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La cita se celebrará del 13 al 18 de julio en la ciudad y en otros pueblos de la provincia. A las actuaciones se sumarán una conferencia y una exposición de carteles

Nueve grupos de ocho países participarán en el 37 Festival Folclórico de Extremadura, que se celebrará del 13 al 18 de julio. En esta edición, las agrupaciones proceden de China, Montenegro, Perú, Portugal, Puerto Rico, Rumanía, Rusia y España (con dos representantes, Badajoz y Córdoba).

La secretaria general de Cultura de la Junta, Miriam García Cabezas, presentó ayer este certamen acompañada por la directora del área de Cultura de la diputación, Elisa Moriano, el director del teatro López de Ayala, Miguel Murillo, y Rafael Maldonado, presidente de la Asociación de Coros y Danzas Extremadura, que organiza este festival. Las actividades comenzarán el 13 de julio con una jornada de juegos tradicionales a cargo de los grupos de China, Perú y Puerto Rico. Al día siguiente, a las 12.00 horas, se iniciará en la avenida de Colón el desfile de las agrupaciones participantes, que recorrerán la avenida Ramón y Cajal, Menacho, Francisco Pizarro, Virgen de la Soledad, la plaza de España, Obispo San Juan de Ribera y la plaza Minayo, para terminar en el paseo de San Francisco.

Ese mismo día tendrán lugar en el auditorio municipal Ricardo Carapeto las primeras actuaciones a cargo de los grupos Jallmay Alto Folclor, de Perú; Martisorul, de Rumanía, y la agrupación anfitriona. El viernes, 15 de julio, actuarán el Grupo Folclórico Da Corredoura, de Guimaraes (Portugal); el Academic Cultural Ensamble Mirko Srzentic, de Montenegro; y Mei Hai Art, de China. El día 16 se subirán al escenario el Grupo de la Marquesa, de Benamejí (Córdoba); la Compañía Folclórica Gibaro, de Puerto Rico; y el Conjunto Folclórico Irandek, de Rusia.

Todas las actuaciones comenzarán a las 22.30 horas y las entradas, con un precio de 8 euros, se podrán adquirir en la taquilla del teatro López de Ayala del 6 al 14 de julio (de 12.00 a 14.00 y de 19.00 a 21.30 horas) y los días del festival también en la del auditorio (de 21.30 a 23.00 horas).

El viernes habrá una conferencia sobre El folclore en los festejos reales , a cargo de Guadalupe Mera Felipe en la sala de ámbito cultural de El Corte Inglés, donde también se podrá ver, del 4 al 16 de julio, una exposición de los carteles que han anunciado el festival en sus 37 ediciones.

Para el sábado se ha programado otra actividad ya tradicional en este certamen: Ven a bailar con los grupos del festival , que se desarrollará en el paseo de San Francisco (12.00 horas). Los grupos harán una exhibición de sus bailes e invitarán al público a que dancen con ellos.

Además de Badajoz capital, el Festival Folclórico de Extremadura visitará otras localidades de la provincia como Castuera, Fuente de Cantos, La Garrovilla, Oliva de la Frontera, San Vicente de Alcántara, Valdelacalzada y Pueblonuevo del Guadiana.

El presidente de la Asociación de Coros y Danzas Extremadura destacó el nivel de las agrupaciones que participan en esta edición, poseedoras de importantes premios y algunas de ellas reconocidas como "de las mejores del mundo". Asimismo, explicó que la organización rendirá un homenaje en el intermedio de la gala del día 15 a todas las organizaciones extremeñas que trabajan para proteger los derechos de las personas.

Fuente: El Periódico Extremadura

El acto tendrá lugar en los jardines del Museo de Cáceres el próximo jueves, día 30

El Centro Unesco de Extremadura va a realizar un homenaje al que fuera su presidente fundador, el escritor y periodista José Miguel Santiago Castelo por el primer aniversario de su fallecimiento.

La Junta Directiva del Centro Unesco de Extremadura, en una nota de prensa, destaca sobre el homenajeado "su entrega sin tasa en la defensa en Extremadura de los principios que defiende la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura".

El que también fuera subdirector del diario ABC, director de la Real Academia de las Letras y las Artes de Extremadura y distinguido con la Medalla de Extremadura, fue nombrado presidente por los socios fundadores del Centro Unesco en 2003.

Desde entonces, indica la junta directiva, "vino desempeñando dicho cargo con la generosidad, entrega y pasión con que hacía todo en su vida".

Su muerte en mayo de 2015, continúan, "nos dejó a todos un poco huérfanos, porque el vacío que su inmensa humanidad dejaba se sentía en todo cuanto rozó su vida".

El acto de homenaje, que estará centrado en la palabra y la música, las dos grandes pasiones de Santiago Castelo, señalan, tendrá lugar en los jardines del Museo de Cáceres el próximo jueves, día 30.

Al mismo asistirán, entre otros, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; el escritor Álvaro Valverde y la académica de las Real Academia de las Letras y las Artes de Extremadura, Carmen Fernández-Daza.

Fuente: HOY

La muestra titulada 'Vicente Paredes en el patrimonio cultural de Extremadura' permanecerá expuesta hasta el 29 de septiembre en la Biblioteca Pública con motivo del centenario de la muerte de este conocido arquitecto, historiador e investigador extremeño

La muestra titulada 'Vicente Paredes en el patrimonio cultural de Extremadura' permanecerá expuesta hasta el 29 de septiembre en la Biblioteca Pública con motivo del centenario de la muerte de este conocido arquitecto, historiador e investigador extremeño

La Biblioteca Pública de Cáceres acoge la muestra titulada 'Vicente Paredes en el patrimonio cultural de Extremadura', que permanecerá expuesta hasta el 29 de septiembre, con motivo del centenario de la muerte de este conocido arquitecto, historiador e investigador extremeño. Informa Europa Press. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, inaugurará mañana a las 12.00 horas esta exposición. Tras la inauguración está programada la presentación de la ponencia 'Vicente Paredes Guillén: una vida, un legado', a cargo de Montaña Domínguez, comisaria de la muestra, junto con Carlos Marín, y autora de la biografía sobre el homenajeado que publicó en 2006 la Institución Cultural El Brocense.

Esta propuesta de la biblioteca pública cacereña se completará con una jornada de conferencias, a celebrar en la segunda quincena de septiembre, sobre aquellos aspectos y facetas más destacados de la labor de Paredes Guillén. Así lo ha explicado el director general de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural, Francisco Pérez Urbán, que ha dado a conocer los actos del centenario. Pérez Urbán ha estado acompañado durante el acto de presentación por la directora de la Biblioteca Pública del Estado en Cáceres, María Jesús Santiago, y por el técnico de bibliotecas José Luis Lázaro.

'Vicente Paredes en el patrimonio cultural de Extremadura' se divide en cuatro secciones: 'Una vida dedicada al estudio', que recoge los aspectos más personales de la biografía del protagonista; 'Arquitectura proyectada, obra realizada', donde se analiza su trabajo como arquitecto y urbanista; 'Arqueología, de la afición al compromiso', que ofrece su intensa tarea investigadora en el campo arqueológico; y 'Afanosa curiosidad', que resume el carácter "poliédrico", como asegura Pérez Urbán, de los múltiples asuntos que le interesaron a lo largo de su vida.

Los visitantes de la muestra tendrán también a su disposición ejemplares de la reedición facsimilar, que la biblioteca cacereña ha hecho expresamente para el centenario, del prospecto publicitario de la Revista de Extremadura (1899-1911), en cuya creación y fundación participó Vicente Paredes.

Fuente: El Periódico Extremadura.

Se centrará en los acontecimientos históricos de la conquista inca

La Fundación Obra Pía de los Pizarro acogerá la conferencia y presentación del proyecto Ruta cultural del mestizaje, Francisca Pizarro Yupanqui. España - Perú - España el próximo viernes 1 de julio a las 20.30 horas. La intención es establecer las bases para el desarrollo de una ruta cultural en Perú, que estará fundamentada en los acontecimientos históricos de la conquista del Tahuantinsuyo, el imperio de los Incas, y en especial en el extremeño Francisco Pizarro y su hija Francisca Pizarro Yupanqui, fruto de la relación del conquistador con una princesa inca, Inés Huaylas.

Entre otras pretensiones, esta expedición de cooperación al desarrollo, resalta los valores del mestizaje hispano peruano y pretende dinamizar aquellas localidades que fueron protagonistas de la conquista, así como establecer una alternativa turístico-cultural.

Los organizadores resaltan que si bien es muy conocida la vida de Pizarro en Perú, aún no se ha hecho un estudio técnico para concretar una ruta cultural del mestizaje. Dicho proyecto será presentado por M Carmen Valadés, antropóloga americanista, especializada en culturas preincaicas, y Manuel Méndez, dedicado a la consultoría y realización de proyectos de cooperación para el desarrollo y rutas culturales y turísticas.

Fuente: El Periódico Extremadura

El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida ofrece siete estrenos absolutos y un concierto sinfónico en su 62 edición, que ya calienta motores

 

Festival de Teatro de Mérida

Cuando un actor sale al escenario del Teatro Romano de Mérida experimenta una sensación a la que muy pocos mortales tienen acceso. Y no solo por pisar la arena de un espacio declarado Patrimonio de la Humanidad, sino porque probablemente el personaje que interprete se escribió hace dos mil años para ser representado precisamente allí. Los actores y actrices sufren en Mérida una auténtica epifanía, una transformación que les hace sentirse en armonía con el universo y la historia del ser humano. Cada año miles de amantes del arte de Talía y Melpómene acuden a la capital de Extremadura para experimentar ese encuentro intemporal con la magia de la escena que destila la ciudad. Y este año 2016 -durante la 62 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico-- hay más motivos que nunca para visitarla.

En Mérida siempre -pero del 6 de julio al 28 de agosto especialmente-- el viajero puede sentirse un auténtico dios romano o griego. A ello contribuirán los siete estrenos absolutos y el concierto sinfónico previstos en el festival de teatro clásico más importante del país y quizá del mundo. Además, este año Mérida es Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica: el buen yantar con delicias ibéricas está más que asegurado. Después, toparse visitando su conjunto arqueológico con estrellas de la escena es cuestión de suerte, pero las probabilidades son muy altas durante la época festivalera.

¿Le gustaría sentirse Alejandro Magno, Aquiles o Marco Aurelio? ¿O prefiere una versión de Lisístrata, muy flamenca, con Estrella Morente y Antonio Canales? Hay donde elegir, porque este festival no es ni clásico, ni moderno. Sencillamente, está pensado para agradar a todos. La programación, más variada que nunca este año, permite disfrutar de muchos géneros escénicos (teatro, música, danza, flamenco) y dramáticos como la comedia, la tragedia y el musical. Hace unos años el festival vivió momentos de tribulación, pero desde hace un lustro un auténtico mago de la producción ha sabido conciliar cultura con turismo y con rentabilidad económica: Jesús Cimarro. Este director y productor tiene el don divino de saber lo que al público le gusta y con eso convierte en oro todo lo que toca.

La coproducción La décima musa abre fuego del 6 al 10 de julio, un espectáculo con la voz de Paloma San Basilio que recorre los éxitos de musicales ambientados en el teatro clásico. Del 13 al 17, es el turno de Alejandro Magno, la obra de Jean Racine a la que grandes actores de la escena española darán vida. Al emperador le sigue un dios en Los hilos de Vulcano del 20 al 24 de julio. Verónica Forqué debuta con esta obra en el festival junto a Carmen París, Fele Martínez o Melani Olivares, entre otros. El mes de julio acaba con un héroe: Aquiles, el hombre profundiza en el protagonista de la Iliada de Homero, en la que Toni Cantó interpreta el rol principal.

Las dos primeras semanas de agosto se representa La guerra de las mujeres, obra póstuma de Miguel Narros, en clave flamenca, con Estrella Morente, Antonio Canales y Aída Gómez. Danza y música para llegar al alma.

Pero no solo de teatro vive este festival. El 8 de agosto el violinista Ara Malikian ofrece un espectáculo que funde ópera, música clásica y popular y que rinde homenaje entre otros a Lola Flores, Paco de Lucía, Led Zeppelin o Verdi. ¿A que suena apetecible?

La recta final corresponde siempre a compañías extremeñas. Suripanta Teatro, del 17 al 21 de agosto, con Los Pelópidas; y Teatrapo, del 24 al 28 de agosto, con Marco Aurelio, una tragedia dirigida por Juan y Olga Margallo.

El festival -que comenzó en 1933 con una versión de Medea interpretada por Margarita Xirgu-- ha evolucionado mucho y ofrece desde hace tiempo una Programación Off , alternativa, al margen de los grandes estrenos, pero no por ello menos interesante. TAPTC? Teatro revitaliza espacios de la ciudad como el Templo de Diana, el Pórtico del Foro, las Termas de calle Pontezuelas y la Alcazaba, por vez primera este año. Conferencias, cuentacuentos, pasacalles, exposiciones y una clase magistral de José Luis Alonso de Santos completan la oferta.

Pero Mérida no es el único escenario del festival. El Teatro Romano de Medellín -cerca de Don Benito-- acoge por tercer año una prolongación de la programación, con tres de las representaciones del año pasado. El Teatro Romano de Regina, en Casas de Reina, también es otro de los enclaves de la provincia donde llega la longa manus del Festival Internacional de Teatro Clásico. Cultura que alcanza a todos y que se convierte en un gran atractivo para miles de viajeros y también en fuente de ingresos. El año pasado logró un superávit en taquilla de 525.000 euros, asistieron 93.946 espectadores a la programación del Teatro Romano y 158.302 al total de las actividades. La recaudación rozó los dos millones de euros. El desarrollo económico en la zona es palpable. En Mérida el teatro nunca ha estado en crisis, al menos en los últimos dos mil años.

Fuente: El Pertiódico Extremadura

En su último año de vida, Francisco Pizarro parecía que iba a gozar al fin de los dulces frutos de sus conquistas. A pesar de los fantasmas que le perseguían a sus 63 años, el extremeño vivía feliz en su recién construido palacio de Los Reyes junto a la bella Angélica Yupanqui. Había sido un solterón empedernido, pero, empeñado en que los españoles entroncaran con la población local, se casó al final de su vida con mujeres indígenas a modo de ejemplo. Disfrutaba de cierta calma, aplastada la rebelión de su viejo aliado, Diego de Almagro, hasta que una brutal muerte le sorprendió en su palacio.

El conquistador casi sobrevivió a todo. A la ingrata tierra extremeña, al duro viaje a través del Atlántico y a una lucha contra millares de guerreros incas, pero no pudo hacer nada contra la ira de sus propios compatriotas. Cuando Pizarro pensaba que moriría de viejo rodeado de sus hijos, su esposa y sus fieles hermanos, junto a los cuales había dado muerte al traicionero de Almagro, irrumpieron los almagristas el 26 de junio de 1541, hace 475 años, en el palacio del extremeño para darle «tantas lanzadas, puñaladas y estocadas que lo acabaron de matar con una de ellas en la garganta», según la descripción de un cronista.

Terminaba con puñaladas una vida marcada por las armas y las aventura. Nacido en la localidad de Trujillo (Extremadura), Francisco Pizarro era un hijo bastardo de un hidalgo emparentado con Hernán Cortés, que combatió en su juventud junto a las tropas españolas de Gonzalo Fernández de Córdoba en Italia. En 1502, se trasladó a América en busca de fortuna y fama, donde oyó historias sobre un rico territorio al sur del continente que los nativos llamaban «Birú» (transformado en «Pirú» por los europeos). Francisco Pizarro, de 50 años de edad, decidió unir sus fuerzas con las de Diego de Almagro, de orígenes todavía más oscuros que el extremeño, y con las del clérigo Hernando de Luque para internarse en el sur del continente.

Los almagristas vengan a su líder

Una vez finalizada la conquista de esa tierra mítica, las riñas internas entre los partidarios de Almagro y los de Pizarro, que luchaban por delimitar los territorios que pertenecían a cada uno de los bandos, entraron en conflicto armado en 1535. Tras un choque entre facciones, conocido como la batalla de Las Salinas, Pizarro cogió prisionero a Almagro y lo condenó a muerte. El conquistador suplicó por su vida, a lo cual respondió uno de los hermanos de Pizarro, Hernando, diciendo: «Sois caballero y tenéis un nombre ilustre; no mostréis flaqueza; me maravillo de que un hombre de vuestro ánimo tema tanto a la muerte. Confesaos, porque vuestra muerte no tiene remedio». Finalmente, fue ejecutado el 8 de julio de 1538 en la cárcel por estrangulamiento de torniquete y su cadáver decapitado en la Plaza Mayor de Cuzco.

En medio de la relativa calma que siguió a la muerte de Almagro, Francisco Pizarro seguía conservando su vitalidad, jugaba a los bolos y a la pelota a diario, así como sus hábitos y vestimentas austeras. «Usaba un sayo de paño negro con los faldamentos hasta el tobillo y el talle a los medios pechos y unos zapatos de venado blancos y un sombrero blanco y su espada y su puñal a la antigua», describe Agustín de Zárate sobre la despreocupada ropa de Pizarro, que vestía a la antigua, esto es, como en otro tiempo. A sus 63 años, el extremeño ya era un anciano, un hombre de otro tiempo que disfrutaba mezclándose con el pueblo y observando cómo la ciudad de Lima crecía un poco más cada día.

Lo cual no significa que Pizarro esperara ocioso el final de sus días. Como explica la historiadora Carmen Martín Rubio –autora de «Francisco Pizarro: el hombre desconocido» (Ediciones Nobel)–: «El decreto dado al teniente de Arequipa el 7 de mayo de 1541, sobre mes y medio antes de su muerte, atestigua fehacientemente la fuerza física y mental que Pizarro poseía en esos momentos. (…) tenía determinado comenzar en el próximo verano otra guerra contra el Inca (Manco Inca); es decir, unos seis o siete meses más tarde...».

Y entonces le llegó la muerte. Ante las amenazas de muerte que le llegaban de los partidarios de Diego de Almagro el Joven, hijo de su antiguo compañero de armas, Pizarro aumentó la seguridad en su palacio y, tal vez por estos temores, el día de su muerte pidió que se oficiara misa en su residencia. No se equivocaba el extremeño, puesto que los almagristas le esperaban junto a la iglesia para coserle a cuchilladas. No obstante, al ver que permanecía en su palacio, el grupo armado se dirigió allí al grito de «Viva el rey, muera el traidor», provocando una enorme espantada entre los acompañantes del conquistador del Perú.

Relata Pedro Pizarro que «todos los que se hallaban en la sala salieron corriendo, incluso el teniente gobernador Juan Velázquez con su vara de mando en la boca, y que se tiraron por las ventanas que daban al río Rimac... dejando solos al gobernador, a su hermano y a dos pajes».

Un error con la tumba durante un homenaje

Francisco Pizarro y su hermano Martín murieron a manos del grupo de almagristas. El extremeño se defendió «bravamente» y fueron necesarias al menos 20 heridas de espada para acabar con su vida. Tras uno de lo mayores magnicidios de la historia de la Edad Moderna, los agresores obligaron a las autoridades de Lima a nombrar gobernador al joven Diego Almagro y forzaron que Francisco Pizarro fuera enterrado de forma casi clandestina, según señala Henry Kamen, en un patio de la catedral de la ciudad. Y precisamente aquí empieza la otra parte del desgraciado ocaso de Pizarro. Las tumbas y diretes.

Los investigadores, sin embargo, hallaron en el lugar una momia que creyeron la de Pizarro y la colocaron en un mausoleo, situado en la parte derecha de la catedral

Como narra la historiadora Carmen Martín Rubio en su obra, Pizarro había dejado escrita su voluntad de ser enterrado «en la iglesia mayor de esta Ciudad de los Reyes, en la capilla mayor de la dicha iglesia». Con el paso de las décadas los restos de Pizarro sufrieron distintos traslados hasta que, en 1623, se decidió su definitivo emplazamiento: en la bóveda sepulcral debajo de la capilla mayor de la Catedral de Lima. Allí permanecieron hasta que, en 1881, el cabildo de la ciudad estableció una comisión para exhumar e investigar sus restos como conmemoración del 340 aniversario de su muerte.

Sin excesivo rigor, los investigadores hallaron en el lugar una momia que creyeron la de Pizarro y la colocaron en un mausoleo para la ocasión, situado en la parte derecha de la catedral. La comisión defendió que se trataba del extremeño porque, según su informe, el cadáver mostraba marcas de derrames sanguíneos producidos por heridas en la cabeza, cuello y extremidades.

Durante más de un siglo esa momia representó al conquistador del Perú y fue el objeto de sus actos de homenaje, sin que nadie sospechara que no se trataba de los restos de Pizarro. El 18 de julio de 1977, unos operarios encontraron durante unos trabajos de remodelación en la catedral una caja de plomo y otra de madera. En la de madera se hallaron huesos. Por su parte, en el interior de la de plomo había un cráneo y una inscripción inequívoca: «Aquí está la cabeza del señor marqués Don Francisco Pizarro que descubrió y ganó los reinos de Perú y puso en la real Corona de Castilla». Se abría el misterio: ¿cuáles eran los auténticos restos de Pizarro?

El final al misterio y a la polémica

Los sucesivos análisis arqueológicos no terminar de despejar el misterio sobre los restos de Pizarro. En un principio se dijo que los huesos de la caja pertenecían a un adulto, una mujer y dos niños, pero, incluso cuando el arqueólogo Hugo Ludeña aseguró que se trataba de Pizarro, la polémica siguió abierta. Al no alcanzarse un acuerdo en la comunidad científica, los investigadores decidieron abrir también la urna donde reposaba la momia del supuesto Pizarro. Dos antropólogos forenses procedentes de EE.UU. confirmaron las sospechas: aquella momia pertenecía a cualquier persona menos a un soldado del siglo XVI; en tanto, se procedió a trasladar los restos de las cajas a una capilla ubicada en la parte derecha de la catedral.

Se confirmó que se trataba de Pizarro en base a las 16 heridas punzo cortantes y de la huella de otras cicatrices en los hueso

El solemne traslado no significó el final de la polémica. Distintos historiadores continuaron desconfiando de los procedimientos empleados y exigieron nuevos estudios. Tras una investigación radiológico sobre el esqueleto, a cargo de la doctora Ladis Delpino (Universidad Cayetano Heredia), se confirmó que se trataba de Pizarro en base a las 16 heridas punzo cortantes y de la huella de otras cicatrices en los huesos, que correspondría con la forma en la que murió el extremeño y con heridas documentadas a lo largo de su vida.

Y por si aún cabía alguna duda, entre el año 2006 y el 2008 el arqueólogo forense Edwin Raúl Grenwich, de la Universidad de San Marcos, realizó análisis bio-arquiométricos que parecen haber dado al fin carpetazo al misterio. No en vano, Grenwich identificó los restos como los de un hombre diestro, robusto, de 1,74 centímetros, y que al fallecer tenía entre 50 y 68 años en el momento de su muerte.

Fuente: ABC

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