Portugal mejora en cada informe PISA, que mide la aptitud en Ciencias, Matemáticas y Lengua, y ya saca 21 puntos a los estudiantes extremeños
Más horas en institutos con mejores recursos y mayor respeto a los profesores son algunas de las claves
La primera gran diferencia entre un instituto de Secundaria portugués y otro español es que allí los alumnos tienen clase también por la tarde. La segunda es que en el país luso a ningún profesor se le tutea y cobran un 40% menos que los españoles.
Por lo demás, un sistema y otro comparten muchas características: leyes educativas que cambian según el gobierno, inestabilidad laboral en el cuerpo docente, diferencias en resultados entre norte y sur a favor de los primeros, un ratio de entre 28 y 30 alumnos por aula y unos recortes brutales en el presupuesto para educación en los últimos años, sobre todo en el caso de Portugal desde que fue intervenida por la Troika entre los años 2011 y 2014.
Sin embargo, los adolescentes del otro lado de la frontera rinden mucho más. Si se les somete a una evaluación idéntica en Matemáticas, Ciencias y comprensión lectora, los alumnos portugueses no es que superen de largo a los españoles, es que cada vez sacan mejores notas.
La divulgación de los resultados del último informe PISA, que nació en el año 2000 y cada tres años da lugar a una clasificación que ordena de mejor a peor a los alumnos con quince años de los países desarrollados (OCDE), ha vuelto a confirmar que en Portugal no dejan de superarse a sí mismos.
Sus estudiantes de secundaria van como un cohete escalando posiciones mientras España permanece estancada pese a haber mejorado en el último informe. En el caso de Extremadura –que se presentó a esta prueba por primera vez en 2012, «porque no podíamos seguir mirando hacia otro lado y debíamos enfrentarnos a la situación real de nuestra educación», dijo hace tres años la consejera de Educación Trinidad Nogales– hay que anotar que somos una de las tres comunidades con peores resultados de España si el PISA se analiza por territorios. Además de Extremadura, que ha mejorado levemente, el grupo de cola lo integran Andalucía, Murcia y Canarias. Por contra, Castilla-León, Madrid y Navarra lideran el ranking nacional.
No vale apuntar a factores socioeconómicos como causantes de estas diferencias. Portugal supera holgadamente a España y, haciendo una media, el país luso saca 21 puntos a los extremeños.
Una de las aulas del Don Sancho II, que acoge a 700 estudiantes de Secundaria. :: J. V. Arnelas
Una de las aulas del Don Sancho II, que acoge a 700 estudiantes de Secundaria. :: J. V. Arnelas
Este diario ha cruzado la frontera esta semana para visitar la Escola Secundaria Don Sancho II de Elvas (23.000 habitantes), un centro público que acoge a unos 700 estudiantes de secundaria y ciclos que equivaldrían a nuestra Formación Profesional. De camino al despacho de su directora llama la atención el silencio que impera en los pasillos, donde hay taquillas y una cafetería comedor que usan unos 200 chicos y chicas a diario al estilo ‘high school’ americano. Ni un rayón en el mobiliario escolar, ni un papel fuera de una papelera.
Fatima Pinto, la responsable del centro desde hace 16 años, no celebra precisamente las últimas reformas educativas, pese a que el ministro que las puso en marcha en la anterior legislatura, Nuno Crato, se haya apuntado el tanto de que su país ha sido destacado porque cada vez va mejor en el informe PISA.
Según esta docente, la clave que ayuda a entender este progreso está en los planes para Lengua portuguesa y Matemáticas instaurados hace seis años, en los que hay más apoyo desde que los niños tienen nueve años. «Hay más profesores para reforzar estas materias entre quienes lo necesitan y así vienen mejor preparados en Secundaria», dice. Además, desvela que para hacer los test de PISA no se escoge a alumnos repetidores de 10º curso (15 años), que son a los que afecta este examen internacional.
Osvaldo Silva, profesor de Matemáticas desde hace 33 años, cree que en su área los resultados mejoran porque en su asignatura ha subido el nivel de exigencia. «Se trabaja más la resolución de problemas prácticos con unos objetivos y una metodología más acorde a lo que pide PISA», añade.
Pero su superiora prefiere poner el foco en la política educativa, no en el resultado de PISA por positivo que sea. En su opinión, «aunque los alumnos saquen mejores calificaciones en los exámenes y lleguen mejor formados han perdido creatividad», señala Pinto.
Misma inestabilidad docente
En estos momentos la educación obligatoria es hasta los 18 años en Portugal (en España hasta los 16) y esto representa un problema para ella. Por otro lado, hay cuatro itinerarios en secundaria: Artes Visuales, Ciencias y Tecnología, Lengua y Humanidades, y Socioeconomía. El más seguido es Ciencias y Tecnologías por las salidas laborales que tiene.
Sobre la inestabilidad de los profesores la directora se queja de que un joven que empieza en la docencia apenas gana 900 euros brutos (uno español ronda los 1.500 más dos pagas extras), además de que el sistema los está mudando continuamente. «Están fuera de su ambiente, deslocalizados, y no van a rendir igual estando fuera de casa».
Pese a que Extremadura comparte estas mismas deficiencias, salta a la vista que el instituto elvense Don Sancho II es mucho más amplio, mejor dotado y con un diseño más práctico y atractivo. En su amplia cafetería tomaban un café esta semana Carmen Torres –39 años, profesora de español– y Pedro J. Rayo –misma edad, jefe de estudios en un instituto de Villafranca de los Barros–. Después de tres cursos colaborando van a poner en marcha un programa de intercambio por el cual los alumnos de un lado y otro de la Raya intercambiarán centro escolar y familia durante una semana.
Así nos ganan en Pisa los estudiantes portugueses
Instituto Elvas
Aunque los alumnos saquen mejores notas están perdiendo creatividad»
Para Torres, el informe PISA es una anécdota respecto al entrenamiento que hacen los alumnos de cara al equivalente de la Selectividad, que dura entre dos y tres semanas en Portugal, donde las notas de corte para acceder a las carreras son superiores. Según explica Torres, el Ministerio de Educación los vigila de cerca y cada año procesa todos los resultados para ver qué ha pasado en cada instituto. Esto significa que se haga un esfuerzo extra, con simulaciones lo más reales posibles, para afrontar exámenes.
Sin embargo, la directora del instituto elvense, Fatima Pinto, apunta que una de las reformas que se avecinan con el nuevo gobierno de izquierdas es reducir la presión que sienten los estudiantes ante los exámenes, así como bajar el ratio de alumnos por aula, entre otras medidas encaminadas a reducir la jornada laboral de los docentes.
Luis Leal, portugués que da clases en Extremadura hace doce años, actualmente en el instituto Rodríguez Moñino de Badajoz, advierte que la figura del docente está perdiendo prestigio, tanto en su país como en España, y eso es grave. También alerta sobre que la formación de los futuros profesores no sea ya tan exigente ahora como la que tuvieron los veteranos que están dando clase en estos momentos. En cualquier caso, que los resultados del PISA favorezcan a Portugal «se debe –dice– a que los portugueses hacemos milagros con la escasez y con muy pocos recursos y en plena crisis los profesores han sabido sostener la educación».
«Aprovechan el tiempo»
Pasillo del único instituto público de Elvas. :: J. V. Arnelas
Pasillo del único instituto público de Elvas. :: J. V. Arnelas
Otro profesor, en este caso universitario, da las claves más razonadas sobre por qué Portugal supera a España en rendimiento escolar, pues posee elementos suficientes para comparar. Se trata de Antonio Sáez Delgado. Tiene 46 años, estudió Secundaria en Cáceres y sus hijos van al instituto en Badajoz. Sáez es profesor desde hace 21 años en la Universidad de Évora (Portugal) de Filología Española. Es escritor y además de formar a futuros docentes portugueses, imparte conferencias en institutos de España y Portugal.
No solo tiene claro que la gran mayoría de adolescentes portugueses hablan inglés perfectamente y leen más que los extremeños. También desgrana el contexto que ayuda a explicar por qué los lusos superan a los españoles en el informe PISA cada tres años.
«En Portugal hay una preocupación real por la Sanidad y la Educación que no es retórica, y también un respeto enorme por la figura del profesor desde primaria hasta la universidad que se observa no sólo en su trabajo sino desde la familias de los chicos y en la sociedad en general, y eso que el profesor español gana un 40% más que el portugués, quien además trabaja por las tardes, muchos comen en las escuelas con los alumnos y están disponibles todas las tardes. Yo veo una mayor implicación del profesorado en el proceso educativo».
Así nos ganan en Pisa los estudiantes portugueses
Univ. de Évora
En Portugal veo una mayor implicación de los profesores en el proceso educativo»
Los números de PISA (examen hecho en 2015)
España. Ciencias, puesto 28, 493 puntos (484 en año 2012); habilidad lectora, puesto 25, 496 (igual en 2012); Matemáticas, puesto 32, 486 (488 en 2012)
Portugal. Ciencias, puesto 22, 501 puntos (487 en 2012); habilidad lectora, puesto 21, 498 puntos (489 en 2012); Matemáticas, puesto 27, 492 (488 en año 2012)
Extremadura. Ciencias, 474 puntos (483 en 2012); habilidad lectora, 475 (457 en 2012), Matemáticas, 473 (461 en 2012).
En el mundo. Singapur lidera Ciencias (556 puntos), habilidad elctora (535) y Matemáticas (564), y Mexico cierra la clasificación con 416, 423 y 408 puntos respectivamente.
En cuanto a las leyes educativas, en Portugal los cambios existen, pero son más leves que en España. «Allí no está ideologizada la educación y no existe el vaivén de España, donde aparecen y desaparecen materias. Como mucho, hay cambios en la jornada laboral».
En cuanto a los padres, Sáez opina que los adolescentes portugueses son más autónomos. «No están sobreprotegidos por los padres», dice, y añade que la metodología se basa en aprovechar mejor el tiempo en clase y llevarse menos tareas a casa, entre otras razones porque en Secundaria hay clase por la tarde.
No solo el calendario escolar no incluye puentes sino que en cuanto a recursos los institutos están mejor dotados, algo paradójico al tratarse de un país más pobre. «Tienen mejores laboratorios –describe Sáez– equipos informáticos de una manera más ordenada, comedor o salas de ping pong y futbolines pues al quedarse allí hasta las cinco y media de la tarde conviven alumnos y profesores, que no se limitan a llegar por la mañana e irse a la hora de comer como ocurre la mayoría de las veces en España», señala.
Fuente: HOY