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Bajo el sobrio título de Kandinsky, una retrospectiva se descubre una de las grandes exposiciones sobre el gran teórico del arte abstracto y uno de sus fundadores. La muestra, que se acaba de inaugurar en Centro-Centro de Madrid, estará abierta hasta el 28 de febrero y ofrece 80 obras (la mayoría, pinturas) y documentos de este artista que revolucionó la historia del arte. Todas ellas están tomadas de los fondos del Centro Pompidou de París, que atesora el mayor legado del pintor y proceden de la colección personal del artista, ya que fueron donadas por su viuda Nina. En este sentido, Angela Lampe, comisaria de la exposición, destaca la intimidad de la muestra que nos adentra en el lado más personal de Kandinsky, a lo que ha favorecido la disposición (como paneles de una colmena) del espacio de Centro-Centro. "Al pasear entre estas obras y documentos, el visitante respira el mundo de Kandinsky. Sentimos muy cerca al artista, su vida, sus ideas, sus libros..."
'Ciudad antigua II' (1902) MUNDO. La exposición se divide en cuatro partes y ocho salas, que ofrecen de forma cronológica la evolución de una trayectoria artística, enmarcada en cuatro geografías sucesivas: Munich, de 1896 a 1914, ciudad a donde Kandinsky llegó para estudiar pintura (se inició a la tardía edad de 33 años). Aquí se muestran pequeños paisajes y obras coloristas, todas ellas figurativas y en una línea postimpresionista. Es en esta etapa (verano de 1908 en Murnau) cuando el artista empieza a usar colores antinaturales para fijar la realidad, y el paisaje se convierte en un pretexto para experimentar sobre las formas y el color. La semilla del arte abstracto estaba sembrada. En Munich escribe De lo espiritual en el arte, un análisis teórico de sus experimentaciones artísticas. "Kandinsky no llega a la abstracción a través del arte, sino de la música de Shönberg, cuyos conciertos le impresionaron. En la correspondencia que mantuvieron ambos se aprecia la evolución, las connotaciones y las divergencias entre la música y la pintura", señala la comisaria.
'Improvisación III' (1909) MUNDO En este periodo tiene lugar la aventura de El jinete azul (nombre tomado de uno de sus cuadros), junto a Franz Marc. Es cuando Kandinsky pinta su primera obra abstracta, Dans le cercle, una acuarela de 1911, que actualmente se encuentra en el museo de la capital de Georgia. "Es algo reciente. Se descubrió en 1999 y en el dorso figura escrito 'la primera obra abstracta'", según Angela Lampe. La comisaria no se atreve a afirmar que Kandinsky sea el creador del arte abstracto, ya que en aquella época había otras artistas como Malevitch, Mondrian, Delaunay, Picabia..., que avanzaban en la misma dirección, pero sí señala que Kandinsky fue quien experimentó de una manera más consciente y el teórico imprescindible de este movimiento. Tras la Primera Guerra Mundial, el artista regresa a Rusia, y aquí se inicia la segunda parte de la exposición de Madrid. Fue un periodo en el que se casó, se implicó en la Revolución de Octubre, volvió brevemente a la figuración y luego se sumerge definitivamente en el arte abstracto. No fue fácil para el pintor. "Recibió muchas críticas", cuenta la comisaria. "Entonces no se comprendía el arte abstracto, se pensaba que era una broma y se burlaban de él". En este apartado, y en el siguiente, el visitante puede apreciar las obras más conocidas o reconocibles de Kandinsky.
'En blanco II' (1923) MUNDO La tercera parte de la exposición (1921-1933) nos muestra su vuelta a Alemania y su paso por la Bauhaus, la famosa escuela de arquitectura y de arte, donde Kandinsky dio clases, publicó Punto y línea sobre el plano y experimentó sobre la relación entre los colores y los planos. También, como se ve en la sala, aparecen sus cuadros con las primeras formas orgánicas, tipo amebas, que prolongará en su nueva etapa. Tras el cierre de la Bauhaus por los nazis, Kandinsky se traslada a París. Este es uno de los periodos más desconocidos del pintor y de los más sorprendentes para el público. En la exposición se aprecia una pintura en tonos pasteles y figuritas que recuerda a Joan Miró. Y es que en París, donde vivió de 1933 hasta su muerte en 1944, Kandinsky tuvo buena relación con el pintor catalán. "Miró le influyó o, cuando se conocieron, ambos pintores coincidían en sus investigaciones artísticas", dice la comisaria. "Con Picasso fue distinto. Se cruzaron en algún momento, pero no hubo buena relación entre ellos" Kandinsky vivió en lo alto de un edificio desde el que se veía el cielo de París, y esta visión influyó en su nueva pintura más colorida, apacible y ligera.
'Cielo azul' (1940) MUNDO En aquella época, Picasso era la estrella, y Kandinsky un pintor que aún no había alcanzado la gloria artística que lograría poco después de su muerte. Para Angela Lande hubo tres momentos claves que sirvieron para encumbrarlo: la exposición que se hizo en Estados Unidos a finales de los años cuarenta; los números de Cahiers d'Art que le dedicó Christian Zervos y los artículos y textos que sobre el pintor escribió Will Grohmann uno de los más prestigiosos críticos del pasado siglo. Kandinsky, una retrospectiva, es una exposición itinerante que ha estado antes en Milán, donde fue vista por 200.000 visitantes, y Estados Unidos, y constituye una ocasión excepcional para adentrarnos en la obra y el mundo de uno de los pintores capitales y del que existen muy pocas obras en España.

Fuente: El Mundo

La asociación BETURIA presentará en Madrid la obra "Rafael Rodríguez-Moñino Soriano un hombre para la cultura" de Ricardo Hernández Megías En el acto, presidido por Piedad González-Castell, vocal de la Junta Directiva del Hogar Extremeño intervendrán: Jacinto Gil Sierra, Presidente de Beturia Ediciones, José Iglesias Benítez y Julia Rodríguez-Moñino, prologuista y hermana del biografiado; además del autor de la biografía.

Próximo viernes, día 23 de octubre 2015, a las 20:30 horas enb la Casa de Extremadura de Madrid. Gran Vía, 59, 4º

Desde hoy y hasta el próximo 31 de octubre la exposición “Gitanos de Badajoz. Historia y Arte” se traslada a la sala de exposiciones del Edificio “Badajoz Siglo XXI”. Desde aquí continuará su recorrido por diversas localidades de la región.

Las caudalosas aguas del sureste mexicano encierran valiosos tesoros. La falta de lluvia ha dejado al descubierto lo que queda en pie del templo de Quechula, erigido en el siglo XVI por monjes dominicos en el norte de lo que hoy es el Estado de Chiapas. La iglesia, de 61 metros de largo, se encuentra sumergida desde 1966, cuando se terminó la construcción de la presa de Malpaso, en el cauce del río Grijalva, el segundo más grande de México. El Grijalva, de 600 kilómetros de longitud, ha sido afectado este año por el fenómeno El Niño, que ha provocado que llueva menos de la mitad de lo que se acostumbra en una zona del país de frondosa vegetación y habituada a generosas tormentas tropicales. Esta carencia ha disminuido desde mayo los niveles del río, que se encuentran en estado crítico. Cuatro presas dependen del Grijalva. Una de ellas es la de Malpaso, que encierra una importante hidroeléctrica que provee de energía a varios Estados del sureste de México. En agosto estaba once metros por debajo de sus niveles promedio. Es posible que las aguas hayan bajado más desde entonces, ya que los expertos calculan que la iglesia de Quechula solo se puede ver cuando el nivel baje 25 metros. La última vez que sucedió esto fue en 2002. En aquel entonces varios devotos caminaron al templo y oficiaron una misa entre paredes cubiertas de lodo seco. Carlos Navarrete, un arquitecto que ha elaborado un informe sobre los vestigios de la nave para el Gobierno, asegura que el templo fue abandonado entre 1773 y 1776 debido a una serie de plagas que afectaron las comunidades de la zona, que hoy es poblada por indígenas zoques. Antes de que se concluyera la presa, en 1966, existió un pequeño poblado cerca del templo. La comunidad estaba formada por cuatro barrios, cada uno de ellos nombrado en honor de un santo. Los familiares de los antiguos habitantes de la zona aseguran que el templo era conocido como la iglesia de Santiago. Cuando el nivel del agua baja, los pescadores de la región se convierten en guías. Transportan en sus lanchas a los curiosos que quieren apreciar los restos del templo. Algunos afirman que un terremoto en la región tiró uno de los muros, de diez metros de altura, en la década de los cuarenta del siglo pasado. En esta parte del país, la sequía da paso al turismo.

Fuente: El País

 

 

Joseba Rios Garaizar, arqueólogo del Centro Nacional de investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) acaba de publicar en la revista Oxford Journal of Archaeology una artículo sobre una excepcional obra de arte paleolítica con representaciones femeninas grabadas, asociada a las ocupaciones magdalenienses (hace 17.500 años) de la cueva de Arlanpe (Lemoa, Vizcaya). Se trata de un gran bloque de caliza, localizado en 2011, de unos 70 kilogramos de peso que presenta en dos de sus caras grabados de figuras femeninas esquemáticas, una de ellas completa, a la que los arqueólogos han llamado la “Dama de Arlanpe”, que incluye torso, piernas, brazos y cabeza, mientras que las otras dos figuras apenas están esbozadas. Hasta el momento en la Península Ibérica no se había encontrado ninguna imagen de este tipo, y constituye un ejemplo único, al ser la primera que se ajusta claramente al canon de las representaciones femeninas esquematizadas, típicas del periodo Magdaleniense de Centro Europa y Francia, conocidas como tipo Gönnersdorf-Lalinde. Las representaciones de Arlanpe se encuentran entre las más antiguas del tipo Gönnersdorf-Lalinde, y tienen más de un milenio de antigüedad respecto a las famosas representaciones del yacimiento de Gönnersdorf en Alemania, lo que refuerza la idea de que este clase de símbolos se originó en la región franco-cantábrica y acompañó a las poblaciones que se extendieron por el Norte de Europa hacia el final de la última glaciación. Además, el descubrimiento de Arlanpe permite ampliar el área de distribución de estas figuras hasta el Norte de la Península Ibérica, apoyando la idea de unidad cultural de la región franco-cantábrica durante el Magdaleniense. En esta Investigación dirigida por el CENIEH, que ha contado con financiación de la Diputación Foral de Bizkaia, del Gobierno Vasco y de la Fundación Barandiarán, han participado también investigadores del Arkeologi Museoa de Bilbao, de la Universidad de Toulouse y de Ikerbasque. Más información en la web Dicyt Fuente: La Razón

Mérida está llena de penes. Falos en el acueducto, en el puente romano, en la Morería... Penes en relieve, penes en la piedra, penes protectores... A los romanos se les asocia con el libertinaje y el desenfreno y, en viendo tanto símbolo sexual, parecería que la asociación de Roma con la aberración tendría sentido. Pero no. Detrás de cada pene, de cada seno, de cada vagina esculpida o moldeada había tanta magia y superstición como erotismo. Cada martes y hasta febrero del año que viene, un grupo de ciudadanos recorre el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida para visitar de manera guiada y pedagógica una exposición sorprendente. Se titula 'Sexo, desnudo y erotismo en Augusta Emerita' y permite comprender mejor aquella ciudad romana, luz del Imperio, donde los símbolos sexuales y las imágenes eróticas y pornográficas estaban llenas de múltiples sentidos. Nada más acceder a la sala de la exposición, llama la atención el fragmento de la esquina de una antigua casa romana emeritense. En el guardacantos que protegía esa esquina, un gran pene en relieve velaba por la mansión. El mismo sentido tienen los falos que se pueden admirar en sendas piedras del puente romano, del acueducto de los Milagros o del conjunto de la Morería. En una vitrina de la exposición emeritense, se pueden admirar varios amuletos fálicos, que debían de formar parte de gargantillas, collares o medallas. Son minipenes realizados en oro, plata, bronce, hierro, vidrio o hueso. Los de oro y plata fueron encontrados en el área funeraria que se conoce como 'la antigua Campsa'. Eran piezas de adorno personal, amuletos de la buena suerte de la difunta. Estaba muy extendida esta costumbre de llevar penes-amuleto: para los legionarios era un elemento protector; para los varones, un símbolo de virilidad y para las mujeres embarazadas y los niños, se trataba de un talismán que les evitaría contratiempos. Precisamente un artilugio infantil es una de las piezas más curiosas de la exposición. Se trata de un sonajero de cerámica de apariencia fálica. El niño se entretenía con su juguete sin reparar en una simbología sexual que lo salvaba de las asechanzas. En la exposición, se muestran simbologías fálicas inesperadas como las de sendos mangos de sartenes romanas: el falo aparece representado de manera esquemática, pero el glande está muy marcado para facilitar la manipulación de la sartén en el fuego. También el desnudo femenino era representado, aunque, a tenor de lo hallado y expuesto, parece que su presencia era menor: solo en algunas figuras de hueso y asociándolo más con la diosa madre que con el erotismo y la voluptuosidad. Sentido semejante tienen dos terracotas bajo la forma de mujeres desnudas embarazadas. Llegados a este punto, habrá interesados en el erotismo de la época romana y de cualquier época que sientan una punzada de desilusión: una exposición sobre el sexo sin morbo ni turbación resulta poco estimulante. Pero no es el caso. Hemos dejado para el final las últimas vitrinas de la muestra emeritense. En ellas queda claro que todo estaba ya inventado en tiempo de los romanos y que cualquier postura amatoria, por muy acrobática que sea, de las que se pueden contemplar en las páginas pornográficas del Internet de hoy, ya eran capaces de adoptarlas los amantes de la Mérida de ayer. La pornografía también tenía su lugar en Augusta Emerita. Se plasmaba en soportes variados, pero sobre todo en el disco de las lámparas o lucernas. En ellas se recogen diferentes coitos, cada uno en postura distinta, que, como en el vestigio arqueológico no se ven bien, se reproducen en dibujos explícitos que presentan copulaciones 'more canum' o 'al estilo de los perros', 'coitus analis', 'mulier equitans' (mujer jinete), 'fellatios', orgías y zoofilia. Si les interesa, ya saben: los martes por la mañana, visita con compañía y cualquier día, visita solitaria. Como la vida misma.

 

Fuente: HOY

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