Parte Commune, versión bilingüe.

Los dos han decidido rescatar la memoria de su padre. No solo han sacado a la luz este volumen que contiene íntegra aquella entrevista. También otro dedicado a sus encuentros con Picasso y Dalí, así como sus poemas. Pero en Francia. Allí es donde viven desde que Otero Seco tomara el camino del exilio y se ganara la vida como profesor en la Universidad de Rennes. “En España está absolutamente olvidado”, afirman. Tan solo los historiadores Francisco Espinosa y Miguel Ángel Lama han rescatado gran parte de sus escritos en una antología editada por la Universidad de Extremadura. “Algo encomiable, que agradecemos muchísimo”, afirman sus descendientes.

Para ellos, la memoria es una maleta pesada pero absolutamente necesaria. El primer recuerdo que Antonio, el mayor, tiene de su padre, prende tan lúgubre como teñido de desconcierto: lo conoció en el penal del Dueso (Cantabria). “Un 18 de julio de 1941. Yo acababa de cumplir tres años y los vencedores habían tenido el detalle de permitir a los presos reunirse con sus hijos para conmemorar lo que para ellos era el alzamiento y para nosotros el comienzo de la tragedia”.

 

FEDERICO ANTE EL JUEZ

Antonio Otero Seco recuerda la luz de Federico García Lorca. Brillaba, con su dentadura blanquísima en mitad de la tez morena, lo mismo en las tertulias teatrales y literarias de los cafés que declarando ante un juez. En esos trances comprometidos era cuando podía sacar lo mejor de sí, incluso. Como cuando tuvo que declarar acusado por un guardia civil de haber ofendido al cuerpo con sus poemas. Otero asegura haber presenciado aquella escena precisamente el 3 de julio de 1936, cuando, según él, le hizo aquella última entrevista.

“Cuando la leí por vez primera me quedé de una pieza”, asegura Ian Gibson. “Sobre todo por lo de la citación. Yo no podía, ni puedo, saber hasta qué punto Otero apuntó las palabras exactas del poeta. Pero sí dijo que el guardia, un señor de Tarragona, le pedía poco menos que su cabeza. Resulta escalofriante. No cabe duda que el poema Romance de la Guardia Civil española ofendió e incluso enfureció a no pocos ciudadanos del bando contrario y me imagino, a no pocos mandos del Cuerpo. Es muy probable que el ser su autor no le ayudara nada en los últimos momentos. Esto fue para mí lo más portante de la entrevista”, afirma el biógrafo. Lo que le extraña es que en esa época no hubiera alusión alguna a La casa de Bernarda Alba, terminada entonces. “Lorca se la leía a todo dios porque estaba muy contento con ella, por eso tiendo a pensar que pudiera haberse producido antes”.

En ella, el poeta le comentaba infinidad de proyectos. Aparte de la culminación de Poeta en Nueva York –“Un libro sobrio y de contenido social que defraudará”, decía, “a esos lectores que echan baba lujuriosa con La casada infiel”-, la preparación de obras teatrales como la ahora conocida Comedia sin título, otra obra de inspiración andaluza, o La sangre no tiene voz, que trataba el tema del incesto. El autor le confesó que quería descansar y con tanto anuncio temía volver locos a los editores y empresarios teatrales. Por eso le pidió que aguantara un poco antes de publicar sus palabras. Ninguno de los dos imaginó lo que truncaría todo poco después.

¿Su delito? Ejercer el periodismo y haber mostrado apoyo a la Izquierda Republicana de Azaña. El caso guarda tanto paralelismo –en inquietudes, género y compromiso- con el de Manuel Chaves Nogales que urge una justa recuperación en su país natal. También Otero se definía como liberal y republicano. Abogaba por una tercera vía abierta, alejada de la losa dogmática encaminada a los totalitarismos y ejercía un periodismo libérrimo, muy conectado con el mundo cultural.

Pero no solo eso. También ha pasado por ser el primer autor, junto a Elías Palma, de la que se considera novela pionera de un género que traería cola hasta el presente: la guerra civil. Y lo hizo en caliente, sin que la distancia para algunos necesaria le frenara un impulso que también bordó Chaves Nogales en sus relatos de A sangre y fuego. Este conjunto de narraciones, décadas después, ha sido reconocido como una obra maestra, precursora del nuevo periodismo 30 años antes de que, como dicen, lo inventara Truman Capote. “Los dos fueron muy amigos, compenetrados en la causa de una España alejada de los extremismos, puros demócratas”, afirma su hijo Mariano.

La novela germen de Otero Seco y Palma se titula Gavroche en el parapeto y es una fusión de crónica y ficción necesitada también de una difusión urgente. Los autores llegaron a entregársela al general Miaja y al entonces coronel Vicente Rojo, cuando ambos defendían el asedio a Madrid [momento que puede verse en la fotografía], recoge su amigo y profesor, Jean François Botrel. “También abordó la autoficción”, afirma este. “Fue en el relato Entre paréntesis, donde cuenta su experiencia en las cárceles”, comenta Antonio Otero hijo.

Entró en la prisión madrileña de Diaz Porlier acusado de “activísima campaña periodística contra el movimiento nacional y apología de la causa marxista, entre otras cosas”, añade Botrel. Le pidieron pena de muerte. Se la conmutaron por 30 años. Le trasladaron al Dueso para que le comiera la humedad en aquella fortaleza de horrores frente a la playa de Berria, cerca de Santoña, pero salió en 1942.

Se introdujo en la clandestinidad política –“Le veíamos de pascuas a ramos cuando se dejaba caer por casa”, comenta Antonio-, pasó por representante comercial como escaparate del activismo político. Velaba como podía de la seguridad de su esposa, María Victorina San José, y sus tres hijos. Un buen día, cruzó la frontera a Francia disfrazado de cura.

Allí quedó deslumbrado por París. Pero cambió el abrigo de otros colegas en el exilio y la recién estrenada efervescencia de la capital tras el girón que le habían dejado en las calles los nazis, por un puesto seguro en la Universidad de Rennes. Allí se volvió a reunir con su familia y pasó sus días, espigado y silencioso, dichoso por volver junto a su esposa e hijos, pero triste por una España amputada. Escribió para medios suramericanos y Le Monde, hasta su muerte, en 1970. Saltaba del periodismo a la novela, el teatro y la poesía en medio de una obra discreta pero constante que espera ser ahora redescubierta como merece.

Fuente: El País

No es una biografía: El mito de Cortés, de Iván Vélez, contextualiza la figura del conquistador de Tenochtitlán. Detrás de este libro hay una gran labor de documentación y un deseo: poner en el lugar que le corresponde a este personaje de talla histórica. Aunque la imagen mítica de Cortés es la de un triunfador bélico, y así se le representa, también era un gran líder político con un gran dominio de la diplomacia, papel fundamental en el poder. El autor contrapone la figura de Hernán Cortés con la de Alejandro Magno –otro gran mito bélico– para percibir la magnitud como conquistador que tiene este personaje.

Hernán Cortés no fue un héroe individual. En este libro se huye del concepto decimonónico del caudillo que –por sus propios y únicos méritos– es capaz de arrastrar a una sociedad hasta llegar al poder. Los que acompañaron a Cortés (Pedro de Alvarado, Diego de Ordás oJerónimo de Aguilar, entre otros) tuvieron un peso importante, como recoge el autor. Sostiene que el Hernán Cortés heroico, el que ha llegado hasta nuestros días, no se construye cuando marcha de Cuba, sino en las playas de Veracruz en las que adquiere una serie de poderes que le permitirán llevar a cabo su plan.

Astuto y diplomático

Se habla de la conquista como su principal logro y así fue. Consiguió dar con una serie de sociedades en el Nuevo Mundo, que estaban sojuzgadas a una entidad de mayor envergadura: la de los mexicas, cuyo emperador eraMoctezuma. Su principal mérito fue no armarse con una espada, sino excitar esas rencillas con el entonces Huey Tlatoani (el gran líder del Imperio Mexica). Cortés debe ser reconocido como libertador de algunos pueblos que estaban sometidos, y consiguió engrosar las magras filas de su ejército con la población indígena, que le nutre del músculo para poder hacer frente a los mexicas.

Leyenda negra e imperiofobia

Hernán Cortés no fue a destruir una paz idílica sino un imperio salvaje: con matanzas y sacrificios. El indigenismo que proliferó en el siglo XIX, una moda mundial, hizo que el mundo salvaje de los mexicas fuera glorificado en detrimento de este héroe universal, hasta pasar a ser considerado un icono de la leyenda negra.

La gran crisis de Cortés comienza en el XIX pero también en el XX, cuando se potencia el indigenismo, que en América llega de la mano de las iglesias evangélicas (de la oposición catolicismo-protestantismo). Es complicado hablar de imperios buenos y malos, pero sí debemos distinguir entre imperios depredadores y generadores. En el caso de los mexicas (aunque haya un componente de ambos lados en toda acción imperial), se termina con un imperio que posee componentes propios de la barbarie. La acción civilizadora de Hernán Cortés vino de la mano de componentes políticos pero también religiosos: espada y cruz. De este modo se logra despojar a esa sociedad de los sacrificios humanos, la antropofagia, y la esclavitud, entre otras costumbres bárbaras.

La india Malinche

De todos es sabido que la amante de Hernán Cortés, la india Malinche, jugó un papel crucial en la conquista. Tenía un olfato político igual que Cortés, a lo que se le sumaba la visión interna propia de una indígena. Doña Marian (nombre que adoptó cuando fue bautizada) fue la auténtica estratega que le facilitó acceder al control de los pueblos tlaxcaltecas.

El mito de Cortés, de Iván Vélez, hace un detallado repaso de los mitos oscurantistas o esclarecedores que han acompañado a la histórica figura de Cortés. Aporta novedosas fuentes sobre esta figura excepcional de nuestra Historia, trazando una nueva línea en torno al personaje, más allá de la Leyenda Negra.

 

Iván Vélez, El mito de Cortés. Editorial Encuentro, 2016. 338 páginas.

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