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El Ayuntamiento de Badajoz y la Junta firmarán un convenio para el mantenimiento y conservación de los hallazgos arqueológicos descubiertos gracias a los trabajos en la Alcazaba finalizados en septiembre pasado. Así lo ha explicado a los medios el alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, quien se ha felicitado de que se pueda lograr un marco "estable" para el mantenimiento de estos recursos arqueológicos encontrados en la Alcazaba. Cabe recordar que el el Ayuntamiento había pedido ayuda a la Junta para mantener los restos hallados en la Alcazaba. Ayuntamiento y Junta aportarán este año 74.000 euros cada uno para esta actuación, aunque ahora se debatirá la fórmula utilizada para mantener estos restos, entre las que se encuentra crear una estructura que permita contemplar el entorno a la vez que lo protege de las condiciones meteorológicas. Fragoso había transmitido al presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, la necesidad de actuar en este entorno durante la visita realizada en septiembre pasado con motivo del final de las obras, trabajos que permitieron desenterrar ocupaciones de la Edad del Hierro o casas solariegas del siglo XIV, entre otras. El convenio se quiere que sea plurianual, dentro de este objetivo del mantenimiento del nuevo espacio arqueológico descubierto en la Alcazaba. El primer edil de la capital pacense espera que esta actuación sea el inicio de una futura programación para el mantenimiento de un patrimonio más extenso y ha lamentado que a día de hoy no se pueda plantear un consorcio. De todas formas, Francisco Javier Fragoso ha dicho entender las dificultades económicas y de estabilidad financiera de la comunidad extremeña, que obliga entre otros a reducir organismos de este tipo. Además, Fragoso no ha ocultado que tras la problemática con el convenio del Museo del Carnaval "el gato escaldado del agua fría huya", y por tanto en el caso del acuerdo sobre los hallazgos en la Alcazaba se intentará resolver desde un principio "cualquier pega administrativa" asemejada a este tipo de convenios.

Fuente: HOY

El extremeño Jesús María García Calderón, fiscal superior de Andalucía desde el año 1999, es uno de los afectados por los relevos propuestos por el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, que ha planteado esta semana renovar la jefatura de las principales Fiscalías, como la de la Audiencia Nacional y la de Anticorrupción, en pleno debate sobre posibles injerencias políticas en su rechazo a acusar al presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, en el caso Púnica.

Una vez oído al Consejo Fiscal, José Manuel Maza ha propuesto para sustituir al fiscal superior de Andalucía a la actual fiscal provincial de Granada, Ana Tárrago, que era uno de los cuatro nombres que aspiraba a la plaza, además del propio Jesús María Calderón, que ya había sido reelegido dos veces, y siempre con el apoyo unánime del citado Consejo Fiscal. Fiscal y literato Jesús García Calderón, nacido en Badajoz en 1959, ya era fiscal a los 26 años, aunque desde estudiante fue muy aficionado a la literatura y con veintipocos años compaginaba sus estudios de Derecho en Sevilla con colaboraciones habituales en revistas prestigiosas como "Capela", del recordado Bernardo Víctor Carande. Más tarde vinieron libros y premios importantes, como el Florentino Pérez Embid que logró con "La Provincia", la obra que lo puso en el mapa de la poesía española, y que fue publicado en la colección Adonáis. Y luego más libros de poesía y de relatos, y antologías, y ensayos jurídicos. En una reciente entrevista publicada en HOY, confesó que disfruta tanto escribiendo que, con el pretexto del amor que profesa a las ciudades en las que ha vivido, está embarcado en escribir un libro de cada una de ellas, y ya están publicados los dos primeros de lo que será una tetralogía: el libro sobre Lugo, uno de sus primeros destinos en la Fiscalía; y el libro sobre Badajoz, donde nació, se crió y empezó a hacerse escritor y cuyo título, "Una ciudad traicionada", es un grito de rabia y amargura ante la destrucción de sus tesoros patrimoniales. Ahora está escribiendo el libro sobre Sevilla. El último lo dedicará a Granada, donde reside, donde le han hecho Hijo Adoptivo de la Provincia, y donde preside instituciones con tanto tuétano local como la Real Academia de Bellas Artes. Jesús García Calderón aseguró en esta entrevista que no hay pared entre su vocación literaria y su vocación jurídica.

Fuente: HOY

Abril de 2018. Esa es la fecha que se ha dado, de forma oficial, para la finalización de las obras de ampliación del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, una realidad que la ciudad lleva esperando varios años. Pero la construcción del nuevo edificio podría sufrir un gran retraso a causa de los importantes restos arqueológicos hallados en el solar donde se pretende levantar las nuevas instalaciones, adyacentes a las actuales. Por tales hallazgos, las obras se han suspendido de forma total, ya que se ha decidido que se tiene que tramitar un proyecto modificado que se adecúe a los importantes restos descubiertos. Así lo confirman a este diario fuentes del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través de su Secretaría de Estado de Cultura. «La situación actual de la obra de ampliación del Museo Nacional de Arte Romano es de suspensión total de las obras debido a la tramitación de un proyecto modificado para adecuar el edificio proyectado a los importantes hallazgos descubiertos durante la excavación arqueológica realizada durante 2016, ya finalizada. Actualmente la dirección facultativa de la obra, el estudio de Rafael Moneo, está trabajando en la redacción del correspondiente modificado».
El estudio del arquitecto Rafael Moneo trabaja en la redacción del modificado En septiembre de 2016, el propio director del Museo, José María Álvarez, explicaba a este diario algunos de los hallazgos durante la excavación. Hablaba de que en ese lugar ya se había descubierto parte del Acueducto de San Lázaro, que ahora se puede admirar mejor porque está más limpio, además de una zona de necrópolis con dos niveles interesantes. Uno de ellos, del Alto Imperio, tiene incluso ajuares. Y aunque no son piezas de mucha importancia (cerámica, vidrio y alguna terracota) arrojan datos interesantes. El otro nivel superior es del Bajo Imperio, donde se está ahora, la última fase de la excavación.
Con estas obras se pretende una remodelación de ese espacio para hacer museable, no solamente el acueducto, sino un foso defensivo que se cree protegía de alguna manera el acceso a la muralla. Álvarez también confirmaba que se quieren integrar en el edificio los restos del acueducto, además de realizar un corte para que el público pueda ver el foso anteriormente mencionado. También pretende que se haga visible algún monumento funerario destruido, mínimamente conservado, pero que también es interesante mostrar. Recordaba que él mismo dirigía las excavaciones, unos trabajos de los que también forman parte el equipo de dos arqueólogos notables como son Rafael Sabio, conservador del museo, y el doctor Murciano. Inversión de casi 7 millones El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, según una resolución de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos, convocó en marzo de 2015 la licitación para adjudicar los trabajos con el objetivo de ampliar el edificio. Unos trabajos que tienen una inversión de 245.689 euros solo en las actuaciones previas, como es la demolición. En servicios se invertirán 942.893 euros, más otros 4.138.629 euros en cuanto a la obra propiamente dicha. La estimación de inversión que se ha hecho en cuanto al equipamiento del nuevo edificio es de 1.600.000 euros, por lo que se calcula que la inversión total rondaría los 7 millones de euros, concretamente los 6.927.211. La superficie total construida de la ampliación es de 2.445,60 metros cuadrados, la superficie total construida de la remodelación del edificio existente es de 1.893,19 metros cuadrados y la superficie construida total es de 4.338,79 metros cuadrados. El proyecto está firmado por el arquitecto Rafael Moneo y data de 2011 y el director de la ejecución de la obra será el aparejador Francisco L. González Peyró. La coordinación del contrato por parte de la Gerencia corresponderá a María Luisa González Ibáñez-Gene.

Fuente: HOY

El Ateneo de Cáceres, fiel a sus principios y objetivos entre los que se incluyen, de manera destacada: El desarrollo cultural de nuestra ciudad.
Su permanente disposición a acercar a sus ciudadanos e instituciones las instalaciones y recursos de que dispone.
El impulso y colaboración en la construcción de iniciativas culturales que enriquezcan a la sociedad. Convoca el II Certamen de Relato Corto “Ateneo de Cáceres” para alumnos de E.S.O de la ciudad de Cáceres con las bases y cartel que se adjunta. Rogamos que le den la máxima difusión.

Un equipo de arqueólogos e investigadores ha descubierto bajo la ermita de la fotografía un hallazgo de enorme relevancia: una ciudad romana de 12 hectáreas, que se creía perdida, oculta bajo una colina y en perfecto estado de conservación.

Se localiza en el municipio de Driebes, en Guadalajara, cerca del límite con Madrid. Las nuevas tecnologías empleadas han permitido identificar restos de calles, el foro, las termas, viviendas y un mercado.

Los expertos señalan la excepcional importancia de este yacimiento para el conocimiento del interior de la Hispania romana

 

Ha sido descubierta la que los arqueólogos identifican con una ciudad romana perdida, de nombre Caraca, en el municipio de Driebes (Guadalajara, cerca del límite de Madrid), en la comarca de la Alcarria Baja. Ya había indicios arqueológicos de la importancia del lugar, puesto que en 1945, durante la construcción del canal de Estremera, fue localizado a los pies de este cerro un tesorillo de plata, con un peso de casi 15 kilos, formado por tortas de pesos, recipientes, lingotes, sortijas, torques, fíbulas, y monedas.

El tesoro, datado a finales del siglo III a.C., se expone actualmente en el Museo Arqueológico Nacional y, pese a su importancia, se desconocía todo sobre su contexto arqueológico en esa zona, que no se había explorado y la mayor parte de los estudiosos tenía como carente de importancia. Posteriormente sólo se habían realizado algunas prospecciones en la década de los ochenta por parte de los profesores Jorge Sánchez-Lafuente y Juan Manuel Abascal.

Pero, desde este pasado otoño, un equipo de arqueólogos dirigido por Emilio Gamo Pazos (profesor-tutor del Centro Asociado de la UNED en Madrid) y Javier Fernández Ortea (gestor del Monasterio de Monsalud) ha desarrollado una prospección arqueológica intensiva y geotécnica del cerro de la Virgen de la Muela, en Driebes, descubriendo un hallazgo de enorme relevancia: toda una ciudad romana, de considerables dimensiones (unas 12 hectáreas), oculta bajo la colina.

Para explorar ésta se formó un equipo multidisciplinar formado por profesionales del CAI de Arqueometría y Análisis Arqueológico en colaboración con el Departamento de Física de la Tierra, Astronomía y Astrofísica I (Sección departamental de Astronomía y Geodesia), de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense. Así como por los arqueólogos e historiadores Jerónimo Sánchez Velasco, David Álvarez Jiménez y Saúl Martín González. Las prospecciones fueron financiadas por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, así como por el Ayuntamiento de Driebes y la Asociación de amigos del Museo de Guadalajara, con la inestimable cooperación de los dueños del terreno que permitieron el desarrollo de esta investigación.

Georradar 3D

Se ha trabajado con las técnicas y métodos de investigación históricos y arqueológicos más punteros, desde estudios de toponomia, cartografía y fotografía histórica, a un intenso trabajo de campo que incluyó la recogida de materiales arqueológicos en superficie –fundamentalmente cerámica, pero también piezas de estuco con restos de pinturas murales– y el uso de un georradar 3D. Esta técnica actual permite poder «ver» con detalle los restos arqueológicos a una profundidad de hasta 1,5 metros en tres dimensiones, con una recreación fiel por ordenador, sin necesidad de tener que excavar, a fin de saber con qué se van a encontrar los arqueólogos en la zona de la sospechan. Aunque los expertos esperaban resultados alentadores, lo obtenido ha superado con creces todas las expectativas y constituye un hallazgo seguramente revolucionario, como se detallará en las publicaciones científicas del equipo que actualmente se encuentran en prensa.

En efecto, se pudo confirmar en el plano la presencia de una gran ciudad romana con un urbanismo propio y muy desarrollado. A través del georradar se observa con claridad toda una ciudad, con sus espacios públicos, incluido un foro porticado, su cardo y decumanus, es decir, sus avenidas principales, posiblemente un mercado (macellum) y unas termas, además de una tupida malla de manzanas de viviendas que, además, parecen solaparse en diversas fases cronológicas.

Por otro lado es posible que la ermita de la Virgen de la Muela, patrona de Driebes, erigida en el siglo XVI y que aún pervive en estado ruinoso, se superponga a un antiguo templo de una divinidad pagana en el centro del yacimiento. La identificación con la ciudad romana de Caraca, citada en las fuentes clásicas, pero cuya ubicación era hasta el momento desconocida, es muy probable, según los arqueólogos. Estos apuntan que los restos más antiguos son del final de la Edad de Bronce, es decir, de los comienzos del primer milenio antes de Cristo, y el lugar continuó ocupado por los carpetanos y luego, con la conquista romana, el lugar albergó esta importante ciudad que podría haber alcanzado, a la vista de los recientes descubrimientos, la categoría de «municipium». Además, los arqueólogos han localizaron un acueducto de «opus caementicium (el hormigón romano) con nada menos que 112 metros de canalización e idénticas características al de Segobriga y con cabecera en el manantial de Lucos, también situado en Driebes. La construcción de este tipo de obras iba en consonancia con la monumentalización de las urbes con estatus municipal.

 

Un paso necesario

Para cerrar el círculo, el otro hallazgo significativo es la identificación de unos sillares de grandes dimensiones con decoración almohadillada, pertenecientes a edificios públicos y los restos de la vía romana que uniría a ésta ciudad con Segobriga y Complutum, la llamada vía Complutum-Carthago Nova.

Sin embargo, para terminar de confirmar las hipótesis planteadas desde un inicio y los hallazgos constatados con las nuevas tecnologías, resulta necesario dar el siguiente paso. De este modo es la intención de los arqueólogos continuar en este año los trabajos en el lugar con el objeto de desvelar más detalles de este yacimiento excepcional para el conocimiento del interior de la Hispania romana. El espectacular hallazgo de una nueva ciudad romana como la de Caraca supone una oportunidad, no sólo para el conocimiento científico, sino también para el desarrollo sociocultural y económico de la comarca de la Alcarria. Para saber más detalles acerca de este descubrimiento los implicados en las labores de investigación han convocado una conferencia pública en el Museo de Guadalajara el próximo 9 de marzo.

 

Un cambio en el mapa territorial de Hispania

Descubierta en Guadalajara la ciudad que puede cambiar los libros de historia

Expertos y autoridades están de acuerdo en la enorme importancia de la ciudad romana encontrada en Driebes, que ha sido posible gracias la colaboración entre universidades, administraciones públicas y particulares.

El alcalde de la localidad, Pedro Rincón, constata «la gran expectación creada por los restos arqueológicos» descubiertos, al tiempo que agradece «la colaboración de los dueños del terreno en el desarrollo del proyecto de investigación». Mientras que María Luisa Cerdeño, profesora de la Universidad Complutense, resalta «la importancia del descubrimiento de este nuevo yacimiento, casi intacto, porque puede proporcionar una valiosa información sobre el contacto de los romanos con las poblaciones indígenas y sobre su posterior desarrollo cultural».

El interés del yacimiento radica en que «documenta una amplia secuencia cultural que abarca desde los primeros ocupantes del cerro al final de la Edad del Bronce, el desarrollo de los carpetanos en la Edad del Hierro y su proceso de romanización», destacando la importancia de esta «gran ciudad romana que pervivió hasta finales del siglo II», completa. Teresa Sagardoy, arqueóloga de la Junta de Castilla-La Mancha, también se ha posicionado sobre el tema, que lo califica como «uno de los hallazgos arqueológicos más relevantes de los últimos años».

Respecto a los modernos métodos utilizados en la prospección arqueológica, con herramientas como el georradar 3D, Teresa Chapa –catedrática de la Complutense– destaca que ésta ha permitido detectar con gran precisión estructuras enterradas: «Bajo un campo arado casi pueden verse plazas, calles y casas de época romana». Con esta información, afirma la catedrática, «la arqueología puede contribuir decisivamente a la conservación de unos restos que de otro modo correrían el peligro de desaparecer». Finalmente, Fernando Aguado, director del Museo de Guadalajara, califica como excelente el trabajo del equipo de investigación –con Emilio Gamo y Javier Fernández a la cabeza– que recabó desde el primer momento el apoyo de diversos actores públicos y privados, como la Asociación de Amigos de Guadalajara, y declara que, aun en esta fase inicial de resultados, «los datos que arroja la prospección suponen ya dar un vuelco al conocimiento que se tenía hasta ahora de la presencia romana y viene a completar el mapa de la organización territorial de Hispania». Sólo cabe esperar –continúa– que las excavaciones saquen a la luz restos de entidad para poder ir completando las colecciones de época romana del Museo e ilustrar con ellos esta apasionante etapa cultural.

Fuente: La Razón

Juan Manuel Barrado (Huertas de Ánimas, 1962) dice no sentirse presionado por la necesidad de publicar ni de posicionarse en un punto concreto de la esfera literaria. Esta forma 'slow' de contemplar su faceta como creador no está reñida con ese impulso fuerte que le incita a escribir, sin saber muy bien por qué. Es ese carácter sobrenatural de la creación literaria.

Acaba de publicar 'Pertenecemos a lo invisible', una obra coeditada por la editorial asturiana Trea en colaboración con la Diputación de Cáceres. Se trata de una obra dividida en cuatro partes, la última un 'poema río', largo, que ha sido aplaudido por muchos de sus lectores y críticos. Juan Manuel Barrado está ligado a la poesía experimental, una etiqueta que no le lastra, sino que le identifica y con la que se siente a gusto. Está integrado en un proyecto colectivo que se exhibe en el MUSAC (León) y en otro de Málaga. Profesor de Instituto, es autor de 'Suite Celan', 'Fragmentos de cal' o 'Trece de nieve', y su obra ha sido recogida en catálogos y antologías. Hace unos días presentó su libro en la Biblioteca de Cáceres. Está previsto que haga otra presentación de su libro en Gijón.

Cuenta Juan Manuel Barrado que su obra es un poco «un collage existencial», y a ese concepto hace alusión la portada, que se asemeja a un cuadro de Matisse que el artista hizo al final de su vida y cuando ya no podía manejarse con sus manos. Para pintar elaboraba sus obras con trozos de telas que recortaba y pegaba. Iniciaba así una nueva etapa.

El espíritu de este libro trasluce «cierta melancolía por el paso del tiempo», expresa el autor. La última pieza de su obra, el 'poema río' es una especie de homenaje a muchas figuras que van construyendo imágenes. Bob Marley, Truffaut, Kubrick, Marilyn Monroe, Leonard Cohen, Modigliani, César Vallejo, Neruda, Gil de Biedma y un numeroso conjunto de referentes culturales, que son los que, de alguna forma, componen su magma, su ser como artista y como persona. La dedicatoria también trasluce ese sentimiento de melancolía hacia personas que tienen mucho que ver en su faceta literaria, recientemente fallecidas. Una es el profesor universitario Ricardo Senabre y otra Ana Santos, directora de El Gaviero, la editorial gaditana con la publicó su último libro.

¿Que por qué escribo? «Pues no lo sé, porque lo hago desde hace 15 años, porque es lo que me queda tras las clases y los niños, es una necesidad». Es una especie de refugio al que acude «por la noche». Padre de dos hijos gemelos de cinco años, reconoce que su ritmo se ha aminorado, pero que ahí sigue. La paternidad ha imprimido en él una huella, y trabaja en su próximo libro, que dedica a sus dos hijos. 'La luz que se queda en la arena' es «una celebración de la vida, de la selva, de la luz». Tendrá también la estructura de 'poema río' que tan buenos resultados le ha dado en 'Pertenecemos a lo invisible'. La poesía es para Juan Manuel Barrado «un juego, que te hace sufrir pero con el que te lo pasas muy bien».

Además de sus referentes estéticos este autor continúa con sus inquietudes sociales, temática que le ha acompañado durante toda su trayectoria, una mirada empática hacia el ecologismo y las personas que sufren.

La vida de este poeta está, tal y como él cuenta, fuera de los circuitos culturales de la región, pero siempre pendiente de nuevas lecturas. Así que, si se le pregunta por sus hallazgos, cita a la poeta mallorquina Berta García Faet, que publica con la editorial 'La Bella Varsovia' y también a Julio César Galán, cacereño del 78.

Fuente: HOY

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