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El alcalde de Badajoz ha expresado su objetivo de convertir el parque de la Margen Derecha del Guadiana en un museo abierto, que sea así un punto de encuentro cultural en la ciudad.

Esta línea de trabajo se ha iniciado con la inauguración de una exposición del artista asturiano Juan Méjica, con siete obras escultóricas de gran dimensión que estarán expuestas en el parque del Guadiana hasta el próximo 1 de julio.

Francisco Javier Fragoso ha manifestado que la intención es que la Margen Derecha del Guadiana no solo sea un espacio deportivo y de esparcimiento, sino también un foco cultural con actividades de primer nivel.

El primer edil ha destacado el gran número de familias que visitan el parque de forma diaria y, en este sentido, las esculturas de Méjica están hechas para que padres, madres y niños interactúen con ellas, las toquen, se suban en las figuras e imaginen.

El artista asturiano ha afirmado que entre las esculturas, de acero y cobre, hay caballos o barcos, donde imaginar en el caso del escenario pacense ir al galope por el parque o navegar por el río Guadiana.

La iconografía de la muestra también incluye entre otros el toro, el tejo (el árbol mágico de la costa atlántica) o el menhir.

Badajoz es la ciudad número 37 que acoge esta exposición, inaugurada hace ocho años y se encuentra además entre las ciudades que pudieran acoger en un futuro un escenario permanente donde se ubicara un conjunto escultórico con distintas de sus obras que forme un parque en sí mismo.

El regidor pacense ha destacado que la obra de Méjica haya visitado un gran número de ciudades españolas, así como la importante presencia del autor en toda Iberoamérica.

Fuente HOY

Un grupo de voluntarios se ha unido para formalizar una asociación con el fin de trabajar en la recuperación y mantenimiento de la iglesia de la Consolación, más conocida por Los Hermanos. Está cerrada al culto por las deficiencias que tiene, sobre todo, en su cubierta.

Este nuevo colectivo está liderado por Luis Maldonado, con el apoyo de la cofradía de la Oración en el Huerto y María Magdalena, que también pretenden recuperar la actividad de este templo. Maldonado señala que se tratará de una asociación religiosa en la que, una vez creada, se podrá unir quien así lo desee. Su nombre será 'Asociación Pública de Fieles Cristo de la Fe y Nuestra Señora de la Consolación'.

Matiza que los trabajos de adecentamiento de este templo comenzaron hace casi cuatro años. Maldonado recuerda que, como organista, fue a visitar su órgano romántico. En ese momento, se encontró la iglesia convertida en un «palomar», llena de suciedad con polvo y excrementos. Por este motivo, comenzó a limpiar, en primer lugar, las escaleras del coro. Antes, se tapó la entrada a la iglesia de las palomas. En esas tareas de adecentamiento comenzó solo, pero rápidamente se le fueron uniendo diferentes voluntarios hasta conseguir que quedase totalmente limpia.

Maldonado detalla que la labor de estas personas no terminó ahí. Ya llevan varios años acudiendo una vez a la semana para abrir el templo y para mantener esa limpieza. Puntualiza que para hacer esta labor, se tiene el permiso del rector del templo, Vladimir Sánchez.

Financiación
Ahora, se quiere dar un paso más con la creación de la asociación. El fin último es velar por la iglesia y que haya una conservación. También espera que se recupere el culto de este templo, así como algunas de sus tradiciones. Otra de las labores es buscar financiación para que se pueda restaurar.

En esta tarea, se ha implicado la Cofradía de la Oración en el Huerto. Su presidente, Javier Beato, recuerda que fue la sede de este colectivo. Por tanto, se tiene la ilusión de que se abra las puertas de forma permanente «algo que es nuestro y de todo Trujillo», apunta. Con esa idea, en esta Semana Santa, la agrupación ha realizado distintas actividades y ha contribuido a su mejora.

Fuente HOY

La ciudad saldará una deuda el viernes. Lo hará nombrando hijo predilecto al afamado artista Juan Valdés, que ha expuesto en Nueva York y Tokio, y que siempre reivindica que nació en Badajoz. Aunque en Sevilla lo quieren hacer suyo y en casi todas las crónicas de los medio de comunicación se refieren a él como el 'pintor de la escuela sevillana'.

Pero Juan Valdés (Badajoz, 1942) lleva a gala que es extremeño. Tanto, que llegó a sus oídos que le quisieron hacer Hijo Adoptivo de Sevilla y otorgarle la Medalla de Oro de la capital hispalense, y él respondió que se esperaran hasta ser reconocido en su ciudad. Y el salón de Plenos del Ayuntamiento se abrirá para escribir su nombre en el libro de oro de Badajoz este viernes.

A Juan Valdés se le conoce por su pintura figurativa y no quiere encasillarse. Desde que llegó a Sevilla a los 17 años, con una beca de la Diputación de Badajoz para estudiar en la Escuela de Bellas Artes, ha plasmado flamenco, toreo e imágenes de carnaval. Y, sobre todo, se le conoce por sus retratos. Explica que ha sido el único pintor para el que posaron los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía. «Aquello fue porque el retrato era para presidir el pabellón real de la Expo'92», dice.

Salpica una conversación de media hora con recuerdos de su vida y con reflexiones. «No me gusta la vanidad porque lleva a la soberbia y eso es un lastre muy grande», sentencia. Pero también él fue de los primeros en retratar a Felipe VI, un cuadro que cuelga en el Ayuntamiento de Sevilla. Y es él, también, el que expondrá en otoño una muestra compuesta de retratos de grandes personajes internacionales en la capital hispalense. A pesar de todo no le gusta que le llamen maestro. «A veces alguien lo hace y yo le digo que soy un alumno aventajado».

Su vida pasa por Sevilla porque allí se mudó a formarse, allí se casó y allí sigue. Su trayectoria está ligada a la ciudad andaluza, para la que ha hecho un cartel de Fiestas de Primavera, uno para Semana Santa y tres para la Maestranza. «Pero ya no hago carteles. No soy cartelista», reivindica.

Está feliz de tener su reconocimiento en Badajoz esta semana. Tanto, que acudirá un autobús de sus amigos, reconocidos artistas en sus campos. Desde la bailaora Cristina Hoyos hasta Fosforito y Ortega Cano. Hace ya 34 años, el Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla organizó una muestra sobre flamenco. En ella se vieron cuadros de Goya, Picasso, Dalí, Fortuny... y de Juan Valdés. Junto a esta satisfacción guarda en su mente otro recuerdo flamenco. Pero ese le lleva a una piscina que en su infancia había junto a la pesquera del Guadiana. Allí, en un día de fiesta, se puso un hijo del Porrina a la guitarra y él cantó, y se llevó una copa de aquel día que guarda con mucho cariño.

La química y el carnaval
Muchos de sus amigos son de los mundos que ha plasmado en sus cuadros, como el flamenco y el toro. Pero conserva también amistades en la ciudad. «Voy a reunir a a mis amigos en Badajoz, donde guardo amigos de la infancia porque la amistad no es cuestión de roce. Es cuestión de química».

Parte de esa química de la que él habla existe entre su pintura y los carnavales, que es una temática recurrente. 'Divertimento veneziano' exposición que pudo verse en la fundación Cajasol recibió la visita de más de 15.000 personas previo pago de entrada. Y ahí se vieron pinturas carnavaleras. Y no es casualidad. Ha viajado por todo el mundo para conocer esta fiesta: Brasil, Alemania o Badajoz están en sus cuadros. Pero, sobre todo, Venecia, ciudad a la que ha viajado en 16 ocasiones. «El de Venecia es el que más ha centrado mi atención por su estética».

Como le ocurre con la ciudad italiana, a Juan Valdés le gusta volver a Badajoz, donde el MUBA organizó hace un año una muestra retrospectiva. Huérfano de padre a los cinco años y de madre a los ocho, se crió con sus abuelos. Su abuelo fue su «todo». Le transmitió cultura, principios y una rigidez que le han acompañado en su vida. «Mi abuelo es mi norte», dice. Y está enterrado en Badajoz, al igual que el resto de su familia. «Para mí que Badajoz me nombre hijo predilecto es el punto y aparte. Es lo máximo».

Fuente HOY

A lo mejor los nombres de Casiodoro de Reina y Martín Álvarez no suenan hoy en Extremadura. Sin embargo, forman parte de su historia. De hecho, desempeñaron un papel importante en Montemolín (cerca de Monesterio, en la Sierra de Tentudía, 1.421 habitantes). Ahora una novela rescata a estos personajes y a otros en el primer volumen de ficción que se escribe sobre el pueblo.

El periodista José Montero ha creado una mezcla de thriller y crónica en la que narra siete siglos de historia. Nacido en Córdoba en 1956 y afincado en Sevilla, se casó con una montemolinesa. De sus continuos viajes al pueblo ha nacido 'El tesoro de San Benito'. Es su primer libro.

El núcleo de la novela lo ocupa la construcción de la ermita de San Benito a finales del siglo XV, hasta que cae en el abandono a principios del siglo XX y es reconstruida por los habitantes en los años 90. «Se puede decir que es un homenaje a la historia reciente del pueblo y sus vecinos, quienes, con su párroco al frente, han revivido la épica y el coraje de sus antepasados al recuperar la vieja ermita», explica el autor.

Toda esta historia se ve a través de los ojos de Luka, un joven médico suizo que llega un día al pueblo y se adentra en la reconstrucción de la ermita, un templo abandonado a pocos kilómetros del centro y que el párroco está empeñado en recuperar. En ella intervienen unas 200 personas y va saltando en el tiempo, lo que ha exigido un esfuerzo documental.

Los personajes que articulan la trama son del siglo XX, pero sus aventuras trasladan al lector a distintos episodios de la historia de Montemolín.

«La historia que cuenta revela la gran capacidad de los extremeños y expresamente de los de Montemolín para las grandes gestas, algo que contagia a numerosos personajes, incluso de culturas y países muy diferentes», añade el periodista. José Montero cree que incluso los vecinos del pueblo descubrirán una forma distinta de mirar sus lugares. «Desde el castillo (donde se revive la época almohade) hasta una antigua ruta a Santiago, hasta ahora desconocida, que discurre por la cañada de Santa Elena».

La novela se puede adquirir ahora por Internet. El día de su presentación se agotaron los doscientos ejemplares de la primera edición, que ha estado a cargo de la cofradía de San Benito.

Fuente HOY

Reseña publicada en el periódico HOY el sábado 26

Hans Küng ha sido con toda probabilidad el teólogo católico más relevante durante los últimos cincuenta años. Sin duda, ningún otro ha provocado más quebraderos e inquietudes a la jerarquía. Seguramente, tampoco nadie en este medio siglo último ha trabajado más por la reforma de su Iglesia, que, si bien le retiró la licencia para enseñar, nunca lo ha suspendido a divinis : Küng (Sursee, 1928) continúa ejerciendo como sacerdote católico, a la vez que se mantuvo en la docencia hasta jubilarse como catedrático de Teología Ecuménica en la Universidad de Tubinga, gracias a la actitud independiente de esta institución frente a las presiones del Vaticano.

“Es pura herejía”, le escuché decir a un obispo español refiriéndose a una de las obras más célebres del helvético, La Iglesia (Barcelona, Herder, 1967), añadiendo aquel prelado que desde luego él no la había leído. “No miro a tu telescopio, que me convences”, le habría dicho a Galileo el bueno de Cremonini, culto filósofo aritotélico, opuesto al heliocentrismo, la nueva teoría astronómica que aquel propuso,. Esa suma de ignorancia, prejuicios y cerrilidad contra los avances científicos es el cóctel más odioso para Küng, causa, según él, de la lejanía en que se sitúa la Iglesia católica de la sensibilidad contemporánea… y de sus propios fundamentos. De ahí la necesaria lucha por devolverla su pureza, primitiva, depurándola de tantos elementos que no tienen explicación bíblica, sino sólo sociohistórica.

Ecclesia semper reformanda, ha sido el leimotiv del extraordinario quehacer teológico, docente, pastoral y periodístico de Hans Küng, autor de medio centenar de obras e innumerables artículos en los más renombrados medios de todo el orbe. Títulos, junto al antes citado, como ¿Infalible? Una pregunta (1970), Ser cristiano (1974), ¿Existe Dios? Respuesta al problema de Dios en nuestro tiempo (1978), Proyecto de una ética mundial (1990), Una ética mundial para la economía y la política (1999), o La mujer en el cristianismo, (2002) todas con extraordinario éxito editorial, recogen las tesis más ardorosamente propuestas por su autor. Celibato libre para los sacerdotes; acceso de la mujer a las órdenes mayores (presbíteros y obispos); redefinición de los dogmas (especialmente los marianos y el de la infalibilidad pontificia) según las categorías filosóficas contemporáneas; espíritu ecuménico igualitario entre todas las iglesias cristianas; ejercicio colegial, no principesco, del papado; supresión de cualquier fórmula inquisitorial o métodos represivos; diálogo sin complejos con los saberes científicos; autoridad entendida como servicio a los hermanos; imprescindible depuración de la curia vaticana; posibilidad para los divorciados de acceder a la comunión; huida del boato superfluo, inclinándose a favor de los más pobres y la no condena de los métodos anticonceptivos … son las más defendidas por Küng, que tanto se esforzó por que el Vaticano II (fue el teólogo consultor más joven, junto con Ratzinger, de tan esperanzador como después casi frustrado Concilio).

En este su nueva obra pasa revista a cómo contribuyeron, o dificultaron, los siete Papas que él ha conocido el triunfo de tales tesis. Seguramente el más enemigo fue el primero de la serie, Pío XII, por quien no demuestra la menor simpatía y a quien acusa de no haber combatido decididamente contra el régimen nazi y el holocausto, entre otras duras imputaciones. Casi sólo le alaba la importancia de su encíclica Divino afflante spiritu para actualizar los estudios escriturísticos y quitar el anatema contra los partidarioss de la teoría de la evolución. Sin duda, Juan XXIII se lleva los mayores elogios (también el Papa actual, con quien cabe establecer algunos paralelismos). La sencillez y cordialidad de Roncalli, opuesto a todo despotismo; la apertura hacia todas las iglesias cristianas e incluso otras religiones, más la decisión de convocar el Vaticano II, dirigiéndolo hasta la muerte por las mejores vías, constituyen impagables contribuciones. Ni Pablo VI, por su tibieza y escrúpulos diplomáticos, ni Juan Pablo I (sólo gobernó treinta y tres días, misteriosamente fallecido) desarrollarían aquel patrimonio espiritual. Pero con quien más duro se muestra es con Juan Pablo II, a quien (sin negarle méritos en el campo social), achaca un conservadurismo teológico enorme, juzgándolo sometido al Opus Dei y empeñado en conducir a la Iglesia católica por caminos contrapuestos a las enseñanzas del Vaticano II. De Karol Wojtyla lamenta una endeble formación, exceso de teatralidad, actitudes dictatoriales ad intra (aunque defendiese la democracia ad extra), obstinación en ocultar los abusos sexuales de los clérigos y la voluntad de mantenerse en el poder hasta el último suspiro, lastimosamente sustentado, símbolo doloroso de una Institución también caduca. Con Benedicto XVI, a quien el autor ha tratado desde jóvenes, las relaciones personales vienen siendo complejas (aunque el ya papa alemán recibió amistosamente en Castelgandofo al perseguido suizo), más aún desde que aquel decidiera hacer carrera rumbo al cardenalato y presidir la Comisión para la Doctrina de la Fe (nuevo nombre de la Inquisición vaticana). El balance de este pontificado tampoco le resulta positivo. Sí su renuncia y pase a “papa emeritus”.

Hans Küng escribe con absoluta diafanidad. Su competencia académica resulta indiscutible y muchas de las cuestiones que trata las ha vivido personalmente. Educado en la cultura alemana-Suiza (más siete años de estudios en la Universidad Gregoriana de Roma) aprecia justamente las aportaciones religiosas de Reforma protestante. Polemista y hasta provocador, decidido enamorador del ecumenismo y la libertad de conciencia, la información que maneja es en verdad impresionante Trasmite un muy alto concepto de sí mismo, cosa a veces poco simpática, pero su amor y fidelidad a la Iglesia católica resultan indiscutibles. Hans Küng, Siete Papas. Madrid, Trotta, 2017

La Iglesia extremeña y la Santa Sede comparten la idea de crear una comisión de estudio sobre la reivindicación histórica de Extremadura de que el monasterio de Guadalupe se integre eclesiásticamente en una de las tres diócesis de la comunidad y deje de pertenecer a Toledo.

Así lo ha asegurado, en una entrevista a Canal Extremadura, el arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, según el cual "por parte del Vaticano sí hay buena disposición a crear esa comisión de estudio".

"Nosotros en Extremadura lo vemos muy claro", ha dicho Morga, quien ha reconocido, no obstante, que el "status quo tiene mucha fuerza y es difícil de mover", algo que "se nota en este asunto".

También se ha referido a la sentencia del Tribunal Supremo sobre la carga horaria de la asignatura de religión en la comunidad, una sentencia que, a su juicio, "parece que está diciendo siéntense ustedes y dialoguen, hablen".

"Por parte de los tres obispos extremeños y el de Toledo, estamos de acuerdo en sentarnos y dialogar" aunque con "la Junta no hemos hablado de momento sobre esta cuestión", ha precisado.

El arzobispo ha insistido en que "está la voluntad de los padres" que quieren que sus hijos cursen esta asignatura y "esto hay que respetarlo, está en la Constitución española y los acuerdos con la Santa Sede".

En este sentido, ha destacado "la lógica" de lo que dice la sentencia: "que la asignatura tenga el tiempo adecuado para que se pueda dar" y ha abogado por dejar la carga horaria de la asignatura "como estaba antes" de la reducción.

Además, ha asegurado que "hay una ley orgánica educativa y un real decreto de 2014 donde se establece que tanto el contenido como el desarrollo de religión corresponde a la autoridad eclesiástica".

Por último, ha sido cuestionado por el acuerdo de la Diputación de Badajoz y el Arzobispado de Mérida-Badajoz para restaurar las iglesias de las localidades de menos de 20.000 habitantes, y la reiterada de vestigios franquistas exigida por el Comité de expertos de la Memoria Histórica de la institución provincial.

"Hay que mirarlo uno a uno, estudiarlo, nosotros vamos a cumplir la ley en lo que la ley establezca", ha manifestado.

Fuente ELPERIODICOEXTREMADURA

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